Este martes 18 de mayo los normalistas se encontraban en una jornada de lucha contra la iniciativa de las autoridades educativas y gubernamentales de realizar el examen de admisión en línea a la normal rural de Mactumatzá Chiapas, esta es una medida que segrega y limitaría a la mayoría de los aspirantes que no cuentan con la infraestructura más básica como electricidad, computadoras, o internet. Los normalistas exigen que el examen sea presencial con la toma de las medidas de sanidad necesarias por la pandemia.
En una protesta frente a una caseta de cobro los normalistas fueron reprimidos y detenidos por el gobierno de Rutilio Escandon.
No es la primera vez que el gobierno responde de esa manera a las legítimas demandas de los estudiantes, la semana pasada frente al palacio de gobierno los estudiantes fueron desalojados de manera violenta.
Desde las Juventudes Marxistas y el Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico nos solidarizamos con nuestros hermanos normalistas y exigimos al gobierno del Chiapas la libertad de los estudiantes detenidos y el cese a la represión, además exiugimos el cumplimiento de las demandas estudiantiles.
Repudiamos las políticas educativas que solo segregan a los aspirantes, esto obedece al golpeteo constante hacia el normalismo rural en México, cuyo objetivo es desaparecerlo.
¡En defensa de la educación publica y gratuita! ¡En defensa del normalismo rural! ¡Libertad a los estudiantes detenidos! ¡Unidos y organizados venceremos!
Al día de hoy se ha hablado mucho del movimiento en la UNAM. Movimiento que, como sabemos, tiene un origen nada cercano, pues lo que vemos ahora no es más que la continuidad de los grandes problemas que aquejan a la comunidad universitaria desde hace ya varios años. Desde el año 2019, la UNAM no ha dejado de tener movilizaciones activas por parte del alumnado. Recordando un poco, fue precisamente en ese año donde los movimientos feministas tomaron una fuerza relevante que ha crecido importantemente. Las condiciones de explotación y opresión presentes en el mundo y particularmente en Latinoamérica, han desencadenado una larga lista de movimientos de la clase obrera y sociales que igualmente tuvieron impacto dentro de la universidad y en todo nuestro país, como ondas expansivas. El movimiento por los derechos hacia la mujer que recorrió toda Latinoamérica, llegó a nuestro país con mayor fuerza el año pasado, casi junto con la pandemia del COVID-19. De esta manera la universidad se vio envuelta en este movimiento por las condiciones materiales que estaban presentes, de una u otra forma, en todo el mundo. Así, desde los últimos meses del año 2019 y con un mayor auge en los primeros del 2020, la comunidad estudiantil organizó varias tomas de planteles, paros indefinidos, marchas y una serie de procesos diversos en cada plantel, pero todos con el mismo lema: “alto al acoso en la UNAM”. También vale recordar el movimiento de profesores en algunos planteles del CCH en el año 2019, así como la constante problemática porril que aun daña a la comunidad. El movimiento ha tenido en varios momentos y el potencial para avanzar mucho más.
Hay causas que ameritan una lucha sin duda, como las fugas que hay en el presupuesto de parte de las autoridades y el aparato burocrático universitario, hay sueldos excesivamente altos y gastos no reportados, en síntesis, la gigantesca corrupción universitaria siempre existente. De igual manera, en algunos casos se mencionó cómo el aparato universitario es una máquina anti-democrática por excelencia, una organización vertical donde un pequeño grupo de “oligarcas” académicos conforman la cúpula universitaria que deciden todo sobre la UNAM, y que pasan por encima de los alumnos, profesores, trabajadores, empleados, auxiliares, es decir, por encima de quienes hacen funcionar a la UNAM. Cuestiones de esta índole, así como las precarias condiciones que se sufren en muchos planteles, los trabajadores y los estudiantes, fueron apenas mencionados en los recientes movimientos.
El que era no solo la “joya de la corona” sino que parecía ser la reina misma, era el movimiento feminista, el cual, por su principio de luchar “solo mujeres” terminó ahorcando al movimiento estudiantil, limitándolo únicamente a unos cuantos colectivos y excluyendo de la lucha a miles de estudiantes, así como a toda la comunidad de profesores y trabajadores. Después de todo el esfuerzo invertido, rectoría empujó la consigna de: “todo vuelve a la normalidad” y la tendencia sectaria del separatismo feminista les facilitó el camino.
Al día de hoy la UNAM no solo mantiene todos los problemas del acoso, sino, que ahora los demás problemas de la universidad y su aparato burocrático son más visibles que nunca. Un aparato que decidió dar inicio a un ciclo escolar en línea provocando hasta ahora miles de bajas de estudiantes, y miles más en camino. Hasta noviembre del año pasado, eran más de 7,000 los estudiantes que por las circunstancias y las negligencias universitarias, se dieron de baja. Actualmente la misma universidad prevé que este número aumentará a más de 72,000 estudiantes.
