Legalización del aborto en México y la lucha de la mujer en este sexenio
El movimiento femenino y proletario a nivel internacional han puesto sobre el ojo del huracán todas las viejas políticas de opresión bajo el sistema capitalista que las mujeres hemos sufrido cotidiana e históricamente, no sólo para debatirlas sino para destruirlas.
Y una de esas políticas es sobre el aborto, la legalización, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres que se han estigmatizado de manera conservadora y que los gobiernos han utilizado para mantenernos recluidas en los hogares.
Justo un 24 de abril pero del 2007 se aprobó en la camara de diputados la despenalización del aborto antes de las primeras 12 semanas de gestación, esta iniciativa se ofertó sólo en la Ciudad de México y desde hace 12 años de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). En los servicios de salud se han realizado 209 mil 359 procedimientos con cero muertes maternas. El ILE sólo se puede practicar en la CDMX pero esto no impide que el procedimiento sea solicitado por mujeres de otros estados, el 96% de estas mujeres son del EDOMEX, Puebla y CDMX, hubo registros de mujeres extranjeras y de otros estados como Colima o Campeche. El 69% de las mujeres tenía entre 19 y 29 años.
Aborto legal: seguro para no morir
La prohibición legal del aborto jamás ha impedido su práctica clandestina cuyas consecuencias afectan sobre todo a las mujeres de los sectores más pobres y desprotegidos que carecen de recursos económicos e interrumpen su embarazo bajo condiciones de inseguridad. Mientras que en los países europeos es legal la interrupción del embarazo sin distinción de motivos Latinoamérica junto a Sudáfrica impone el mayor número de restricciones.
Latinoamericana es la región con mayor práctica de abortos clandestinos, un estudio del Instituto Guttmacher expresa que 44 de 1000 mujeres practican el aborto inducido y el 60% de los procedimientos se ubica en la categoría de inseguros y anualmente cerca de 760 mil mujeres en la región son atendidas por complicaciones en los procedimientos; aborto incompleto, perdida excesiva de sangre o infección. En 2014, al menos 10% del total de muertes maternas (equivalente a 900 muertes) en América Latina y el Caribe se debieron a abortos inseguros.
Las cifras por abortos clandestinos (inseguros) en realidad son muy escandalosas entre 1990 y 2005, el aborto representó la tercera causa de mortalidad materna en el Distrito Federal(ahora Ciudad De México), mientras en el ámbito nacional constituyó la quinta. En 2005, la tasa anual promedio de hospitalización por abortos mal practicados por cada mil mujeres de 15 a 49 años en el Distrito Federal era de 9.1, cifra significativamente alta respecto del indicador nacional, que era de 5.8.
El debate sobre la despenalización del aborto, principalmente, ha puesto sobre la mesa del movimiento social de mujeres y en los parlamentos en cada país el reconocimiento legítimo de las mujeres y su derecho a decidir sobre sus cuerpos, hacer uso de sus derechos reproductivos y sobre todo tratar de romper con la moral y el conservadurismo de los sectores religiosos que tiene un fuerte peso en las políticas públicas.
La legalización del aborto es una demanda dentro de la lucha de clases. Mientras las mujeres proletarias, que trabajan haciendo labores domésticas, amas de casa o jóvenes de las regiones del país más atrasadas, bajo las condiciones de opresión y carencias del sistema capitalista buscan las alternativas para liberarse de embarazos no deseados por diferentes circunstancias. Las mujeres burguesas y pequeño burguesas tienen el recurso suficiente para practicarse un aborto en una clínica privada y continuar con la cotidianeidad de sus vidas en las altas esferas de la sociedad.
Con la práctica del aborto en la clandestinidad el Estado y sus gobiernos se deslindan de cualquier responsabilidad política, jurídica y de salud pública. Entendemos que bajo este sistema en decadencia y con el aumento de la violencia hacia las mujeres, el atraso social se recrudece para conceder libertades como el aborto legal por eso esta lucha por la vida de las mujeres y la clase trabajadora será una lucha férrea contra los conservadores y la burguesía.
