Morena
Morena Sonora: un desierto de encuestas
El 9 de abril del 2021 inició en las instalaciones de Morena Sonora la Asamblea Popular Extraordinaria de Militantes y Simpatizantes. Esto surge como resultado de la designación de candidatos a diferentes puestos por parte del partido político en el estado. La asamblea reclama que las candidaturas fueron seleccionadas mediante una serie de encuestas, cuya legitimidad es muy dudosa y que incumple con los estatutos de Morena.
Alrededor de 31 candidaturas son reclamadas en este proceso.
En el artículo 6 Bis de los estatutos de Morena se dice:
“La trayectoria, los atributos ético políticos y la antigüedad en la lucha por causas sociales, con relación a lo establecido a los incisos a. al h. del artículo anterior serán vinculantes y valorados para quien aspire a ser candidato a un cargo interno o de elección popular.”
Aquí es donde nos encontramos con el primer problema, pues algunos de los candidatos seleccionados por la “encuesta” provienen de militancia en otros partidos políticos como el PAN y el PRI. Tal es el caso de Célida López, ex panista y actual presidenta municipal de Hermosillo.
El caso de Célida es muy particular pues ya se vio beneficiada por un proceso turbio en 2018 que, junto con el enorme impulso de Obrador, la llevó a la presidencia de Hermosillo, cuando unos meses antes era una panista reconocida. Hoy, la “encuesta” le favorece pese al desagrado de la ciudadanía por su gestión. Las redes se han inundado de memes que hacen mención del serio problema infraestructura vial que dejo su antecesor “Maloro” Acosta y que ella nunca supo solucionar. La desconexión entre las opiniones del pueblo hermosillense y el “resultado de la encuesta” son un indicio de que, en el mejor de los casos, la encuesta tiene problemas metódicos.
Otros ejemplos se pueden mencionar sobre la falta de democracia existente en Morena, incluyendo la designación unilateral (aunque bastante popular) de Alfonso Durazo; exsecretario de Seguridad Publica y mano derecha de Obrador en el área. Armando Moreno, cuyo trabajo como regidor dejo serias dudas. Y la historia se repite por todo el estado con gente considerada cercana a Alfonso Durazo y a Mario Delgado. Las encuestas, sus resultados y su metodología no aparecen al público, al menos quien escribe este articulo no ha logrado obtenerlas. Hay mucha opacidad en este proceso lo cual ha lastimado profundamente la confianza del pueblo sonorense en el partido.
Culmino con otro ejemplo, de otras características. Celeste Taddei es actualmente candidata a diputada local por el distrito 11 de Sonora. La asamblea la acusa de ser una candidata impuesta, debido a que es hija del Jorge Taddei Bringas, Delegado Federal en el Estado de Sonora. Se les acusa de nepotismo, es difícil negar lo que es evidente. Quien conoce a Celeste sabe que es una mujer comprometida con la 4T, de izquierda de toda la vida, obradorista desde que ella misma tiene memoria. Sin embargo, esto no le restó razón a la crítica que se hace.
El proceso antidemocrático vivido en todo el país en el último mes es muy preocupante para el obrero mexicano. Resta fuerza no solo en los números, sino en la capacidad política al partido en el que las masas se han aglomerado para cambiar la situación del país. Morena hoy nos confirma lo que la experiencia marxista nos ha mostrado múltiples veces. Sin un método de democracia obrera la presencia de oportunistas y políticos profesionales es imposible de evitar. Incluso las mejores intenciones o candidaturas jamás justificarán la ausencia de democracia en un partido que dice defender los intereses del pueblo trabajador. Es necesario romper con la política de conciliación con los empresarios y los políticos provenientes de sus partidos, estableciendo una verdadera política y programa a favor de la clase obrera.
Los retos de Morena en el estado de Chihuahua
Chihuahua es conocido por ser el “estado grande” dentro de la república mexicana, dada su gran extensión territorial, no obstante, en el pasado era conocido por el papel fundamental que demostró durante el periodo revolucionario, por la historia es bien sabido que el inicio de la revolución fue en Cuchillo Parado, una de sus localidades dentro del municipio de Coyame del Sotol, con el levantamiento armado de Toribio Ortega. Esto nos sirve de antecedente para afirmar la tradición revolucionaria que yace en las bases de la ciudadanía chihuahuense.
Antecedentes
El pasado 28 de marzo, en la localidad de Chihuahua, se dio a conocer el nombramiento como candidato a diputado federal para Morena por el distrito 6 al ciudadano Carlos Borruel Baquera ex presidente municipal por el Partido Acción Nacional y hasta hace un par de meses miembro activo de dicho partido. El problema de este nombramiento no sólo reside en el pasado de dicho candidato sino en el indebido proceso democrático. En ningún momento realizó el proceso necesario de precandidatura, y se dejó de lado a la militancia que había puesto empeño en dicho proceso. Aunado a esto, hay que decir que Carlos Borruel hasta hace unos meses había iniciado un proceso como precandidato a la gubernatura de Chihuahua por el PAN y al no quedar electo candidato, se pasó a Morena para competir como alcalde, donde no fue electo por lo que le fue otorgada la candidatura como diputado federal. En la competencia por la candidatura del distrito 6 figuran nombres como Oscar Castrejón, Heidi Segovia, Fernando Aragón, Eduardo Gómez y Francisco Bouteille, de los cuales el último lideraba las encuestas para ser el candidato.
Dada la efervescencia de los tiempos electorales, durante el mes pasado hubo manifestaciones de la misma militancia de Morena Chihuahua en oposición al rumbo que estaba tomando el partido con respecto de sus candidatos, ya que el oportunismo era más que evidente, pasando por encima de sus propios cuadros. De los precandidatos, y con justa razón, Francisco Bouteille, internacionalista de carrera y quien fue miembro fundador del movimiento #YoSoy132, tomó la iniciativa de impugnar la candidatura por dedazo de Carlos Borruel, acudiendo a las instituciones pertinentes. Siendo más específicos, el 2 de abril del presente año Bouteille Hernández promovió un juicio de protección de derechos políticos ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con el cual no sólo busca alcanzar la candidatura como diputado federal del distrito 6 de Chihuahua sino hacer justicia y llevar la congruencia como bandera política. Desde nuestro punto de vista es completamente legítimo oponerse a estas candidaturas impuestas, pero dentro de Morena se deberían tener mecanismos efectivos para contrarrestar estos métodos burocráticos y respetar los derechos de la militancia, recurrir a las instancias federales externas es simplemente seguir abriendo la puerta para que aparatos estatales externos al partido decidan sobre su vida interna.
Los tres argumentos que Bouteille usa como base son: primero en el momento en que todos los aspirantes a precandidatos de Morena hacían su proceso en la Ciudad de México, Carlos Borruel hacía campaña como candidato a la gubernatura de Chihuahua, por lo que no pudo cumplir con el registro debido para la candidatura por la diputación, segundo, y en palabras de Francisco Bouteille: “Su candidatura externa no fue avalada por el Consejo Nacional como es estatutario” y tercero los tres estatutos escritos del partido: No mentir, no robar y no traicionar, los cuales son ignorados con la imposición de la candidatura de Carlos Borruel.
Nos parece que hay argumentos legítimos para oponerse a esta imposición, pero en vez de recurrir a los tribunales debería recurrirse a la organización y movilización de la militancia para el rescate de Morena de la burocracia.
Operación Barcelona
Desde hace varios meses atrás se filtró un audio donde hablan Víctor Quintana, quien hasta hace unos meses pertenecía al gabinete del gobierno del Estado en la Secretaría de Desarrollo Social, y Lucha Castro, activista social relacionada con grupos de “izquierda”. Ahí se pide dejar de atacar al gobernador en turno del PAN, Javier Corral y unirse a Morena para cortar el camino a la gubernatura a Maru Campos, candidata del PAN, además de sacar a la luz las carpetas de la llamada: “Nómina secreta”, la cual ya ha sido vinculada a proceso.
Dicho lo anterior, podemos llegar a comprender por qué se fueron abajo todos los procesos democráticos entorno a las elecciones por parte de la militancia de Morena y se aceptaron a quienes hasta hace unos meses eran miembros del PAN, en este caso concreto Carlos Borruel, que curiosamente fue el director de comunicación en el Instituto Nacional de Combate a las Drogas cuando Molina Ruíz, actual defensor de Maru Campos era el director del mismo Instituto.
El reto
De nueva cuenta, sucede lo que a lo largo de la historia hemos visto, que los partidos de izquierda, con el fin de conversar o ganar a como dé lugar, buscan negociar con la derecha a cambio de votos, viendo las cosas de manera pragmática, pero que en un futuro que muchas veces no es lejano terminan por destruir lo que se había edificado. Tomemos como ejemplo lo que sucedió con el PRD que hoy es un partido satélite a las órdenes de la derecha más reaccionaria, en palabras de Francisco Bouteille:
“Hoy, aunque existan algunas candidaturas representadas por militancia digna y progresista, no son ningún secreto aquellas rellenadas por impresentables de la derecha, activos del PRI y el PAN que han actuado en contra del Presidente y la Cuarta Transformación de manera reciente, cómplices de la corrupción conservadora, personas que hace semanas competían por otros partidos y que fueron impuestos por encima de quienes siguieron los debidos procesos e incluso, miembros del llamado FRENAAA (Frente Nacional Anti AMLO).”
Existen dos retos principales a los cuales hoy se enfrenta la militancia de Morena, el detener el oportunismo por parte de unos y los que rompen con el ideal de ver primero por el beneficio del pueblo. Esto último sólo puede ser una lucha frontal contra la burocracia y la correcta organización de sus bases. Es por eso por lo que es necesaria la creación de un movimiento social con miras a la organización de un partido político que se interese verdaderamente por un cambio social de raíz, que trabaje constantemente con sus bases de tal manera que forme cuadros políticos revolucionarios, que eleve el programa político aspirando a una ruptura total con el actual sistema capitalista y que se deslinde completamente de la clase dominante y sus representantes políticos que viven del oportunismo.