Hoy no solo se lamentan los casos de acoso, la violencia de género, las denuncias se han estancado, los miles de estudiantes afectados por las clases en línea, etc., Las autoridades en rectoría no han dado respuesta alguna al movimiento estudiantil, ignorándolo, difamándolo y con constantes intentos de engañar con comunicados poco creíbles, decidiendo iniciar como si nada el semestre en línea. También un problema antiguo sale a la luz en la UNAM. El profesorado, al que se le violan sus derechos laborales a niveles intolerables, levanta el puño. El profesorado es naturalmente un grupo poco movilizado, es normal que inicialmente sus demandas adquieran un carácter economicista y hasta individual, pero en el proceso de lucha el movimiento puede adquirir gran conciencia. Una medida inicial en este camino es la correcta búsqueda de la unidad que este movimiento está desarrollando. Las condiciones materiales del actual movimiento de profesores ya se han hablado anteriormente, no queda más que remarcar los constantes comunicados de la burocracia universitaria que buscan desinformar con las falsas aseveraciones de pago a casi la totalidad de la planta docente.
La máquina burocrática de la UNAM se da la libertad de lanzar estos comunicados, que obviamente están muy alejados de la realidad, al desconocer paros votados por asambleas estudiantiles, a seguir enarbolando el eslogan de “la UNAM no se detiene”, a seguir pagando salarios millonarios a los funcionarios, a tomar decisiones de manera antidemocrática que afectan a los estudiantes, maestros y trabajadores. Todo esto debido a que los movimientos no logran derribar a esta misma maquinaria. El actual movimiento de estudiantes y académicos, si bien sigue en pie, se ve día tras día debilitado por la pandemia y las clases en línea. La organización estudiantil está presente, no solo en la UNAM, sino en muchas escuelas del país, con grandes intentos de solidaridad, como son las asambleas interuniversitarias, sin embargo, hace falta el elemento aglutinador, el elemento natural donde los estudiantes se reúnen y organizan, los planteles, que debido a la pandemia se encuentran cerrados.
Por otra parte, se corre el riesgo que una vez que se les haya pagado a los profesores, éstos dejen automáticamente de luchar por sus derechos laborales, dificultando también el desarrollo del movimiento estudiantil. Pero esta lucha, incluso si temporalmente se desvanece, quedará marcada en la conciencia, pero lo correcto es que los sectores más conscientes del profesorado se mantengan organizados políticamente, preparándose para las futuras batallas. Las condiciones dadas por el capitalismo en crisis y las nulas respuestas por parte de las autoridades son más que idóneas para una movilización que haga retumbar hasta los cimientos a la universidad, pero, como lo planteo Lenin: “La revolución no se hace, sino que se organiza”.
El ¿Qué hacer? debe de ir enfocado una lucha conjunta, una lucha que deje de lado el sectarismo y punitivismo hoy presentes en la universidad. Toda la comunidad estudiantil debe de luchar con los métodos clásicos del movimiento estudiantil, como son las asambleas democráticas y libres, sin permitir que un pequeño grupo tome las decisiones, divida el movimiento, limite la participación o imponga los procesos para la toma de acciones. Estas deben de ser las bases para los futuros movimientos en la universidad, donde sea la gran mayoría la que decida sin restricción alguna para participar. Hoy los profesores de asignatura están luchando por sus sueldos, pero el deber es ir más allá, exigir basificación total, nivelación de horas, respeto a todos sus derechos laborales, etc.
Por consiguiente, las propuestas que se lanzan son:
Luchar con los métodos tradicionales del movimiento estudiantil y de trabajadores, tal como son las asambleas amplias, unidad de trabajadores y estudiantes, la difusión en toda la universidad a través de volantes, la formación de brigadas con toda la comunidad, etc.
La organización política de profesores, alumnos y trabajadores debe de ser de carácter permanente, a través de asambleas y comités que funjan como las mayores herramientas para la unificación en el movimiento.
No limitar el movimiento a la UNAM, sino, establecer la vinculación con los profesores de otras universidades, como es el caso del IPN, la UAM, etc., que actualmente comienzan a movilizarse. Vincularse con estos profesores fortalecerá la lucha por los derechos docentes, que es la lucha por los derechos estudiantiles.
Las demandas de los profesores de todas las universidades deben de ser uno de los pilares más importantes en el movimiento. Los profesores de asignatura actualmente están siendo atacados en sus derechos laborales, que se traducen en ataques a nuestros derechos como estudiantes. Pago total y completo a todos los profesores, basificación de toda la planta docente, nivelación de horas, respeto a contratos colectivos, etc., deberán ser nuestras consignas.
No basta con señalar las exigencias de los profesores, trabajadores y alumnos, debemos emplazar directamente a las autoridades de la universidad para que dichas exigencias sean escuchadas y respondidas. Obligar a rectoría a cumplir con las demandas, impidiéndole dar respuestas huecas o proyectos a medias.
Para lograr este emplazamiento es de suma importancia darle un carácter político y de clase a las asambleas interuniversitarias. Tenemos que llegar a acuerdos, resolutivos y una toma de decisiones claras por parte de toda la comunidad universitaria. Que las asambleas se sustenten en la movilización y sólida organización de la comunidad para que tomen el peso político que obligará a las autoridades a respetar los resultados de estas.
Los órganos de lucha naturales de los trabajadores, los sindicatos, deben de encaminarse a su democratización completa para con ello marcar la lucha y exigencias de todos los trabajadores.