AMLO, el nuevo gobierno y el reto de la legalización del aborto en todo México
Diremos que el nuevo gobierno en algunos puntos tiene una política progresista pero definitivamente no es una política “anti-neoliberal” y que las propuestas para el desarrollo del país en este sexenio son muy controversiales tanto en el ambiente parlamentario como en la lucha callejera.
Pero uno de los aspectos donde el nuevo gobierno se ha quedado corto en cuanto a propuestas ha sido el tema de la mujer, la violencia, los feminicidios, aborto, trabajo precario, el trabajo doméstico, etc. No hay propuestas concretas, o mejor dicho, hay un proyecto laxo que no engloba las necesidades expresadas en los últimos años por el movimiento social femenino.
Una de las principales limitantes para que exista un proyecto fuerte que combata las problemáticas mencionadas es que dentro de la bancada de Morena han saltado personajes conservadores opuestos a los derechos humanos y que defienden fielmente sus intereses de clase y creencias por muy retrogradas que sean.
El congreso de Nuevo León recientemente aprobó penalizar el aborto, castigar, mandar a la cárcel a mujeres que lo practiquen en ese estado, esto es un retroceso social y por supuesto violenta los derechos reproductivos de las mujeres. A nivel nacional el aborto es legal, y se puede practicar a mujeres víctimas de violación sexual (claro siempre y cuando puedan comprobarlo), en 25 Estados es legal cuando el embarazo pone en peligro de muerte a la madre, en 16 cuando hay malformaciones en el feto y en un par de Estados puedes abortar por carencia económica, en casi todos los casos el aborto está penalizado en México con excepción de la CDMX.
Voces como la de la Lily Téllez, que aprueban estas iniciativas y que además despotrican contra las expresiones por la legalización del aborto como lo es el pañuelo verde, alegan que el aborto es un asesinato contra el ser humano, que va en contra de la vida y varias especulaciones moralistas y anticientíficas. Los sectores más a la izquierda de Morena y en la población tenemos la obligación de combatir estas posturas reaccionarias que pretenden mantener las cosas tal y como están.
En el congreso de Hidalgo ha comenzado el debate y la propuesta es la despenalización del aborto ampliando las cusas por las cuales se puede exigir el mismo. Es un primer paso tener iniciativas que abran el debate en pro de un avance rumbo a la despenalización del aborto por cualquier causal, pero el objetivo debe ser su legalización para evitar que más mujeres mueran por su práctica clandestina.
Las mujeres organizadas han dado una ofensiva férrea fuera de los congresos estatales y en los espacios públicos exigiendo el aborto legal y seguro ya. El movimiento de mujeres en Argentina ha sido una inspiración y la marea verde ha venido a revolcar las políticas reaccionarias y las mujeres proletarias, universitarias de a pie han decidido montarse en ella para impulsar la lucha a su favor. En la Ciudad de México, Baja California, Chiapas, Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo y Veracruz, las mujeres organizadas colocaron una manta verde con la exigencia “Aborto legal y seguro en todo México”.
Ya no hay marcha atrás en este proceso, las mujeres organizadas y de a pie debemos dar la batalla hasta el final. Al concluir el 2018 se aprobó la legalización del aborto en Irlanda, hace unas semanas en Corea del Sur se aprobó, a nivel internacional las mujeres españolas son un ejemplo de organización y lucha que los últimos 8 de marzo han paralizado, junto a los hombres obreros, las industrias y llenan las calles de fervor revolucionario.
Debemos ser conscientes de que la batalla será dura y que si hoy no hay avance mañana debemos doblegar esfuerzos. Las organizaciones de izquierda, de derechos humanos, revolucionarias deberán abonar al debate en torno a la lucha por la emancipación de la mujer, deberán participar y alentar a las mujeres a organizarse, si bien el debate por la despenalización del aborto es un avance debemos luchar por la legalización del aborto, por el reconocimiento de un derecho humano, reproductivo y de salud.
¡Aborto sí o no, eso lo decido yo!
¡Educación sexual para decidir!
¡Anticonceptivos para no abortar!
¡Aborto legal y seguro para no morir!