¿Qué hay detrás del conflicto INE-Morena?
El tratamiento faccioso que ha implementado el Instituto Nacional Electoral (INE) en contra de diversas candidaturas de Morena, particularmente en Michoacán y Guerrero, ha llevado a una reacción bastante enérgica, del partido. Parte de ello es el hecho de que se ha puesto en marcha un proceso de juicio político en contra de las cabezas visibles del grupo faccioso que controla el INE, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.
Adriana Favela, presidenta de la comisión de fiscalización del INE, señaló que, si las acusaciones en contra de los candidatos de Morena son el motivo del retiro de las candidaturas, entonces se debía también sancionar a los candidatos de los demás partidos, dado que todos incurrieron en la omisión de informar los gastos de campaña.
A favor del grupo que controla el INE, se han pronunciado el conjunto de “intelectuales” encabezados por Enrique Krauze y, por supuesto, todos los partidos de la derecha mexicana. Con esos puntales se ha transformado actualmente en el principal ariete en contra del gobierno de López Obrador.
Por supuesto, es evidente que Morena ha cometido una serie de errores sobre los cuales el INE se ha basado para justificar sus ataques en contra de la 4T. El mas importante es que se ha transformado de un partido movimiento, que era la propuesta original, a una maquinaria de distribución de candidaturas.
Nadie duda de la honestidad y espíritu de sacrificio del 90% de la militancia de Morena, la cual ha buscado todas las vías para apoyar y dar impulso a la llamada IV transformación. No obstante, haciendo eco del llamado del presidente, ha dejado de movilizarse dejando las calles y las plazas públicas a la disposición de los grupúsculos se extrema derecha.
Las causas de los sectores sociales en lucha han dejado de ser acompañadas por el partido. Cierto es que, a título personal, diversos activistas de morena se han sumado a las luchas sindicales, juveniles, campesinas y de mujeres. Pero también es cierto que Morena, desde que se ganó la presidencia, no ha tenido una actividad real salvo ahora que se han puesto en peligro diversas candidaturas.
Morena también ha fallado en la selección de candidatos. Apoyados en la vieja táctica de AMLO de postular a elementos provenientes de otros partidos, para supuestamente “dividirlos”, ha permitido que espacios seguros para su propia militancia, sean ocupados por militantes expriistas, expanistas y del partido más arrastrado con quien detente la presidencia en turno: el partido Verde.
Esta táctica desmoraliza y desconcierta a sus propias bases, mientras que alienta el discurso de la derecha en el sentido de que no hay diferencias reales entre Morena y los demás.
Además de ello se ha tenido una absoluta falta de sensibilidad ante temas tan delicados como el de la violencia contra la mujer. Es verdad que la actitud de bloqueo por parte del INE en contra de Salgado Macedonio es arbitraria y caprichosa, pero no lo es el blanco que han elegido para atacar. Salgado Macedonio, efectivamente, tiene un largo historial de prepotencia y machismo que no duda en presumir. Mientras más cerca se está de su círculo interno esto es más conocido. Si bien es factible dudar que una u otra acusación puede ser fincada, es absolutamente probable que muchas de ellas sean reales. Si huele a pato, tiene plumas de pato y grazna como pato es un pato, en este caso un Toro.
No es cierto que en Guerrero no haya una alternativa a Salgado Macedonio, no hace falta citar a decenas de activistas provenientes de ese Estado que podrían representar muy bien los intereses de los trabajadores guerrerenses. El empecinamiento en sostener a Salgado Macedonio, ha dejado un flanco abierto para los ataques de un INE, que está determinado en convertirse en figura principal en reducir la presencia del movimiento en torno a AMLO a menos del 50% en las cámaras.
Para Lorenzo Córdova y su camarilla, lo de menos es que Salgado Macedonio se quede o no con la candidatura, lo importante es el golpeteo que se desate de aquí a que el tribunal federal electoral dicte sentencia. Como se dice en los arrestos en EEUU: todo lo que suceda “será usado en contra de Morena”.
Para la derecha el mensaje propagandístico es claro: si Salgado Macedonio es definitivamente eliminado, se habrá doblegado el “autoritarismo” presidencial, convirtiéndose Córdova y Murayama en los campeones de la derecha que pueden humillar al presidente. Si al final el tribunal revierte el resultado quedarán como aquellos que plantaron cara al “violador” Salgado Macedonio, cuya imagen negra será explotada a nivel nacional en contra de Morena y la IV transformación.
En cualquier caso, el bloqueo a las candidaturas de Morena es una táctica. La estrategia, que ya ha sido planteada por los “intelectuales orgánicos” de la derecha, es impedir que el espectro lopezobradorista logre más del 50% en las cámaras, de tal modo que se genere una parálisis gubernamental de tres años, tiempo durante el cual pretenden acumular fuerzas para retomar la presidencia en el 2024.
El otro terreno es el litigio respecto a la supuesta sobre representación de Morena en las cámaras, con el pretexto de la eliminación de la valoración de las coaliciones para la representación proporcional. Esto es irónico dado que, desde los tiempos de Carlos Salinas, se decía que se tenia que procurar una mayoría parlamentaria para el partido triunfante en las elecciones con el argumento de permitir la “gobernabilidad”. Fue Salinas, de hecho, quien propuso que se asegurara la mitad más uno al partido que ganara la elección y tuviera mas del 30% de los votos. Ahora, por el contrario, se habla de limitar su participación lo mas posible para generar “contrapesos”. O sea, cuando se gobierna se dice: “hay que sobrerrepresentar para evitar la anarquía del conflicto entre poderes”, cuando se está en oposición se dice: “hay que generar contrapesos en contra del autoritarismo”.
En nuestra opinión lo ideal seria que tanto PRI, PAN y PRD desaparecieran y generar una fuerte mayoría de la 4 T, capaz de cambiar la Constitución de tal modo que se eliminara cualquier pretexto al gobierno para emprender medidas reales que le den el poder a la clase trabajadora. No nos hacemos ilusiones, lamentablemente el afán del actual gobierno es de conciliar, de pactar y de negociar para no hacer enojar a la oligarquía que en el fondo es la que realmente decide las cosas en este país. Para un verdadero cambio se requiere una auténtica revolución que elimine el juego de los partidos burgueses y promueva el poder de los trabajadores.
De cualquier modo, la batalla actual esta muy clara y es por la mayoría en el congreso, eso es lo que está detrás del conflicto INE-Morena.
Morena y sus candidatos
Morena surgió de la necesidad de transformar el país en lo económico, político y social; en lo
económico buscaba reactivar la economía del campo y recuperar los sectores principales de
producción a manos del estado. En lo político, se buscaba limpiar la actividad política de la
corrupción, dejar de lucrar con la pobreza aplicando programas sociales con fines electorales, que
los altos funcionarios dejaran de vivir del presupuesto público con altos salarios y gastos de
representación extravagantes, en general acabar con la práctica política de agandalle y lucro
político. En el ámbito social, buscaba una revolución de las conciencias a través de una toma de
conciencia sobre la situación que se vivía y de la necesidad de salir a votar por Morena, dejar de
votar por el PRI, PAN, y sus aliados, es decir, por los mismos políticos de siempre, ya que,
representaban lo mismos fueran del partido que fueran.
De esta forma, Morena trabajó para formar un partido político diferente a los que existían,
queríamos construir un partido movimiento, concepto totalmente enterrado en la memoria, lo
cual significaba que se iba a dar cabida a todos los sectores sociales que estaban en lucha. Según
los estatutos de nuestro partido la dirección y candidaturas, se decidiría de manera democrática
mediante asambleas en las cuales elegiríamos a nuestros representantes ante el consejo y
congreso nacional y a los abanderados de nuestro partido. Además, novedosamente, cabía la
posibilidad de que las candidaturas podrían ser ocupadas por verdaderos luchadores sociales y
representantes de los trabajadores, campesinos, amas de casa, jóvenes, etc. Los cargos públicos
emanados de morena iban a ser cargos de verdadera representación del pueblo y no serviles
lacayos de la oligarquía.
Es así como, el rápido ascenso de Morena en la preferencia electoral, así como su capacidad de
ganar elecciones a pocos años de estar conformado como partido, se debió principalmente a que
hubo una gran aceptación de lo que Morena ofrecía, es decir, la mayoría aceptaba que era
necesario un cambio, que la política ya había llegado a un punto de saqueo y enriquecimiento de
varios presidentes, diputados, gobernadores, senadores, presidentes municipales, sin contar los
negocios y el desvío de recursos amparados en el poder.
Por otra parte, existía un hartazgo general provocado por la violencia y por la complicidad del
estado, el ejército y los medios de comunicación, con el crimen organizado y que nos sumían cada
vez más y más en un ambiente de inseguridad. El alza en los combustibles, gas, energía eléctrica,
los insumos básicos, frente a la precarización del trabajo y con ello de los salarios.
La falta de oportunidades para los jóvenes, el abandono de los adultos mayores, los esfuerzos de
las madres de familia y un montón de precariedades que los trabajadores mexicanos padecemos,
fueron un factor determinante para que en pocos años Morena ascendiera al poder con la
esperanza puesta en que las cosas iban a cambiar de raíz.
Sin embargo, ante la promesa de cambio, la burguesía nacional no permitiría que un gobierno le
quitara sus privilegios construidos a partir de la explotación y miseria del pueblo. Por lo mismo su
abierta oposición a que AMLO llegara al poder en 2006 y 2012, pero ante su inminente llegada en
2018, prefirió someter su gobierno antes que, el gran respaldo popular hacia él, representara una
auténtica amenaza. De esta manera, la burguesía nacional, permitió su arribo a la presidencia a cambio de dejarle espacios estratégicos en el gobierno que garantizaran que no se tocarían sus
intereses. ¡De ninguna manera le iban a dejar todo el poder!
De esta manera, se sacrificó al partido, permitiendo a los infiltrados de la burguesía, entrar a
Morena, incluso con el consentimiento de la mayoría de los militantes que hoy se quejan, todo a
cambio de la presidencia. Lo que no alcanzaron a ver en ese momento, era que con la propia
fuerza del pueblo AMLO podría llegar al poder sin la necesidad de pactar con la burguesía, y aún
hoy, se sigue sin confiar en la movilización de las masas.