Llamado a la unificación, no solo de las tres partes de la comunidad, estudiantes, maestros y trabajadores, sino, también con las comunidades de las demás universidades y el pueblo trabajador en su conjunto. Organizar un frente único para el movimiento estudiantil. No más movimientos separados ni divididos. El todo es mayor que la suma de sus partes. Todos los alumnos de cada facultad y escuela deben de impulsar el llamado a la unificación, que responda a las decisiones antidemocráticas de las autoridades que atentan contra los derechos de los estudiantes, trabajadores y la educación pública. Debemos exigir la recalendarización del semestre, dotar a la comunidad (sobre todo a los sectores más vulnerables económicamente) de las herramientas técnicas que necesitan, tener medidas de seguridad sanitaria para todos los estudiantes y profesores, exigir el cumplimiento de los derechos laborales de toda su planta docente, la basificación, la nivelación de horas, etc.
Estamos a unas semanas que el semestre termine y con ello inicien las vacaciones intersemestrales, en las cuales la maquinaria burocrática busca apagar todo el movimiento hoy persistente. No solo debemos impedir que rectoría apague el movimiento con el dedo pulgar, sino, debemos de tener ya previsto lo que se aproxima. El 2020 fue un año extraordinario, de eso no cabe duda, pero la crisis del capitalismo no se irá junto con la pandemia. Debemos sacar conclusiones, nos debemos preparar para el porvenir.
Como ya lo hemos dicho, la nueva reforma a la educación superior deja la puerta abierta a la privatización de ésta a esto debemos sumar los constantes ataques a la comunidad estudiantil, la violación de los derechos laborales, la agudización de la crisis económica que recae sobre la espalda de los trabajadores, los miles de desempleados, el crimen que sigue a la orden del día, etc. Todas estas condiciones adversas, creadas por el capitalismo, son las mayores señales que debemos de organizarnos en un frente único de trabajadores y estudiantes. No tenemos que limitar el movimiento a la UNAM, el frente que creemos debe contemplar, conforme a las condiciones materiales, un frente por igual en el IPN, en la UAM, etc., el movimiento estudiantil unido a los trabajadores tiene las condiciones para luchar en cada universidad. Es cuestión de organizarse políticamente.
El ataque ideológico de la burguesía hacia los estudiantes
El asistir a un espacio académico, no va ligado estricta y únicamente al objetivo de sentarse en un salón de clases, tomar nota de lo que dice el profesor, terminar la clase de irse. Durante ese periodo de tiempo los estudiantes tienden a socializar con sus compañeros, más cuando se tienen cosas en común, como la edad, el gusto por la disciplina de estudio, preferencias, etc. Como se expone en la carta primera de Lenin en Las tareas de la juventud revolucionaria, los estudiantes no se encuentran aislados de la sociedad, al contrario, estos vienen con una ideología que replicarán en su comunidad estudiantil, de la cual emergerán diversos grupos socio-políticos de los cuales, uno de ellos emergerá como la ideología dominante dentro de los estudiantes. Este grupo dominante es el claro reflejo de la ideología que impera en nuestra sociedad. Como explicó Marx, la ideología dominante es la ideología de la clase dominante. Este principio es aplicable a los estudiantes.
Si nos damos cuenta, la mayoría del pensamiento actual se basa en posiciones individualistas, posmodernas, que rechazan cualquier cambio que ponga en riesgo o sobrepase los limites que la burguesía ha impuesto. Tomando esto como ejemplo, nos damos cuenta de que muchas cosas que Lenin criticaba, aún siguen muy presentes en la actualidad; la idea que se tiene sobre la imposibilidad de unificar un frente estudiantil debido a la diversidad de ideas diferentes que existen sirve para desmoralizar y fomentar un separatismo que impide una correcta organización de las masas de estudiantes. La típica propaganda individualista de “sólo tú forjas tu camino”, “no sigas grupos”, “crea tu propio sendero”, etc., sólo incentiva la nula participación efectiva en los eventos determinantes en la política nacional.
Otra situación ligada a lo anterior es la idea que se tiene sobre la participación política de la juventud, en especial en los espacios académicos. Se ha creado la idea de que la política es un espacio restringido, poco interesante, complicado o en países como el nuestro hasta peligroso; se tiene la concepción de que, si tienes intenciones de intervenir políticamente, forzosamente debes estar afiliado al cualquiera de los innumerables partidos burgueses que dicen representar al pueblo de México, cosa totalmente alejada de la dirección de un partido u organización proletaria socialista. Existe un gravísimo rechazo de intervenir verdaderamente en un proceso de movilización de masas y, por consiguiente, un rechazo amplio a la organización de estudiantes dentro de las instituciones académicas.
Aunque la clase dominante fomenta su ideología la realidad está en contradicción con ella. La explotación, los efectos de la crisis, la violencia y demás problemas son temas que sufren una buena parte de las familias de los estudiantes, ya sea de familias obreras, campesinas e incluso de la pequeña burguesía. La realidad hace que el estudiantado se vea en la necesidad de movilizarse, aunque en sus primeras etapas puede haber confusión. Por eso la necesidad que el sector más consciente de los mismos esté organizado desde antes, preparándose para batallas futuras y asuma permanentemente una posición de defensa de los intereses de la clase trabajadora y de sus hijos, incluyendo la educación pública. Una vanguardia organizada bajo una correcta política marxista puede convertirse en catalizador que ayude a elevar la toma de conciencia del estudiantado.
