El rediseño de los libros de texto, una nueva pifia
Las autoridades educativas nunca nos mostraron ni el cronograma, ni el diagnóstico que aparentemente motivó el rediseño de 18 libros de texto de educación primaria. En su momento dijeron tener también 1500 propuestas de secuencias didácticas elaborados por académicos y representantes de cada uno de los estados para las distintas asignaturas.
Datos que las mismas autoridades declararon, fueron más de 2 mil 600 académicos que se registraron en la convocatoria para la elaboración de los nuevos libros que, junto con la capacitación, al final sólo concluyeron todo el proceso 1800 personas.
Si analizamos el tiempo después de la convocatoria, que fue a finales de febrero de 2020, el director general de materiales Educativos, tenía pensado rediseñar los contenidos de 16 libros de texto de primaria en menos de dos meses. Agregando que los 1880 especialistas no obtendrían ninguna paga sólo contarían con un reconocimiento.
En estos momentos, después de varias polémicas, fue confirmado por Delfina Álvarez que no habrá nuevo diseño de libros de texto gratuito (LTG) para el ciclo escolar 2021-2022. Mantendrá los contenidos anteriores desde el gobierno Peñista.
El director general de materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública, Marx Arriaga, se había comprometido que para el 31 de mayo tendría listo el rediseño de 18 de los 30 libros de texto gratuitos para el ciclo escolar 2021-2022. Posteriormente, ya acorralado, cuando se le preguntaba, ponía de pretexto que primero se tenían que tener los planes y programas y los contenidos, para después imprimir las herramientas que son los libros.
¿Cuál es el panorama?
Nuevamente queda claro que dentro de la 4T no existe un plan para la educación. Y tampoco es una prioridad para este gobierno. Repetidas ocasiones hemos mencionado que el gobierno de López Obrador es un gobierno Honesto y con buenas intenciones, pero las buenas intenciones tienen sus límites. Es cierto que está dando una lucha contra la corrupción y sus apoyos económicos están llegando a centenares de familias desprotegidas, todo eso lo vemos con buenos ojos. Sin embargo en otros ámbitos, como lo dijimos no tiene un programa acabado.
En la educación eso es lo que sucede, por eso las autoridades de la SEP, dan saltos bruscos y cambian sus discursos constantemente. En el proceso de la pandemia lo vivimos. El ejemplo más palpable es el regreso a clases presenciales en este ciclo 2021-2022. Las indicaciones han estado llegando a cuentagotas y de un día para otro. Dejando en una total confusión al magisterio nacional.
Rediseñar los libros de texto
El rediseño de los libros de texto es una tarea pendiente, que urge llevar acabo. Durante décadas muchos niños fuimos educados con esos libros, que los gobiernos de la derecha utilizaron para infundir una carga ideológica sesgada. Los libros de ciencias sociales por ejemplo están llenos de fechas y episodios con datos incluso no corroborados. Los intelectuales de la derecha en el gobierno escribían su propia historia en los libros de texto.
Dentro del magisterio nacional existen decenas de corrientes democráticas, algunas de ellas, con la capacidad organizativa para crear sus propios libros de texto que incluso ya aplican en sus comunidades. Estoy hablando de estados como Oaxaca y Michoacán.
Pero al no haber un programa serio en educación todas esas experiencias se quedan al margen. En la Secretaría de Educación Pública las decisiones se siguen tomando de manera unilateral y vertical. La burocracia no permite la participación democrática y mientras las cosas sigan así la SEP continuara de pifia en pifia.
Por ello los trabajadores del magisterio debemos crear más formas de organización local y nacional, para democratizar nuestro sindicato y crear nuevas formas de tomas de decisiones, para cerrarle el paso a actitudes burocráticas y antidemocráticas, que no permiten que la educación básica y universitaria sea una palanca seria para el país.