A la dirigencia, la cúpula del partido, les queda el cascarón del partido que les va a servir para
seguir negociando candidaturas y ofertando cargos.
Para nadie es desconocido que atrás quedaron los ideales de un partido democrático, el partido
que busca democratizar al país, toma sus decisiones internas con base en una tómbola, encuesta,
o en las mesas de negociación de las cuales forma parte la Comisión Nacional de Elecciones. Esta
comisión, está integrada por Mario Delgado, Presidente; Citlalli Hernández, Secretaria General;
Esther Gómez, Secretaria de la Diversidad Sexual; Carlos Evangelista, Secretario de Combate a la
Corrupción, todos miembros del Comité Ejecutivo Nacional; y Alejandro Peña, Senador.
La principal tarea durante este periodo de la Comisión, es definir los criterios y perfiles que van a
encabezar las candidaturas para el proceso electoral 2021, que de acuerdo con el Instituto
Nacional Electoral (INE), se renovará la Cámara de Diputados; 15 gubernaturas; 30 congresos
locales; mil 900 ayuntamientos y juntas municipales.
En este proceso va a participar Morena, como partido en el poder, y de esta elección depende que
el gobierno de López Obrador continúe con su propósito, ya que, necesita garantizar la mayoría en
la cámara de diputados y en 2022 ganar la consulta sobre revocación de mandato. Es por eso que
una vez más es necesario garantizar estas posiciones y sacrificar otras. Nos encontramos en un
panorama muy desalentador para las bases, pues el proceso no ha sido para nada democrático, se
ha excluido a las bases de las decisiones y se ha aceptado como precandidatos (y ahora
candidatos) a muchos personajes muy cuestionables.
Para el caso de diputados por el principio de mayoría, se ha dejado de lado la posibilidad de ser
ratificados por asamblea distrital o consejo estatal para ser incluidos en la encuesta. Por el
contrario, se abrió una convocatoria en la que cualquier militante o simpatizante podía registrarse
como aspirante a una diputación federal, posteriormente los perfiles serían analizados y
seleccionados por la Comisión para incluirlos en una terna de 4 propuestas, mismas que pasarían a
una encuesta representativa para conocer el perfil más conocido y este convertirse en el
candidato.
En el caso de las listas de plurinominales, las asambleas distritales no se pudieron reunir para
seleccionar 5 propuestas hombres y 5 propuestas mujeres, para integrar la tómbola mediante la
cual, según el estatuto, se seleccionaría la lista de plurinominales. En su lugar se convocó a
registrarse a todos los militantes y simpatizantes para participar en una tómbola para seleccionar
al azar a quienes integrarían las listas plurinominales. Pero nada más engañoso, pues al final los
primeros lugares de dichas listas han sido reservados para los fines más convenientes de la
Comisión.
En el caso de las gubernaturas y municipios, se aceptó los registros de simpatizantes y militantes,
sin consultar a los consejos estatales, sin fomentar el consenso y apostándole a una mera
popularidad del personaje. Si es conocido o no, no es factor determinante para un buen gobierno.
Sin duda el caso de Félix Salgado, fue una demostración de que prevalecen los acuerdos por
encima de la voluntad de las bases, pues a pesar del amplio rechazo para que ocupara la
candidatura, se demostró que el acuerdo que lo impulsa es más conveniente de cumplir.
A los militantes de Morena que participamos activamente en su formación y la construcción nos
queda la experiencia de haber formado un partido político con las características de Morena, un
partido del pueblo, con demandas de cambio y transformación, y formado desde las bases sin un
interés más que construir el cambio. Mismo que hoy ha sido traicionado.
Ante esta situación, a los militantes nos queda aprender de nuestra experiencia para formar un
partido de clase y revolucionario, es decir, formado por los trabajadores y con un programa claro
de transformación y de lucha por la cuarta república, que para llevar la plena justicia al pueblo
debe ser una república socialista, que represente nuestros intereses y que esté dirigido por
auténticos cuadros políticos que defiendan los intereses de las clases explotadas.
Morena y Salgado Macedonio: Elecciones, acusaciones y procesos democráticos
A partir de la designación de la candidatura de Félix Salgado Macedonio (FSM) a la gubernatura y las acusaciones de violación en su contra, se ha desatado un debate acerca de la candidatura y cuál sería la mejor manera de manejar esta crisis. Aprovecho para hacer una reflexión acerca de los procesos de elección de candidatos dentro de Morena donde la opacidad en los procesos es la norma.
¿Quién es FSM?
FMS tiene larga trayectoria en la escena política desde los años 80 cuando en la Cámara de Diputados vació tres costales de boletas quemadas como evidencia del fraude, así ganándose el apodo de “Diputado Costales” como le llamó despectivamente el entonces presidente Carlos Salinas. Ha sido diputado, senador en diferentes ocasiones, alcalde de Acapulco, además de candidato dos veces a la gubernatura del Estado de Guerrero siéndole arrebatada una de ellas en 1999 por fraude. Formó parte del Frente Democrático Nacional en el convulso año de 1988 y después participa en la fundación del PRD, del que formó parte hasta 2014. En el 2018 reapareció siendo electo como Senador por Morena.
En los años 90 tenía una reputación de luchador político, que se atrevía a mostrar lonas diciendo “Carlos Salinas Miente” bajo el estrado de la Cámara de Diputados justo cuando el mismo Salinas daba un discurso. Por otra parte, también se le conoce por que grabó algún disco de música tropical con éxitos como “Cangrejito Playero”, protagonizó una película llamada Guerrero, le gusta conducir ruidosas motocicletas y tiene afición a las fiestas y el alcohol.
Acusado
Hoy Félix Salgado vuelve a los titulares cuando es señalado como candidato de Morena para la gubernatura del estado de Guerrero y al ser acusado de violación a una menor de edad en Guerrero en hechos sucedidos en 1998 (desestimada por hacer la denuncia 22 años después de los hechos), otra en 2016 contra una trabajadora del periódico La Jornada de Guerrero cuando FSM fue director y otra más presentada este mismo año por una militante de Morena. Todas estas denuncias han sido presentadas a las autoridades judiciales y la última también ante la Comisión de Honor y Justicia de Morena.
Estas acusaciones han causado gran indignación entre todos y más en una época donde la lucha por la reivindicación de los derechos y el respeto a la vida de las Mujeres está a la orden del día. Lo mínimo que Morena podría hacer es investigar que pasó para, a partir de ahí, tomar una decisión de qué hacer con la candidatura y qué hacer con el militante FSM, pues ninguna organización puede permitir que un violador esté entre sus filas.
Las opciones que tiene Morena en el estado en el que se encuentra son limitadas, pues se ha conformado un núcleo en la dirección que decide todo sin tener ninguna relación con la militancia y ajena a cualquier método democrático. De la misma forma que AMLO debería apoyarse en el pueblo para llevar adelante las batallas que tiene enfrente, el partido debería apoyarse en la única fuente de fuerza y legitimidad: su militancia. Y entonces en un proceso abierto se investigará, se dieran a conocer los hechos y se tomara una decisión. Pero reitero ese camino está cerrado por la dirección actual de Morena. Quedando como única salida evadir las preguntas, hacer malabares al responder, guardar silencio. Lo cual pone en una posición muy difícil a todos los militantes sinceros que tienen que responder en la calle a estos cuestionamientos.
El proceso de elección de candidatos dentro de Morena
Como hemos señalado, Morena ha jugado un papel destacado en la reciente historia mexicana, principalmente por canalizar el descontento generalizado y ganando la presidencia no por ser apoyada por los banqueros, ni los dueños de Femsa, ni Televisa, ni ninguna empresa extranjera; sino por el apoyo popular.
Siendo de nueva formación, convocó a todos aquellos que quisieran luchar en contra del PRI y el PAN. Atrayendo a una gran capa de militantes del PRD de quien se escindió en 2012. Además de una gran cantidad de personalidades, de diferentes partes del espectro político, que iban desde Paco Ignacio Taibo II hasta Yeidcol Polevnsky, ex dirigente de la Canacintra y miembro dirigente del Consejo Coordinador Empresarial.
En un principio Morena tenía políticas organizativas sanas, como el no contratar a nadie para el funcionamiento de su aparato, si no usar el trabajo voluntario de sus propios militantes. Esto cambió al empezar a ganar y tener acceso al financiamiento del estado y al poder político. Sus políticas giraron y el ala que buscaba puestos e influencia fue la que dominó.
En 2018 buscó una política de alianzas pragmáticas, aliados con quien fuera y de donde viniera con tal de “sumar” a la campaña. Este fue un atajo al despeñadero, pues dejaron entrar a un montón de personajes provenientes del PRD, PRI, PAN, etc. Se argumenta diciendo que hay que “perdonar”, que todo el mundo tiene derecho a rectificar. Estamos de acuerdo, se necesitan de todos los esfuerzos para cambiar nuestra realidad, pero se necesitan militantes, personas que quieran trabajar. Pero una cosa es aceptar como militante a alguien que rompe con su anterior línea política y otra muy diferente cederle la dirección del partido, diputaciones y hasta gubernaturas a estos arrepentidos. Recordemos los resultados de Lili Téllez o de Jaime Bonilla Valdés gobernador de Baja California.
Estos arribistas, burócratas, y sin vergüenzas ven a Morena como objetivo ser una “maquinaria electoral”, como una agencia de colocación. Donde uno se acerca y mediante intrigas y favores uno puede ser llamado a obtener un puesto con grandes salarios y gran influencia para hacer aún más dinero. En cualquier puesto con algo de autoridad puede hacer dinero ilícito.
La dirección actual de Morena sigue actuando bajo esas mismas políticas, alianzas con el Verde, con el Partido de Elba Ester Gordillo, con cualquiera que le “ofrezca” votos. Se sientan en una mesa y dicen: yo controlo tantos votos, te los ofrezco a cambio de que me asignes tal y tal puesto. ¡Y la dirigencia de Morena propone tales alianzas que no dan beneficio alguno!