La institucionalidad: arma de las universidades para impedir la organización estudiantil
Una de las problemáticas mas grandes, al menos en universidades cuyos logros de la izquierda han sido pocos o malogrados, y cuyas tradiciones de protesta social fuera de los limites institucionales son muy pocas o definitivamente nulas, es la idea de la institucionalidad. Igual de dañina que el patriotismo o el nacionalismo, cala poco a poco en los estudiantes, logrando que piensen que el espacio académico es ajeno a lo que sucede fuera, que dichos espacios son sólo para estudiar y fomentar el amor a lo establecido, a adaptarse y aprender cómo sobrevivir en la barbarie capitalista que llamamos sociedad civilizada. Es esta Institución la que niega, rechaza y fomenta la separación de los sectores estudiantiles hacia el espíritu revolucionario que abunda en la juventud.
Debido a estas estrategias institucionales que toma la universidad, poco a poco los estudiantes van asimilando esta ideología y la defienden a capa y espada. Muchas veces el peor enemigo de un estudiante revolucionario, más que un docente o directivo, es el estudiante dogmatizado. Es por eso que no se puede derrotar a un ejército con solo un efectivo; la revolución no se logra en un día ni la construye uno solo.
En espacios altamente institucionalizados, el trabajo político no es imposible (nunca lo es cuando las ideas son las correctas), pero la paciencia debe estar presente en los estudiantes dispuestos a organizar primeramente a la capa de estudiantes de izquierda.
Organizar a los estudiantes de izquierda y educarlos en el marxismo
Sabiendo que la universidad es un reflejo de la sociedad y de la ideología dominante, podemos notar que dentro del estudiantado existen diversos grupos; así como fuera de esta existen personas de derecha o izquierda, naturalmente podremos encontrar en los espacios académicos los mismos sectores políticos. Nuestro trabajo como organizadores de la revolución en los espacios estudiantiles radica en empatizar con el sector de izquierda. No forzosamente debe ser por medio de círculos, debates o seminarios, a veces las discusiones mas interesantes y nutritivas se pueden dar en la mesa de la cafetería después de clases. El objetivo es acercarnos de manera camaraderil, empatizar con las ideas y opiniones de los compañeros y que la misma dinámica de la conversación nos permita explicarles nuestra postura. Hay que convertir la empatía en organización, agrupando permanentemente a los sectores más conscientes y educarlos en las ideas del socialismo científico.
La lucha revolucionaria en tiempos virtuales
La virtualidad se ha transformado en nuestro medio de comunicación, en nuestro centro de estudio y prácticamente en nuestro estilo de vida. Aunque la interacción se haya limitado y el trabajo político ralentizado, no podemos esperar a que regrese la presencialidad para comenzar a trabajar en espacios estudiantiles en los que no haya presencia de la organización.
La pandemia ha dificultado la interacción personal y casual entre compañeros, cosa que viene muy bien a la hora de hablar de política o explicar las ideas que defendemos, el contexto virtual obstaculiza y ralentiza la discusión política, ya que una vez que termina la clase, finaliza toda interacción, ya no hay estos espacios entre clases en los pasillos, en las cafeterías, o las horas de estudio en la biblioteca, lugares convenientes para hablar, discutir e invitar a saber más sobre la organización o el marxismo. Los espacios de ahora son exclusivamente para las clases, que de por sí el docente tiene menos de una hora para dar su cátedra en las plataformas virtuales, lo cual hace poco probable que brinde este espacio para que un compañero realice trabajo político (sin mencionar las irrupciones de los compañeros mezquinos, amantes de su inmaculada universidad, o bien claro, la postura de los mismos docentes).
A pesar de que el trabajo político virtual a veces resulta difícil, los trabajos en los seminarios, círculos de discusión y la reunión nacional de estudiantes socialistas que se han hecho el año pasado, todo por medios virtuales, demuestra que la paciencia y el trabajo organizado es capaz de llamar a una cantidad importante de estudiantes interesados por el socialismo.
Por experiencia propia de los camaradas de Veracruz, y probablemente de algunas otras zonas de provincia, la necesidad de llamar a los estudiantes a organizarse, de explicar de manera correcta el porqué de la situación tan alarmante que se vive en el capitalismo y el mostrar la verdadera alternativa a todos los problemas elementales de nuestra sociedad, genera entusiasmo, ilusión y expectativa a la hora de elaborar una estrategia para atraer contactos a pesar de las limitantes virtuales, pero no todas las veces esto resulta de manera satisfactoria. Esto no debe desanimarnos, los marxistas sacamos lecciones de todo lo que nos rodea y de los acontecimientos, ya sean satisfactorios o no. El sentido de todo esto es seguir formándonos; aunque no se consiga el objetivo principal de atraer a mas estudiantes a la organización, los conocimientos y la preparación para intervenir y defender nuestras ideas se queda con nosotros. Un día sin trabajo político práctico es un día para aprovechar en nuestra formación como cuadros.
Consideraciones a recordar y el actuar del estudiante revolucionario
Cinco cosas claras que debemos contemplar para la intervención revolucionaria en los espacios estudiantiles son las siguientes:
Los estudiantes vienen con una ideología altamente individualista, sea consciente o inconscientemente, pero indiscutiblemente reforzada por los aparatos ideológicos de la burguesía, dificultando la unificación ideológica revolucionaria dentro de las agrupaciones estudiantiles;
La idea de una institucionalidad que “protege” los intereses y la autonomía universitaria no sólo dificulta acercarse a docentes o tomar espacios de la universidad para el trabajo político, también moldea las mentes de los estudiantes y los utiliza a su favor, generando un rechazo para organizarse e ir en contra de lo establecido;
Más que organizar a todos los estudiantes en las ideas del socialismo, debemos buscar al sector de izquierda dentro del estudiantado y centrarnos en ganarlos, así será mas fácil tener una base política sólida dentro de las escuelas.
Teniendo a la vanguardia organizada se puede influir en los distintos procesos que se desarrollen, explicando al estudiantado en su conjunto que los problemas que sufrimos en esta sociedad tienen su raíz en el capitalismo, buscando usar cada coyuntura para elevar el nivel de conciencia del estudiantado. La lucha puede llevar a desarrollar la conciencia y un estudiantado apático e individualista puede convertirse en un sector con conciencia de clase y un aliado en la lucha por el socialismo.
Como bien decía Lenin, sin teoría revolucionaria no puede haber práctica revolucionaria, para poder intervenir en los espacios estudiantiles se debe contar con las herramientas necesarias para defender nuestra postura, muchas veces los “argumentos” burgueses utilizados de manera audaz por nuestros opositores, pueden acabar fácilmente con un compañero que defiende el marxismo, solo por el hecho de no defender bien sus ideas, esto casi siempre por la escasa formación política que se tiene al comienzo de nuestra participación política.
Este último factor es el más importante, puesto que es la mejor arma para hacer frente a las primeras dos situaciones, nuestro poder se basa en las ideas, si son bien explicadas pueden hacer frente a la ideología burguesa y ganar a compañeros absorbidos por la institucionalidad.
Un estudiante revolucionario, con el marxismo como bandera, debe hacer lo posible por introducirse en los espacios de compañeros, buscar la forma de participar en círculos de estudio en los cuales se puedan prestar a discusión temas actuales; políticos, sociales, de historia, etc., identificar a los estudiantes que expresen ideas sobre libertad, igualdad y justicia, que, pese a no tener una influencia marxista, se entiende que van por nuestro camino, e invitarlos a conversar políticamente sobre su manera de ver el mundo.
En estos tiempos en los que el capitalismo se ha evidenciado como lo que verdaderamente es, un sistema de opresión, cinismo y barbarie, los pensamientos de incertidumbre, impotencia y confusión están en boca de todos. Debemos aprovechar esta coyuntura para compartir las ideas del marxismo con nuestros compañeros, y hacerles saber que la lucha por el socialismo es la alternativa revolucionaria al que todo proletario y estudiante consciente debe aspirar.
Para terminar, esta cita de Lenin resulta muy acorde al objetivo que todo estudiante revolucionario debe centrarse:
“El agrupamiento político de los estudiantes ha de reflejar por fuerza el agrupamiento político de toda la sociedad, y es deber de todo socialista esforzarse por conseguir el deslindamiento más consciente y consecuente posible de los grupos heterogéneos políticamente”.
La dirección del IEMS ha desaparecido, sin previo aviso y aprovechando la pandemia, la
“Beca IEMS” (PROBEIEMS). Beca que se entregaba a todos los estudiantes regulares
inscritos a este bachillerato. El pretexto de las autoridades del IEMS es el recorte
presupuestal (que se calcula en un 15%) y la crisis económica.
Aunque raquítica, existe una partida presupuestal para la “Beca IEMS” que en 2020 fue de
69 millones de pesos y se recortó en el 2021 a 15 millones.
¿Qué sucedió con este presupuesto? ¿Por qué se elimina la beca a pesar de existir un presupuesto para este año?. En un comunicado el SUTIEMS, sindicato democrático del IEMS, señala: “(…) el anuncio de su desaparición es inaudito e invariablemente afectará la permanencia de cientos de estudiantes, comprometiendo su derecho humano a la educación.
En los hechos, con ello el Gobierno de la CDMX omite las obligaciones que marca la Ley que establece el derecho a contar con una beca para los jóvenes residentes en el Distrito Federal que estudien en los planteles de Educación Media superior del Gobierno del Distrito Federal vigente desde el 2004”.
El IEMS es un sistema de bachillerato que fue producto de una lucha social y nació, concorde a ello, con un sistema educativo crítico y humanista orientado a los sectores marginados de la ciudad (véase: El origen de las Prepas del DF (IEMS) y la lucha democrática y popular (marxismo.mx).
La “Beca IEMS”, acorde a ese perfil, ha promovido la permanencia de cientos de estudiantes, beca que las autoridades del IEMS están desapareciendo de un plumazo y sin justificación alguna.
Un gobierno de izquierda no debe permitir que la crisis la paguen los jóvenes y los trabajadores. Este golpe a los estudiantes se da en el contexto del emplazamiento a huelga por parte del sindicato democrático del IEMS, el SUTIEMS, por revisión salarial y contractual. De forma correcta el sindicato ha incluido en su pliego político el pago inmediato de la beca a los estudiantes.
Estudiantes y trabajadores son de hecho el corazón de todo sistema educativo público y como tal ambos son aliados naturales. Ante los recortes presupuestales la única garantía para el IEMS y su modelo es la organización y movilización consciente de estudiantes y trabajadores.