Otra política desastrosa es la que lleva en sus procesos internos, donde la democracia es una cosa ajena a las acciones que llevan adelante. Los estatutos de Morena, si bien imperfectos, llaman al reconocimiento de asambleas territoriales y su capacidad de elegir a sus candidatos. Desde el periodo de Polevnsky, hubo una parálisis en los procesos internos provocada por la lucha de diferentes facciones se querían tomar el control del partido. La lucha ideológica y política no tienen nada de raro en un partido en cierto grado es natural y saludable mientras esté ceñido a procesos democráticos, a la discusión y votación de ideas, de políticas de acción, de estrategias políticas.
¿Qué hacía diferente a Mario Delgado de Berta Lujan? ¿Cuál era su programa? ¿Qué ideas diferentes tenían? En realidad, no lo sabemos, sólo podemos especular. Hoy las mismas preguntas se pueden hacer a los precandidatos que participan en los procesos para la asignación de candidaturas.
El proceso para la candidatura en Guerrero
Se escogieron 18 personas y se aplicó una encuesta de donde se definieron 6 finalistas en otra encuesta se definiría al candidato. Delgado argumenta que es la fórmula correcta “preguntar al pueblo” y estamos de acuerdo, pero ¿cuándo se consultó al pueblo? Por una parte, nada se sabe por qué razones se escogieron a esos 18 precandidatos y por otra ¿por qué se usa una encuesta?
Se dice que se escogen a las personas que estén “mejor posicionados”, es decir, que sean más conocidos y que tengan “más posibilidades de ganar”.
Como si las elecciones fueran una suerte evento mediático y no el máximo instrumento para decidir las políticas que el gobierno llevará en el siguiente periodo. Hay que aclarar que esta idea es equivocada, aunque esté bastante extendida, donde el que sonríe más, o el que tiene la cara o la voz más “confiable” son los que ganan las elecciones. En algunas ocasiones así es, pero eso pasa en momentos de estabilidad económica, en situaciones donde los candidatos proponen lo mismo, podríamos aplicarlo a la alianza PRI, PAN y PRD ¿Cuál es la diferencia de sus propuestas? ninguna, solo los distingue el color de la corbata.
En contraste un partido político debe usar las elecciones internas para debatir los diferentes caminos que debe seguir el gobierno, incluyendo a toda la militancia en este debate informando y educando a la militancia y exponiendo a través de los medios de comunicación sus ideas al resto de la población. El final estaría determinado por una votación libre entre militantes y todo el partido asumiría las ideas ganadoras como los lineamientos que llevaría a cabo en el futuro. Las personalidades son un factor secundario, pues una vez que se tuviera el programa correcto solo bastaría buscar a la gente más capaz o hábil para aplicar ese programa.
Los resultados
Al final de la misma forma en que se escogen al grupo de candidatos, de la misma manera se asigna quien llevará acabo dichas encuestas. Las encuestas son una herramienta estadística que, mediante el estudio de una pequeña porción del universo a conocer, se pueden conocer los resultados mediante fórmulas matemáticas. Nosotros cuestionamos la opacidad con las que se llevan a cabo y reiteramos no hay necesidad de fórmulas matemáticas si contamos con la herramienta del voto, que es infinitamente superior en precisión, confiabilidad y garantía de veracidad.
Así, usando este frágil fundamento de legitimidad, las encuestas definieron a los candidatos, entre ellos a FSM. El 31 de enero FSM fue designado como “precandidato” a la gubernatura de Guerrero. Mientras esto pasa, el aparato burocrático de Morena sigue mostrando síntomas de degeneración. La Sesión del Consejo Estatal que designaría al “precandidato” cambió de sede a última hora, esta es una maniobra de lo más burda para despistar a los opositores y lograr imponer una decisión. Se informa que se aprobó estando presentes 47 de 90 consejeros. Mientras tanto, en los medios se siguen haciendo cuestionamientos que, si bien sabemos de sus malas intenciones, están fundamentados en denuncias reales.
Se ha cuestionado la disposición de la dirección de Morena y del mismo gobierno de la 4T a luchar por las reivindicaciones de los derechos y la seguridad física de la Mujer, frente a la cual diversas personalidades se tienen que seguir evadiendo y deslindando. Estas mismas actitudes son las que el gobierno de Peña tomaba frente a los hechos de Ayotzinapa, poner una cara dura, desestimar la gravedad de las acusaciones y señalar a la “autoridad correspondiente” como la responsable.
Y reitero ¿con qué cara vamos los militantes de Morena a defender a FSM? ¿Cómo vamos a defender los procesos no democráticos de selección de candidatos? ¿Apoyaremos las candidaturas de militantes arribistas que llegan del PRI, PAN, PRD, etc.?
Si fuera el caso, después de llevar a cabo la investigación acerca de las violaciones que se le acusan y de que resultaran falsas, entonces Morena podría evaluar a FSM por su programa, por sus ideas y políticas propuestas y habilidades. En este escenario supuesto de democracia dentro de Morena, si es que existiera una percepción general de descrédito frente a la opinión pública, Morena no tendría ningún problema en cambiar al candidato, al final el programa, las ideas, la estrategia sería resultado de un proceso democrático y el candidato solo el ejecutor de dicho plan.
Pero no es el caso. No está habiendo una investigación seria desde la dirección, no hay discusión, no hay exposición, ni debate, ni dada. Ni siquiera esa herramienta anacrónica de la insaculación (tómbola) que explican los estatutos de Morena, art. 44 apartado E. Los procesos de selección siguen estando a discrecionalidad de la dirección de Morena donde lo único que nos queda es especular el por qué tal o cual decisión.
Si las cosas siguen como hasta hoy Morena tendrá que cargar con ese estigma de tener un candidato presuntamente violador. Una raya más al tigre.
El pueblo de México optó por Morena por la necesidad de tener un gobierno que cambiara su realidad, y votó por el por ser el único partido crítico, por ser el más cargado hacia la izquierda. ¿Cuánto tiempo más podrá Morena seguir en el sitio que ganó en 2018? ¿Cuánto tiempo más podrá Morena mantener la imagen de progresista? ¿A cuántos arribistas más del PRI, PAN, PRD, etc. podrá seguir cargando? ¿Cuánto más podrá la figura de AMLO lavarles la cara?
Lecciones del proceso interno de Morena y las tareas de los militantes
Es importante hacer un análisis correcto del proceso de renovación de la dirigencia en nuestro partido, de lo correcto de este análisis podremos emprender las acciones necesarias para rescatar a Morena y darle la importancia de un partido de la clase trabajadora, esto cada vez es más necesario dado que las contradicciones del sistema se agudizan. La clase obrera cada vez está siendo más golpeada por la crisis y la lucha organizada se hace necesaria.
Nuestro análisis debe ir más allá. Lejos de la mediatización y el análisis simplista que reduce este proceso a una lucha entre la cúpula del partido, nosotros debemos aprender a leer los intereses de clase que se ocultan detrás de este proceso. Ya que, no únicamente se están peleando los cargos, sino que se está jugando la existencia del partido como una herramienta de lucha del pueblo trabajador por defender sus intereses de clase en contra de los ataques de la burguesía.
De lo correcto del análisis podremos plantearnos qué papel jugamos los militantes conscientes, el papel que juegan las cúpulas del partido y a qué intereses sirven, y las tareas que debemos llevar adelante para rescatar a Morena como partido de la clase trabajadora.
Quienes formamos Morena, lo hicimos con la convicción de generar un partido diferente a los partidos tradicionales del viejo régimen y antes que abandonar, estamos dispuestos a luchar y defenderlo. Es por eso que, cuando hacemos un llamado a las bases a defender Morena de las garras del oportunismo y de la derecha lo decimos porque tenemos un programa que defender y es el de la clase trabajadora.
La intromisión de los órganos electorales en la vida de nuestro partido, provocó diferentes reacciones, por considerarla antidemocrática e ilegal pero dentro de estas reacciones, hubo quienes se acomodaron al proceso por el hecho de considerarla ventajosa para sus fines. En medio de esto, es importante analizar la actitud de la mayoría de las bases quienes rápidamente hicieron suyo el proceso y abanderaron candidatos de acuerdo a sus interese, al grado que hubo candidatos de los diferentes sectores, aunque cada uno con sus peculiaridades.
De entre los candidatos punteros, nos pudimos dar cuenta del abismo que existía entre las bases y el programa que ellos defendían. Gibrán y Attolini, por ejemplo, fueron candidatos mediatizados y sin un programa destinado a democratizar el partido a lo interno, además que mostraron su incongruencia pues ambos declinaron por Mario Delgado, dejando ver su actitud oportunista.
Por su parte, Mario Delgado tuvo un rechazo generalizado de un gran sector de los militantes, en parte por la campaña desmedida de derroche de recursos en medios masivos, por otro, por recibir un apoyo oportunista de los sectores más reaccionarios del partido, por último, por su trayectoria oportunista que incluye su apoyo al pacto por México de Peña Nieto, lo que nos deja claro que él es el candidato de la derecha
Durante este proceso de renovación, también pudimos percibir el apoyo sincero y organizado de las bases en torno a Citlalli Hernández y fueron las bases quienes la impulsaron y apoyaron con una campaña austera, participando en foros, comités y debates virtuales, en grupos de difusión mediante redes sociales, es decir, fue una candidata impulsada y respaldada por las bases, donde no hubo más que esperar a que se le ratificara el triunfo en la encuesta, por esa razón, el apoyo a Citlalli no puede ser otro que un apoyo crítico, y se le debe exigir no ceder ante las presiones de la derecha y asuma una posición consecuente con las demandas de los trabajadores del país.
Por otro lado, Porfirio Muñoz, que no es más que un viejo político acomodado al régimen, que a lo largo de su historia ha hecho concesiones al mejor postor y ahora supo pactar en el momento indicado para colarse del hervor popular en favor de Citlalli y que en su momento, muchos no vieron más opción que arrastrarlo junto con el apoyo a Citlalli y se le consideró una oposición a Mario, pero en el fondo representan básicamente lo mismo.