Así como el SUTIEMS ha aprobado en asamblea general su pliego de demandas, es fundamental que los estudiantes del IEMS se organicen y discutan sus demandas y reivindicaciones, incluida evidentemente la permanencia e incluso ampliación de la “Beca IEMS”.
Si a ti como estudiante te interesa la organización colectiva y la lucha por mejoras para los estudiantes de la educación pública, te invitamos a que te pongas en contacto con la plataforma estudiantil de la Izquierda Socialista en su página de Facebook: Juventudes Marxistas
En tiempos de crisis y pandemia, la juventud ha sido de los sectores más golpeados y ha demostrado ser uno de los más combativos.
Las tomas de los planteles durante este periodo evidencian la nula capacidad de las autoridades educativas de brindar alternativas y solución a las demandas concretas de los estudiantes.
Contra el aumento de las cuotas de inscripción, la violencia de género, la deserción estudiantil y el recorte a la matrícula. A pesar de la pandemia, los estudiantes han salido a las calles, se han organizado en sus escuelas, como en la Universidad de Colima, los estudiantes de la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia del IPN o los estudiantes de la Normal del Estado de Chiapas, sólo por mencionar algunos ejemplos.
Esto demuestra la necesidad urgente de la organización estudiantil independiente, para combatir la crisis del sistema.
En los últimos días el Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Vallejo de la UNAM ha sido tomado bajo por un grupo la consigna de la lucha contra la violencia de género, ante esto creemos necesario retomar los siguientes puntos:
1. Los estudiantes tenemos derecho a organizarnos políticamente, hacer uso de las instalaciones y espacios de las escuelas para organizar el movimiento estudiantil; para esto es necesario formar comités de organización permanentes que sean capaces de impulsar la lucha dentro y fuera de las escuelas.
2. La configuración de un sector del movimiento estudiantil en la UNAM en el último periodo dio un giro hacia el feminismo, formando colectivos solamente de mujeres, que se puede explicar a partir de la grave problemática de la violencia de genero y acoso sexual pero también se adoptaron prácticas políticas cómo el separatismo y la acción directa; donde sólo los pequeños grupos organizados bajo esta tendencias se adjudicaban el derecho de impulsar el movimiento, dejando de lado la participación de la comunidad estudiantil.
Así fue que algunas tomas en Ciudad Universitaria, Preparatorias y CCHs se llevaron a cabo sólo por estos grupos, sin recurrir a las asambleas estudiantiles, lo que generó un abismo entre los que estaban en lucha y la comunidad estudiantil que quería participar pero no se le permitía.
3 Estas prácticas, como el separatismo, tomas totalmente aisladas y la acción directa, además de adoptar una política de salvaguardar la identidad de quien participa en la lucha cubriéndose el rostro ha generado incertidumbre y cuestionamiento hacia estas prácticas que no necesariamente rechazan las demandas legítimas.
Nos oponemos a este tipo de acciones no desde el punto de vista moral o de derecha, sino porque no construyen el movimiento estudiantil, dividen a los estudiantes, incluso los que desean participar. Cuando lo que se requiere es la mayor participación posible para resolver los problemas que nos aquejan.
4. Recuperemos los métodos tradicionales de lucha, reivindicando espacios democráticos de participación activa de la comunidad estudiantil, las asambleas como espacios de participación de la comunidad, mitines, movilizaciones y jornadas de lucha que nos permitan la vinculación con la clase trabajadora.
5. Discutamos las problemáticas generales, que nos aquejan como la desigualdad educativa, la criminalización a la juventud y los estudiantes, la violencia de género, acoso sexual, la precarización que vive a diario la juventud y combatamos estas problemáticas que aquejan a lo interno y externo de las escuelas.
6. Ante la situación actual del CCH Vallejo hacemos un llamado amplio a participar en la asamblea del día jueves 25 de febrero a la 1:00pm que se llevará a cabo en las instalaciones del plantel. Creemos que debe ser una asamblea donde los compañeros que mantienen tomada la escuela resuelvan todas las dudas de la comunidad estudiantil, además permitirá la participación de una capa más amplia de estudiantes y será una oportunidad para reorganizar la lucha contra la violencia.
7. Impulsemos la organización amplia y democrática de la comunidad estudiantil en defensa de nuestros derechos y emplazemos a la autoridad a resolver de manera concreta nuestras problemáticas.
8. Es necesario que llamemos a la solidaridad con los estudiantes y juventud a nivel internacional; denunciemos el aumento de cuotas en las escuelas, el recorte de matrículas, como se vio en el último periodo en varios estados de la república. ¡Exijamos el aumento de los recursos destinados al sector educativo!.
9. Conformemos la unidad de la capa estudiantil, la clase trabajadora y el movimiento de mujeres: solamente de esa manera conseguiremos avanzar en la defensa de nuestros derechos y la transformación radical de la sociedad.
10. ¡Avancemos en la construcción de una organización independiente para la juventud y los estudiantes! donde garanticemos un futuro digno y en el cual la violencia y capitalismo no tenga cabida.
El pasado mes de diciembre, las cámaras legislativas que conforman el Congreso de la Unión aprobaron un proyecto de ley, que hoy es la nueva Ley de Educación Superior. De manera oficial, esta ley tendría que garantizar el cumplimiento de la obligación del Estado por proporcionar educación universitaria.
De entrada, esto no tiene nada de malo, de hecho, podría ser una buena idea. Según el INEGI, solamente 18 millones, de los más de 120 millones que somos de habitantes en este país, poseen educación universitaria. Sin embargo, hay múltiples cuestiones por resolver en materia de cómo le va a hacer el Estado para verdaderamente garantizar el acceso a educación superior. ¿Qué acciones materiales se van a realizar para que de verdad pueda aumentar el acceso a la educación superior? ¿Existe un plan para construir infraestructura educativa, además de los 100 planteles que AMLO propuso desde un inicio? ¿Se estarán diseñando ya estrategias válidas para dotar a estas instalaciones y, más importante, a los estudiantes con las tecnologías necesarias? ¿Cómo le van a hacer las autoridades estatales para coordinar esfuerzos en materia educativa?
La ley tiene que ir acompañada de respuestas a estas preguntas, pues de lo contrario no tendríamos en frente algo distinto a otras leyes como la del Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia, es decir, puro papel y jerga legislativa. Nos salta a la vista, sin embargo, otra circunstancia. Resulta que esta ley fue aprobada en el Senado de la República por unanimidad. El proyecto sufrió más de 30 modificaciones en el pleno de la discusión legislativa. Inclusive hubo diputados priistas que expresaron su satisfacción y optimismo con el resultado final de la discusión y con la iniciativa aprobada. Es entonces inevitable que nos preguntemos ¿en qué consiste esta ley? ¿Será cierto que servirá de parteaguas para la situación educativa o constituirá solo un papel vacío que tal vez incluso implique otro ataque a la educación?
A continuación, numeramos 5 datos sobre la Iniciativa de reforma a la ley de Educación Superior:
1) La ley se inspira en los proyectos que años atrás la antecedieron, que pretenden privatizar la educación y explicamos en qué sentido. No es en completa la “transacción” de las escuelas públicas a manos privadas sino la mayor participación de organismos y asociaciones “civiles” independientes, los cuales no tienen precisamente un carácter educativo como lo es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), conocida por tener una fuerte influencia en la discusión y evaluación de los parámetros educativos de diferentes instituciones a nivel internacional. Este organismo fue consultado por el gobierno de Peña Nieto y en 2019 por AMLO para continuar con los proyectos educativos.
2) El discurso que envuelve la iniciativa está enmarcado en que el Estado garantizará la educación pública y gratuita hasta nivel superior, que no se violara el derecho constitucional, pero luego vienen una serie de propuestas como la creación de un Consejo Nacional para la coordinación de los subsistemas de educación superior (autónomas, normales, tecnológicos) con capacidad para decidir e influir dentro de las escuelas públicas y autónomas, parecido a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) que de hecho fue la principal instancia de consulta para la propuesta de esta nueva reforma, lo cual es antidemocrático.
3) Una iniciativa lejos de la realidad y la vida real de estudiantes y profesores, la iniciativa no representa los intereses de los maestros, los estudiantes o los trabajadores de la educación, los únicos consultados fueron la ANUIES una institución llena de burócratas alejados de las necesidades concretas pues ellos han hecho diversas propuestas de separación entre las instituciones de media superior y superior, para evitar el vínculo directo de los estudiantes y aspirantes, reforzando el uso del examen de admisión y el pago de una cuota como derecho al acceso a nivel superior.
4) Justo esta iniciativa fortalece el uso de los exámenes de admisión como requisito principal para integrarse a una escuela de educación superior, además de convertir en obligatorio el pago de cuotas para poder “garantizar” el acceso a la educación, en una conferencia de prensa sobre la iniciativa de reforma en septiembre del 2020, Rubén Rocha Moya señala “El Estado está obligado a mantener la educación pública y gratuita, lo cierto es que la universidades reúnen en total un ingreso de 15 mil millones de pesos, si pedimos que ya no se cobren cuotas ese dinero tendría que cubrirlo el estado cosa que ahora no se puede”. Aquí vemos como realmente sólo es un discurso demagógico el que se tiene para impulsar la reforma que no defiende el acceso a la educación superior de manera pública y gratuita.
5) Esta iniciativa no tiene nada de nueva ni de innovadora, Ernesto Zedillo mandó reformar la Carta Magna para que el Estado no tuviera que “impartir” educación superior, sino sólo “promoverla y atenderla”. Con lo cual este tipo de educación ya no era un derecho que debiera garantizarse,. La iniciativa planteada en septiembre del 2020 por Rubén Rocha Moya, Ricardo Monreal Ávila y la Diputada Adela Piña Bernal, entre otros legisladores y legisladoras de diversos Grupos Parlamentarios, refuerza la “promoción” y no la garantía que los estudiantes tengan acceso a una educación superior garantizada plenamente por el Estado.
Esto nos ayuda a entender un poco cual es la sintonía en la que se mantienen viejos personajes políticos en el marco educativo, el actual gobierno de la Cuarta Transformación debe proponer un proyecto de izquierda que garantice y no que simule el acceso a la educación en todos los niveles, para esto se necesita el empuje de los sectores organizados como los estudiantes y los maestros para combatir a las asociaciones e instituciones burocráticas que hablan a nombre de la educación y poder empujar un proyecto alternativo. No es la primera vez que se pretende encestar un golpe al sector educativo y para poder comprender los sucesos anteriores, sería necesario repasar un poco la historia de los ataques a la educación superior que han acontecido en nuestro país, esto para posteriormente poder hacer un contraste entre esa historia de ataques y la nueva ley. De ese modo, podríamos concluir si el patrón histórico y la ley son completamente diferentes, si no hay mayor punto de quiebre entre ambos, o el peor escenario, si son tan similares que la última parece ser parte del primero.