Los ganadores de este proceso ya están dictados, Mario Delgado en la presidencia del partido (una imposición conveniente y a modo de la burguesía del país) y Citlalli Hernández en la Secretaría General del partido, con un apoyo y confianza de las bases en su persona. Esta dupla al frente del partido, representa en sí, la situación del partido en general: una pugna constante entre las bases que luchan y se organizan contra la cúpula que persigue sus intereses mezquinos y de grupo y no duda en hacer acuerdos y concesiones a la burguesía.
Las lecciones que nos deja este proceso, es precisamente la acción de la militancia en este proceso, ya que, fueron capaces de prever la imposición que se perpetraba y eso es síntoma del crecimiento que hemos tenido en este periodo, saber leer los intereses que hay detrás de esta intromisión del INE y el Tribunal por un lado y la imposición de Mario Delgado por otro, demuestra la claridad que tenemos como militantes de seguir luchando por Morena.
Este proceso nos demostró la necesidad de los políticos defensores de los interese de la burguesía por convertir al partido en una agencia de colocación. Eso representa Morena hoy en día, la ambición que tienen por la dirigencia es en realidad, su ambición por la posibilidad de que la burguesía gobierne el país, pero con las siglas del partido. Es por eso que la oposición a Mario, significa la oposición a los intereses de la burguesía, la oposición a Mario significa la necesidad del pueblo de avanzar hacia reformas más contundentes en contra del capital.
Para hacer un análisis real, debemos tener en cuenta el contexto general del país en el que las contradicciones se han acelerado, y que, a pesar de tener un gobierno popular, no ha logrado dar respuesta a los cientos de miles de víctimas de la violencia, a la falta de insumos médicos, a la falta de impartición de justicia, etc. Este gobierno no ha avanzado hacia una transformación profunda del régimen y la existencia de injusticias, pone en entredicho si con la política de dar apoyos en especie a sectores vulnerables, va a ser suficiente para mitigar las contradicciones del sistema y mantener al pueblo desmovilizado mientras se sigue llevando adelante el programa de un sector de la burguesía.
Las bases de Morena luchamos por un programa mucho más profundo que culminara en una Cuarta República en la que por fin triunfará el programa de la clase trabajadora, hoy por hoy la 4T se ha convertido en un membrete, en una marca y se han encargado de desmantelar la esencia de la cuarta república. Pero además la herramienta de lucha del pueblo trabajador, que debería ser Morena, se han encargado de ofertarla incluso entre elementos de la burguesía. En la situación actual, de crisis orgánica del capitalismo, una cuarta transformación en el país no puede ser otra que una república socialista, que es por lo que debemos luchar.
Si somos militantes críticos y conscientes de la realidad en que vivimos, debemos asumir el papel de la clase a la que pertenecemos y reconocer que nuestras tareas son las de la clase trabajadora. Por lo que, debemos reforzar la formación política, para formar cuadros políticos que sean capaces de defender los intereses de la clase. Y esa formación política que se necesita, debe ser el marxismo.
Al formarnos políticamente, podremos entender nuestra realidad y luchar y organizarnos para transformarla.
De esta tarea básica de formación se desprenden tareas importantes:
- Aprender de los procesos y defender Morena como una herramienta de lucha del pueblo trabajador.
- Exigir la elección de nuestros órganos de dirección en todos los niveles de manera democrática, ¡rechazo total al método de elección vía encuestas!
- Exigir la democratización del partido y las asambleas distritales y municipales como método único y democrático para discusión y aprobación de los planes de trabajo y elección de nuestros dirigentes y representantes.
- Reactivar los comités de base con herramientas de discusión política y acción.
- Frente amplio con las organizaciones sociales que dan la lucha por las demandas más sentidas como inseguridad, feminicidios, luchas obreras etcétera. Aspirar a dirigir la lucha organizada de las masas. Por una independencia de clase, ¡rechazo a cualquier alianza con sectores de la burguesía!
- Por la radicalización y profundización del proceso de cambio en el país:
Recuperación de las empresas privatizadas, expropiación de las empresas que evadan impuestos y boicoteen los cambios a favor del pueblo. Una vez en manos del estado, deben funcionar bajo control obrero. - Transformación radical del Estado construyendo nuevas instituciones basadas en la organización del pueblo.
- Organización y lucha de los trabajadores del campo y la ciudad como única vía para conseguir las transformaciones profundas que la sociedad necesita.
Elecciones en Hidalgo: Balde de agua fría para Morena
El pasado domingo 18 de octubre, Hidalgo vivió comicios electorales. La campaña se vivió con interesantes batallas entre los candidatos impuestos de Grupo Universidad, algunos cercanos del Secretario de Gobierno Simón Vargas y de la dirigencia de Morena a Nivel Nacional.
Días valiosos perdieron muchos candidatos morenistas en las peleas judiciales. Recordaremos incluso que, en algunos municipios importantes, Morena no apareció en la boleta por la “novatada” de Alejandro Olvera Mota, representante del partido ante el órgano electoral y esposo de la diputada local de Grupo Universidad Roxana Montealegre Salvador, cuestión que, además, le costó el cargo y la militancia por no registrar a otra aspirante a regidora en Mineral de la Reforma.
Un análisis introductorio
Morena en Hidalgo está nadando, ya lo decíamos, contra corriente. Pero esta situación se agrava cuando, además, carece de una dirigencia en amplísimo sentido. Por un lado, Abraham Mendoza, que fue el presidente, abandonó el cargo cuando fue designado “súperdelegado” luego de abrirle la puerta a la llamada Sosa Nostra. La secretaria Angélica García Arrieta, quien ganó la senaduría en 2018, días después de llegar al cargo, falleció. Y el secretario de Organización Luis Enrique Cadena García se lanzó en la búsqueda de la presidencia municipal de Nopala.
El partido se quedó prácticamente en manos del presidente del Consejo Político, Andrés Caballero y de la camarilla de Carlos Mendoza, secretario de Formación Política. Así se lanzaba Morena a demostrar su valía.
Jornada electoral
Después de sacar a algunos candidatos cercanos a Grupo Universidad, el caso más importante es el de Areli Maya, esposa del expresidente Municipal de Mineral de la Reforma e imputado ante la justicia penal estatal, y el de su sucesora Diana Laura Ramírez Meneses que buscaron la candidatura en Mineral de la Reforma; Morena hizo una campaña más o menos decente en casi todos los municipios donde se presentó.
Sin embargo, sabemos cómo opera el PRI y el gobierno de Omar Fayad, apurando las obras de infraestructura de Pachuca y Mineral de la Reforma días previos a las elecciones, aunque quedaran mal (por ejemplo: los puentes vehiculares quedaron literalmente encima de los puentes peatonales que dan acceso a las estaciones del Tuzobús, vaya que tenían prisa). Pero la sorpresa la dieron cuando en muchos municipios se acusó de la compra de votos, incluso Israel Félix Soto, el príncipe de Fayad para el gobierno de Mineral de la Reforma, señaló a Morena de tal caso. Es el colmo de la desfachatez, cuando sabemos que Félix Soto usó su fundación no sólo como plataforma política sino para repartir regalos que fueron desde enceres domésticos o juguetes de plástico hasta caballos y demás animales de granja.
Pero los que sí que compraron votos fueron, ¡oh sorpresa!, el PRI. En redes sociales se denunció la tradicional vendimia donde el voto se cotizaba desde los doscientos hasta los dos mil pesos o a través de las tarjetas previamente repartidas donde se había prometido el pago por depósito en caso de que se lograra el triunfo o se comprobara el voto a favor de los candidatos. Sin embargo, también se denunció que los depósitos nunca llegaron o que los operadores políticos del PRI repartieron menos de lo prometido e incluso, sinvergüenzas totales, ¡pagaron el voto con billetes falsos!
Luego, ya iniciada la jornada electoral, se empezó a difundir que el Programa de Resultados Preliminares que cada elección orienta sobre los resultados, supuestamente no sería confiable porque la empresa a la que se le había encargado resultó no ser apta. Cualquiera pensaría lo mismo que el lector tiene en la mente mientras lee estas líneas: Se preparaba un fraude. Y tan grande fue el asunto que se empezó también a difundir que la empresa contratada ya había sido señalada de irregularidades previamente. Ni modo que fuera tan grande la torpeza del órgano electoral. Para subsanar su vergüenza que nadie creyó, el propio Instituto llevaría a cabo la publicidad del conteo y las proyecciones estadísticas.
Pero, en fin. En los conteos, que dicho sea de paso tardaron horas en empezar a difundirse, Morena empezaba a verse pequeño. Esto por dos razones: la primera es que es cierto que Morena se quedó corto y hasta se vio principiante, debido a conclusiones que más adelante explicaremos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las actas que se computaron en el sistema referían errores como ilegibilidad o carencia de datos. Lo curioso es que esto se daba en contra de Morena, o de manera general, a favor del PRI.
Estas irregularidades también fueron denunciadas por distintos candidatos de Morena en todo el estado, el ambiente era por lo menos, tenso.
Mineral para el PRI, en Pachuca sonaba un empate técnico, Tizayuca y Actopan para Morena, Huejutla otra vez para Encuentro Social, Ixmiquilpan para otro Charrez y hasta Tecozautla para un independiente.
Las cosas para Morena le habían quedado cortas. El PRI se llevaría más de treinta presidencias municipales, Morena apenas una quinteta y seis más en coalición. Todo había salido mal.
Postelección
Tras conocerse algunos resultados, se vislumbró el recuento de algunas casillas. El miércoles y las primeras horas del jueves siguiente se confirmaron algunas otras.
El lunes, se difundió que la Comisión Nacional de Honor y Justicia había determinado echar a Olvera Mota de la representación partidista y del partido. Ese mismo día, Ramírez Cuellar dio una conferencia de prensa sentado al lado de Olvera Mota…
En dicha conferencia dijo que pelearía cuantas elecciones fueran posibles con la finalidad de recuperar algo, comiéndose su tweet de que municipios importantes serían para Morena de acuerdo con sus propias encuestas de salida. ¿Pues a quién le preguntó?
Por otro lado, Pablo Vargas, candidato de Pachuca, anunció que se confiaría que el recuento le daría el triunfo en una elección cerradísima donde Sergio Baños, el compadre del gobernador, iba a la cabeza.
Finalmente, esto no fue así, aunque muchas boletas que votan al PRI fueron marcadas con un mismo crayón verde y con el crayón que el IEEH dejó en las mamparas, por si no se llevaba plumón para marcar. Denuncian el pago incompleto o “jineteado” u obligado por el PRI. Nuevamente el Doctor Pablo Vargas anunció en la Plaza de la Independencia a los pies del Reloj Monumental que se emprenderá una férrea lucha por la Presidencia Municipal.
Otro conteo de votos se dio en Tulancingo, donde, aunque notoriamente hubo un fraude en contra de Damián Sosa Castelán, se le declaró a Jorge Márquez, otro priista, ganador de la elección. Aunque Sosa Castelán no es santo de la devoción de nadie que quiera tener la conciencia tranquila, lo cierto es que hay hasta vídeos donde se declaran nulos los votos donde con líneas gruesas y con crayón le dan su voto al candidato de Grupo Universidad y con líneas más delgadas y tenues, evidentemente marcadas después, se “vota” por otro partido para hacer nulo el sufragio.
Pero en cuarto piso se celebra como si no hubiese mañana. Mineral de la Reforma votó por un virrey, por Israel Félix Soto. Para Omar Fayad no había mejor escenario posible e incluso, él puede decir que ya tiene sucesor y, ya enrachados, hasta se ve de Presidente para 2024. Poderoso caballero es Don Gobierno.
Una reflexión crítica
No ha faltado dentro de Morena quien busca culpables. Pero todos los caminos llevan, de la dirigencia estatal, a Andrés Caballero, a Carlos Mendoza y su camarilla, a Martín Sandoval Soto, a Ángel Tenorio y a Luis Enrique Cadena y de la dirigencia nacional, a Alfonso Ramírez Cuellar.
Morena tiene una militancia envidiable. Una militancia estudiada, una militancia crítica, una militancia que se dedica a organizarse y a formarse. Pero tiene una dirigencia que llega prometiendo y llega a hacer de Morena una empresa, su propia empresa. Esta dirigencia que tiene en Hidalgo no sirve para nada. Se han dedicado a bravuconear a los periodistas aplaudidores del gobierno estatal, que no son pocos. Se han dedicado a comentarse en redes sociales los memes y las fotos que entre ellos se suben.
Se han dedicado a acusarse entre ellos de todo y de nada. Se han dedicado a señalar, pero no hay autocrítica, no hay templanza, no hay voluntad. No hay dirigencia. Pedir su renuncia no es un capricho, es más que una necesidad. ¡Y todavía se sorprenden!
Una realidad innegable es que los resultados de las elecciones en Hidalgo y Coahuila, de deben directamente al proceso burocratización del partido, a las políticas de alianzas con grupos y partidos conocidos por sus posiciones conservadoras, de derecha que no representan una clara diferenciación con el partido de siempre. ¿Cómo pedir el voto para Morena en Tulancingo siendo el candidato el hermano de Sosa Castelán? ¿Cómo pedir el voto para Morena con candidatos de Grupo Universidad?
Los que habitamos en el estado de Hidalgo conocemos a la perfección lo que ha representado la Sosa Nostra y su Grupo Universidad porque lo hemos padecido. Ellos son un grupo de porros, corruptos disfrazados de burócratas que por años han tenido secuestrada la Universidad estatal, utilizándola como fachada para sus negocios ilícitos, enriqueciéndose a costa de la comunidad universitaria y utilizando la fuerza de la universidad para sus intereses electorales, ellos desde el inicio han sido un lastre para el partido, pues se desplazó a las bases militantes y honestas para incorporarlos a las filas de Morena, en las elecciones del 2018 este grupo consiguió la mayoría parlamentaria y sólo demostraron lo que ya sabíamos, que no representan los ideales de la 4T y mucho menos los intereses del pueblo trabajador.
Este lastre se evidenció claramente en estos comicios, sumado al hambre, pobreza y marginación agudizado por la pandemia entre la población hidalguense, el gran aparato de compra y coerción del voto que tiene el PRI, la inoperancia e indiferencia del IEEH ante las evidencias claras de compra de votos, generaron el ambiente propicio para los resultados que se obtuvieron, el PRI seguirá controlando la mayoría de los municipios del estado de Hidalgo.
Para remediar esto, es necesario purgar al partido de todos estos agentes oportunistas, empezando desde la dirección del mismo, las bases del partido deben imponerse ante las cúpulas de burócratas que vociferan la unidad a toda costa sin importar quienes representan esta “unidad”, la única unidad válida para nosotros es aquella en torno a un programa revolucionario, un programa en pro de los intereses de la clase obrera, campesina, de la juventud, las mujeres y todos los oprimidos, no basta con un cascarón vacío como partido para transformar nuestra precaria realidad, es necesario construir un partido desde abajo, desde sus bases militantes que fue la esencia inicial del desarrollo de Morena, la cual debe ser rescatada y si no es posible dado el grado de burocratización existente, debemos apelar a la construcción de un partido revolucionario, formado desde la fuerza de los sectores amplios y combativos de la clase obrera.
Morena ante las elecciones de Hidalgo: Sin velos
Publicamos este artículo escrito poco antes de la elección en Hidalgo, que da un panorama de lo que ocurre en municipios clave del estado y los problemas que Morena ha tenido tanto con la imposición de candidaturas por parte de la burocracia (contra lo que ha luchado la militancia) y la infiltración de elementos de la derecha como Grupo Universidad.
Tras reanudarse el proceso electoral en Hidalgo, a principios de agosto de 2020, en medio de la pandemia provocada por la COVID-19, Morena se juega más que una elección. Las divisiones internas, provocadas por una diligencia estatal que juega en contra y de una dirigencia nacional que lejos de abonar ha estado en medio de las negociaciones que han profundizado la herida dentro del partido.
Actualmente, los siete diputados federales de Hidalgo son de Morena, así como los dos senadores de mayoría relativa. Sin embargo, en 2016 sólo se ganó el municipio de Chilcuautla, aunque desde entonces, se sumaron seis presidentes municipales.
En el Congreso Local las cosas son similares a los frutos del “Efecto Andrés Manuel”. En 2018 se ganaron 17 de los 18 distritos locales. Pero aquí, en el Legislativo estatal, se disputan las batallas más interesantes. En diciembre del 2019, por ejemplo, se votó en contra de la interrupción legal del embarazo, a pesar de que la “izquierda” tiene la mayoría simple de entre los 30 diputados locales.
Pero todo esto tiene un origen en común: En Morena, como si fuera un virus, un grupo al que se le dio acceso se ha venido adueñando de voluntades, en especial de aquellos que desde un principio se les habían opuesto y poco a poco, ahora les justifican o simplemente evaden responsabilidades. Todos los caminos llevan a Grupo Universidad.
A continuación, la trama de las últimas semanas.
Mineral de la Reforma: El epicentro de la política
El Gobernador Omar Fayad lo tiene claro: Si gana su delfín, ya tiene sucesor. Las elecciones de 2020 serán un preámbulo de 2022 y Fayad quiere llegar con la mayor cantidad de peones con vida para coronarlos gobernador. Pero de entre todos, tiene a su favorito: Israel Félix Soto.
Es cierto, hay otros muchos, como Sergio Baños (Candidato Propietario en Pachuca), Benjamín Rico (Candidato Suplente en Pachuca), José Luis Romo Cruz (Secretario Ejecutivo de la Política Pública del estado), Julio Valera (Diputado local y secretario general del PRI) y tal vez otros dos o tres con perfiles menores.
Pero, a pesar de que a Israel Félix Soto, quien dejó el cargo que actualmente ocupa Romo Cruz para emprender una asociación civil que ha gastado dinero a diestra y siniestra sin tener un origen claro, es el favorito del gobierno para ganar la Presidencia Municipal de Mineral de la Reforma, cabalga en caballo de hacienda.
Esto último tiene una razón clara. Por un lado, desde antes de la cuarentena, el PAN designó a Luis Baños Gómez como su candidato, quién le ganó en las internas a Neydy Ivone Gómez Baños, síndica hacendaria de la administración de Raúl Camacho Baños. Empero, Baños Gómez ya había renunciado el año pasado al PAN por diferencias con Asael Hernández, diputado local; además, a pesar de que la elección, se rumora, estuvo amañada, no cuenta con el afecto de la gran mayoría de panistas mineralenses, pues lo han acusado de venderse para aceptarse derrotado jurídicamente en la elección de 2011 ante el procesado Filiberto Hernández Monzalvo.
Pero aunque el PAN está acabado en todo el estado y no representa posibilidad alguna de real amenaza para competir en casi ningún municipio, el problema principal viene de Morena.
Desde antes de iniciar la cuarentena, habían quedado establecidas las listas en cuanto al género. Mineral de la Reforma sería encabezado por un varón, derivado de las presiones de los equipos fundadores, ajenos a grupo Universidad. Sin embargo, esta presión tenía una motivación real: el diputado Sergio Mayer habría “recomendado” a Areli Maya, esposa del Presidente Municipal Raúl Camacho y diputada local panista, principal promotora de negar el derecho a decidir sobre sus cuerpos a las mujeres. Luego, reanudado el proceso, durante la insaculación de la lista de regidores, se anunció el cambio de género por mujer, esperando dar a conocer los resultados de las encuestas. Esto volvió a encender las alarmas de los fundadores, pues consumado el negocio, se emprendió una batalla entre todos los aspirantes oponiéndose a la candidatura de Maya.
La candidatura de Areli Maya nació no solo de la “recomendación” de Sergio Mayer, sino de un acuerdo político, se presume, entre Alfonso Ramírez Cuellar y el Grupo Universidad, en un restaurante de Hidalgo.
Francisco Patiño Cardona, líder moral de los fundadores de Morena en Hidalgo y en Mineral de la Reforma, e Hilda Miranda, exdiputada federal del PRD entre 2015 y 2018, emprendieron acciones legales ante el Tribunal Estatal Electoral. Además, Patiño Cardona ha realizado también manifestaciones y respaldado una huelga de hambre en las instalaciones donde estuviera la casa de transición del Presidente López Obrador, en la colonia Roma; así como al Palacio Nacional. En la segunda de estas manifestaciones por fin se pudo entablar conversación con Ramírez Cuellar, quien desde luego, se ha mantenido en su posición de no cambiar el género en la candidatura como desde un principio se había definido.
Continuaron las manifestaciones y huelgas de hambre, hasta que finalmente, cedió Areli Maya un día antes de iniciar campaña, tras la detención de su marido a días de entregar el gobierno municipal al concejo y luego el propio Grupo Universidad impulsó a una burócrata universitaria Diana Laura Ramírez Meneses, quien no hizo actos proselitistas y la batalla política y jurídica continuó.
La batalla por la cabeza de la planilla se definió hasta el 17 de septiembre, dejando con menos de un mes a la candidata Hilda Miranda para realizar actos de campaña, con el respaldo crítico y sin concesiones de Francisco Patiño y su equipo de trabajo. Pero el asunto aun no vería la luz.
El 22 de septiembre, German, candidato a síndico y hermano de la diputada Roxana Montealegre fue aprehendido por el presunto feminicidio en grado de tentativa contra su pareja, delito imputado posteriormente reclasificado como violencia familiar. Los señalamientos y acusaciones, auspiciados por un video del padre de la víctima, impulsaron la destitución de la candidatura de German y la aplicación de la justicia.
Morena nada a contracorriente en Mineral de la Reforma, con una candidata que ha ido sumando los adeptos de propios y extraños, que presenta una agenda más a la izquierda pero que tiene al enemigo metido en la casa, es decir, al Grupo Universidad, con sus tentáculos metidos en candidaturas a síndico, regidores y suplentes.
Pachuca: Una batalla desplazada
Pachuca tiene una situación singular. La candidatura de Pablo Vargas es fuerte como un roble. Salvo las impugnaciones de Canek Vázquez, expriista ligado a Manlio Fabio Beltrones, y del panista Francisco Xavier; Vargas parece que va con decisión por la Presidencia Municipal.
Va con las manos desatadas, pero se mide frente a un candidato que el gobierno estatal de Omar Fayad está apoyando con todo lo que tiene a su alcance, como en Mineral con Israel Félix: el compadre del gobernador, Sergio Baños. El dedazo le benefició al candidato del PRI, incluso por encima del que cualquiera pensaba que sería el “bendecido”, Benjamín Rico que terminó siendo su suplente.
Benjamín Rico fue Secretario de Medio Ambiente antes de su candidatura, pero también es cercano a la constructora Sylma, aquella que en 2018 salió en medios nacionales por irregularidades en la construcción del fraccionamiento Esmeralda y que al ciudadano que las denunció públicamente, terminó sujeto a proceso penal por difamación. La Firma Jurídica Díaz, la que también lleva asesorías a la fundación de Israel Félix Soto, fue la que asesoró a la constructora Sylma en dicho proceso penal donde se pedían más de 60 millones de pesos por indemnización. Dicha constructora es propiedad de Sylvia Jesús y María de los Ángeles Rico Moreno, cuyo hermano Marco Antonio fue secretario de Obras Públicas con Olvera Ruiz, y les licitaron casi un centenar de proyectos.
Pero el candidato Sergio Baños está ligado con el ala empresarial de Hidalgo, pues fue presidente en el estado de la Coparmex. Es cercano a distintos grupos empresariales en su empresa Oport, de publicidad, como el Grupo Pachuca de futbol, y a gobiernos priistas y panistas, pero nunca antes había participado en política hasta que su compadre Omar Fayad alcanzó la gubernatura.
Está claro que las intenciones de quedarse con la zona metropolitana de Pachuca y de municipios importantes es la espinita del Gobernador.
Tulancingo: El refugio de los Sosa Castelán
En Tulancingo las cosas se le dieron a la Sosa Nostra. Tras la detención de su líder, Gerardo Sosa Castelán, muchas candidaturas ligadas al Grupo Universidad empezaron a tambalearse e incluso a caerse. Pero en el caso de Tulancingo, Damián Sosa Castelán se ha aferrado a la candidatura con uñas y dientes. No solo ha desmentido las posibilidades de que renuncie a su aspiración, sino habla del tema sin tapujos y sin maquillajes, demostrando su entera desfachatez.
Sucede algo curioso, que las fuerzas del Grupo Universidad empiezan a replegarse hacia su cuna como sucedió con el Grupo Huichapan en su momento. Han quedado marginados y relegados a lo que suceda en Tulancingo y aunque han pactado con empresarios y caciques locales, se enfrentan ante Jorge Márquez, priista que busca volver a ser Presidente Municipal, y Juan Carlos Muñoz Saucedo, quien se apropió de la candidatura tras la renuncia de Julio Soto, otrora aspirante a la reelección por el PAN.
Lo cierto es que no la tiene sencilla pero las posibilidades de ganar ahí están, aunque no solo libra una batalla política, sino también la penal ante la inminente detención por la posible relación en los negocios de su hermano.
Ni una concesión al Grupo Universidad
El panorama para Morena empieza a antojarse interesante. Aunque el Grupo Universidad está herido, no está muerto y sigue dando patadas de ahogado. Están acostumbrados a negociar a lo grande, recordemos que la diputada local Corina Martínez quería poner a su hermano como Presidente del Concejo Municipal de Pachuca o los acomodados de Roxana Montealegre en el de Mineral de la Reforma, asunto que se terminó cayendo por las negociaciones entre la dirigencia nacional de Morena y el secretario de Gobierno estatal que desembocó en decenas de priistas en los órganos municipales interinos.
Buscan quedarse no solo con el pastel completo sino con toda la fiesta, lo que les ha ido orillando a estar en medio de la tormenta, recibiendo golpes justos desde el gobierno federal a través de la UIF y a veces, por parte del gobierno estatal.
Detenidos primero su aliado Raúl Camacho y después su líder Gerardo Sosa Castelán, Grupo Universidad está en la lona. Veremos si hay capacidad por parte de los representantes partidistas para terminar de darles concesiones, o seguirán siendo como siempre, rebasados por las bases de Morena de pura cepa que les enfrentan y encaran.
Morena va a ganar muchas presidencias municipales y la crítica sana y el posicionamiento de perfiles preparados pero sobre todo honestos y conscientes, podrán desempeñar papeles de auténtico servicio y no velando por los intereses oscuros.
Morena: elecciones y democracia interna
No debemos olvidar que Morena está posicionado como el partido político con mayor fuerza en nuestro país, resultado principalmente del enojo popular en contra de los partidos tradicionales como el PRI y el PAN y sus partido satélites (PRD, PVEM y MC) quienes hoy están derrotados y que difícilmente van a recuperarse como opción política después de comprobarse la escandalosa red de corrupción que se armó en el sexenio del priista Peña Nieto para impulsar el pacto por México y sus reformas estructurales, además de la demostrada alianza narco-gobierno del PAN durante el sexenio de Calderón y García Luna, ahora enfrentando un proceso judicial en EEUU.
Es por eso que los políticos aliados de la burguesía, deben encontrar un nuevo trampolín político, un partido que funja como agencia de colocación para seguir ocupando los espacios de representación popular y así continuar representando los intereses de la burguesía. Si lo permitimos, esta agencia de colocación, puede ser el mismo Morena.
Ideología y programa de lucha
En los documentos básicos de Morena encontramos los principios rectores de nuestro partido, así como la forma de organización y el por qué luchamos. Al revisar los documentos de manera crítica, podemos darnos cuenta de la falta de ideología.
Los militantes y millones de simpatizantes de Morena representan las más variadas formas de pensamiento, la gran mayoría participa de buena fe y con las mejores intenciones. Pero no es suficiente contar con la buena voluntad de querer transformar las condiciones en las que vivimos, pues hace falta comprender la realidad para identificar lo que tenemos que combatir, es decir, la causa del actual estado de cosas para conocer contra lo que luchamos para hacer realidad un cambio.
En Morena se identifica el modelo neoliberal como el causante del actual estado de cosas: la pobreza, el desempleo, la corrupción, el saqueo a la nación, las privatizaciones, la deficiencia del sistema de salud y educativo, la antidemocracia, la corrupción, la impunidad etc. Podemos decir que la ideología de Morena es antineoliberal.
Nuestro Programa de Lucha es la oferta política hacia la población, menciona que luchamos por un nuevo modelo económico, pero no lo define, no lo nombra, solo menciona sus buenas intenciones. Ese nuevo modelo puede ser lo más avanzado o lo más reformista dependiendo la práctica política de quien lo ejecute. Al plantearse como problema el modelo y no el sistema al final a lo que aspira es a reformar el capitalino cundo lo que necesitamos es acabar con él.
Aunado a lo anterior, Morena dice que promueve la formación ideológica y política de sus integrantes, basada en valores democráticos y humanistas, ¡nada más indefinido!, pues si recordamos que el actual sistema es el capitalista y la clase dominante es la burguesía, estos “valores democráticos y humanistas” dentro del marco del actual Status Quo se convierten en los valores de la clase dominante en el marco del capitalismo.
Lo que cabe señalar es que, en los planteamientos del partido existe una importante contradicción que al mismo tiempo que intenta proponer algo nuevo le otorga derecho pleno a que permanezca a lo viejo, es decir, y ésta es una cuestión clave, ¿Puede una ideología nueva, progresista, construir un nuevo modelo económico, o mejor aún, un nuevo sistema, sin plantear desechar de sí el anterior modelo y sistema, incluida su ideología?
Y como no existe una definición clara, Morena se define como una organización plural, amplia e incluyente, y se ha mencionado hasta el cansancio que caben todos y todas con sus formas de pensamiento y para no verse afectada la imagen de una organización incluyente, se les da cabida a todos, incluyendo a los neoliberales, los conservadores y su ideología. Ejemplos hay muchos.
Para evitar el oportunismo de estos neoliberales, Morena debe definirse abiertamente anticapitalista y con un programa socialista.
Forma de organización y democracia interna
Para que un partido político tenga una vida interna auténticamente democrática, debe priorizar la voluntad de la mayoría por encima de los intereses de la cúpula que se siente dueña del partido. Debe existir una participación activa desde la base en los asuntos del partido y debe existir una actividad permanente de preparación de cuadros políticos, fomentando una vida sana entre los militantes en grupos afines a la lucha política, a principios y afinidades ideológicas de izquierda.
Podemos decir que la vida democrática partidaria se ha degenerado cuando: quienes llegaron a la dirigencia se perpetuaron en los órganos de dirección del partido, mientras recurrieron a las más vulgares estrategias para aplazar el proceso de renovación. Se les olvida que llegaron ahí por la voluntad de la mayoría y muy pronto traicionaron los propios estatutos al no renovar a tiempo la estructura del partido.
La situación actual es producto de una suma de decisiones que se fueron tomando desde la dirigencia cuando aún era presidente del partido el compañero Andrés Manuel: desde conformar una estructura paralela a la de los coordinadores distritales y comités ejecutivos municipales, esta estructura de enlaces respondía al mismo López Obrador de manera vertical y sin tomar en cuenta a las dirigencias locales, se abocaron a conformar la estructura electoral rumbo a la elección de 2017, se condicionó la conformación de los comités ejecutivos municipales, a la conformación del cien por ciento de esa estructura electoral. Cosa que no solo no se logró, sino que los enlaces actuaron bajo las prácticas más viles, sin rendir cuentas, enalteciéndose por encima de la militancia y relegando a los coordinadores distritales de su función.
Pero el atropello no terminó ahí, sino que, en 2018 se pidió aplazar la renovación de la estructura y extender un año más a las y los coordinadores distritales y las estructuras vigentes en ese momento, con el pretexto, nuevamente, de que se acercaba el proceso electoral.
Toda esta suma de decisiones derivaron en lo que ya todos fuimos testigos, el jaloneo entre consejo y comité ejecutivo nacional en 2019. De ello se desprenden problemáticas graves. Primero, no se tiene un padrón confiable, ya que el comité ejecutivo nacional no hizo las actualizaciones correspondientes ante el INE de las afiliaciones de los últimos años.
Además, de hacer del padrón una total manipulación con vías a cargar la balanza a conveniencia, y así controlar quienes podían o no participar en las asambleas de morena. Segundo, la mayoría de coordinadores y puestos claves en consejo nacional, comité nacional y consejos estatales, ya no cumplen con sus funciones, pues gran parte de ellos están representando algunos cargos públicos, lo que nos deja con una dirección en manos de unos pocos que, además, responden a intereses de grupos de intereses.
Cómo consecuencia, la vida interna del partido no se decide en los comités de base, que en teoría son los órganos constitutivos de nuestro partido, sino que se decide mediante acuerdos y pleitos de la dirigencia que usa a los militantes para legitimarse. De no exigir la inmediata renovación de nuestros órganos de dirección, conducción y ejecución, es decir, coordinaciones distritales, comités ejecutivos municipales, Consejos y Comités Estatal y Nacional, estaríamos permitiendo perpetuar a los mismos dirigentes que tanto han dañado nuestro partido.
Formas de elección de candidatos
En las formas de elección de nuestro partido no se ha priorizado la voluntad de la militancia sobre quienes nos deben representar, en la democracia de la tómbola y el dedazo, nunca se ha analizado que se elijan a representantes ante nuestros órganos de dirección o los cargos de elección, a perfiles que estén vinculados con la lucha social o con una carrera probada en la práctica política de izquierda, o perfiles que demuestren su capacidad en la defensa del pueblo, les basta con que sean candidatos populares, sin importar si lo son por sus malas prácticas.
Habría que agregar que la forma de designación es poco democrática, ya que, es la comisión nacional de elecciones, con sus enlaces estatales y municipales, quienes definen los perfiles de los candidatos, dejando al margen de esas decisiones a la militancia. Y solo para el caso de las listas plurinominales, diputados federales, diputados locales y regidores en cada municipio, se convoca a asamblea municipal y distrital, según sea el caso, para elegir a candidatos que irán a una insaculación para elegir el orden de las listas de plurinominales. Debemos exigir un cambio en la forma de elegir: ¡Alto a las decisiones de la Comisión Nacional del Elecciones! los militantes tenemos derecho a elegir en asamblea democrática, quienes queremos que nos representen, basados en su perfil de lucha y probados en su militancia política de izquierda.
Lo que más ha dañado al partido ha sido el Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México, ya que mediante ese acuerdo se abrió el partido a elementos de la derecha, a empresarios, a gente de la farándula, además, no solo firmaron el acuerdo, sino que se les entregó un importante porcentaje de las candidaturas a los partidos de la coalición PT y PES aunque no aportaron mucho en votos, por ejemplo, el PES perdió su registro. Muchos representantes derivados de ese acuerdo, hoy han traicionado al partido que les abrió las puertas, o no representan los principios de Morena ¿cómo esperar que esos representantes lleven a cabo y defiendan los documentos básicos, cuando, ni siquiera los conocen?
Como podemos ver, en la corta historia del partido, la dirigencia en turno ha relegado a la militancia de sus funciones como protagonistas del cambio verdadero, los ha hecho a un lado a la hora de tomar decisiones y le ha negado la posibilidad de aspirar de forma honesta a los cargos. A los comités de Protagonistas del Cambio Verdadero, los ha desprovisto de los elementos ideológicos y materiales para cumplir sus funciones. Sin embargo, tras la resolución del Tribunal y con la amenaza de ver sus intereses perjudicados por perder el control sobre la designación de cargos que les permitía negociar a sus anchas, ahora estos dirigentes hacen un llamado de auxilio a la militancia, esa militancia honesta y trabajadora a la que tantas veces han utilizado para legitimar las más viles prácticas que han enquistado dentro del partido.
La resolución del tribunal
En la resolución del tribunal, se establece que el método para elegir al presidente y al secretario general es mediante encuesta abierta a la población de quienes se auto adscriban como militantes y simpatizantes de Morena, bajo el método y condiciones que libremente determine el INE, sumado a eso, en ella podrá participar como candidato cualquier militante que cumpla los requisitos estatutarios, salvo el de ser consejero nacional. Pero no deja claro la renovación de los demás órganos de dirección y argumenta que es posible la renovación, si se toman en cuenta las medidas sanitarias correspondientes.
Debemos analizar qué hay detrás de esta resolución, ya que, muchos durante este periodo, han defendido las resoluciones del tribunal argumentando que es una autoridad superior y que el partido debe acatar sus resoluciones, o incluso han culpado a la falta de acuerdos entre los dirigentes o han culpado a la militancia por haber abandonado el trabajo de campo.
En primer lugar, como se explicó al inicio, los partidos de la burguesía, han perdido credibilidad y sus políticos aliados, necesitan un trampolín para lanzarse a los puestos de representación y así seguir representando los intereses de la clase dominante. En ese intento de entrar a Morena a ocupar los cargos, utilizan sus instituciones de justicia, para obtener el control del partido, aprovechando cualquier descuido para facilitar la llegada de uno de sus representantes.
A todas luces, la resolución es violatoria de los derechos de la militancia, pues no solo nos quita la posibilidad de decidir en asamblea distrital a un coordinador, que al mismo tiempo sería delegado al consejo estatal y al congreso nacional, para que pueda ser electo como presidente o secretario general en el comité ejecutivo nacional, sino que, nos obliga a aceptar que mediante encuesta abierta se elija a quien va a dirigir nuestro partido, invalidando nuestra militancia en este mismo acto.
Esta resolución del tribunal, no solo es inaudita, sino hasta ilegal, ya que es contraria a nuestro estatuto y a las leyes vigentes en la materia. Es una resolución facciosa, destinada a perjudicar al propio partido, ya que, mediante esta vía incluso podría llegar a dirigir el partido alguien que históricamente ha apoyado lo que hoy Morena pretende erradicar. Pero no debemos olvidar que estas instituciones siempre han actuado en contra de la democracia en nuestro país, aunque en el nombre han cambiado, en los hechos son las mismas que consumaron el fraude de 2006, y legitimaron la presidencia comprada de Peña Nieto. A pesar de estos antecedentes del INE, hoy nos piden confiar en él.
Por último, los militantes conscientes de Morena hemos sido los más afectados, porque mientras somos nosotros quienes construimos Morena, salimos a las calles e hicimos campañas de sacrificio, la dirigencia en turno se encargaba de entregar el partido a los aliados de la burguesía, por lo que hoy, no aceptamos que se nos haga responsables de los vicios que se han enquistados en Morena, ni mucho menos de la falta de acuerdos entre la dirigencia, ya que, su pugna no se da en el marco ideológico o del programa de lucha, sino por el control sobre los puestos.
Los militantes más honestos y consecuentes, debemos seguir en la defensa del pueblo, ser conscientes que la llegada al poder López Obrado únicamente es un pequeño paso, pero que, para consolidar el cambio, necesitamos una transformación más profunda y radical. Debemos defender un programa socialista y formarnos en el materialismo dialectico para alejar a los oportunistas, así como métodos democráticos dentro de Morena donde las bases controlemos a los dirigentes y podamos tomar el control del partido. Debemos, continuar con nuestra labor de concientizar a la población, para que no sean presas de las mismas prácticas políticas que los aprendices del PRI ahora reproducen en Morena. Debemos, continuar informándonos, preparándonos y formando nuestra conciencia crítica y de clase que nos llevará a comprender la realidad y por qué de la necesidad de transformarla. Por último, debemos construir el partido revolucionario que nos lleve a la toma del poder a la clase trabajadora y así conquistar nuestros intereses históricos.