Crónica de los ataques del Estado Mexicano a la Educación Superior
Los ataques a la educación superior tienen de hecho una historia bastante extensa. El primer ejemplo que podemos nombrar en este artículo es la represión al Instituto Politécnico Nacional tras la huelga de 1956. Un testimonio de la época enumera las exigencias de los estudiantes politécnicos en aquella huelga:
“Luchamos por más horas de clase, más maestros, más laboratorios, más talleres, más aulas, […]. Por más becas, más casas hogar, más hogares colectivos y por la construcción de más internados para que se ampliaran las oportunidades de educación de los hijos de obreros y campesinos”. Nicandro Mendoza.
En aquel entonces, la huelga fue apoyada por prácticamente la totalidad de las normales rurales, entre ellas, la combativa Ayotzinapa. Como podemos ver en la cita anterior, los estudiantes no estaban demandando nada del otro mundo, son de hecho los mínimos indispensables con los que tendría que contar la institución que se jacta y se vanagloria de ser la mejor formadora de técnicos del país.
La respuesta del Estado fue invadir el aquel entonces el internado del IPN (porque si había) con más de 1800 soldados que seguían órdenes directas de la Secretaría de la Defensa. Durante casi una semana, los soldados ocuparon las instalaciones de la institución educativa, llevaron a cabo detenciones arbitrarias y el edificio del internado clausuró.
De igual manera, al Politécnico se le retiró la dirección de las escuelas prevocacionales (algo así como escuelas secundarias técnicas) y el gobierno inició una tendencia de varios años y décadas de retirarle progresivamente el presupuesto al IPN, así como recortar la capacidad de su matrícula estudiantil y mermar la calidad de sus planes de estudios.
México no está exento de las tendencias económicas del mundo. El neoliberalismo llegó al país en la década de los años 80 y en ese marco se llevó a cabo otro gran ataque a la educación superior. Durante el sexenio de Ernesto Zedillo se llevó a cabo la huelga universitaria de 1999. Para este punto, eran ya casi 18 años de mantener una política ininterrumpida de recortes al presupuesto para la educación, que terminaron siendo 36, y en ese contexto, el entonces rector de la Universidad, Francisco Barnés de Castro le presentó al Consejo Universitario una modificación al Reglamento General de Pagos, que planteaba caracterizar como obligatoria la cuota semestral.
Estudiantes protestaron contra Ley de Educación Superior en Diciembre de 2020
Esta modificación iba de la mano con varias modificaciones y cambios al manejo administrativo, los planes de estudio y la reforma al pase reglamentado. Todas esas cuestiones no fueron consultadas nunca con la comunidad estudiantil y por lo mismo resultaban anti democráticas, lo cual dio como resultado una huelga que se extendió durante poco más de un año. La huelga al final se rompió por culpa de la represión estatal, ya sea en forma de porros infiltrados o de Policía Federal Preventiva, la cual mantuvo ocupada Ciudad Universitaria por más de dos meses. Una de las cuestiones más importantes que esas reformas plantearon y que los estudiantes trataron infructuosamente combatir era la cuestión de los exámenes de admisión. Gracias a las reformas del 97, los estudiantes de secundaria tienen que pasar por un examen de admisión, que como ya vimos, solo es un filtro que no necesariamente toma en cuenta la preparación o capacidad del estudiante.
Gracias a las reformas del 97, todos los egresados de escuelas no incorporadas a la UNAM tienen que hacer examen, sin importar si alguno de ellos fue el mejor promedio de la generación, no va a tener preferencia.
Hoy en día, gracias a la disminución del presupuesto para educación, para universidades y gracias a la imposición de ese tipo de mecanismos de ingreso que tienden a ser elitistas, solamente pueden ingresar a estudiar a la UNAM al rededor del 10% de los jóvenes que intentan ingresar a estudiar a la que supuestamente es la universidad de toda la nación.
Finalmente, en el contexto del peñismo y la Reforma Educativa, se da el último gran ataque a la educación superior. Particularmente en el caso del IPN, la aplicación de la reforma implicaba una serie de cambios en el reglamento del instituto y en su plan de estudios. Entre otras cosas, se les quitaba a los estudiantes oportunidades de permanencia, la posibilidad de baja temporal ,se les limitaban las libertades de reunión y expresión incluso se habló de quitarle a los egresados el título de licenciados e ingenieros. La respuesta del estudiantado fue, de nuevo, una heroica y prolongada huelga en 2014.
Esta breve lista de ataques a la educación superior muestra una tendencia a los recortes al presupuesto, al ataque a las condiciones al estudiantado, y, en general, una tendencia de privatizar la educación. ¿Es esta nueva ley otro de esos intentos de reforma que encubren los intereses de la burguesía? Cuando se aplique, los estudiantes seremos los primeros en sentir los efectos, buenos o malos.
Hacemos un llamado a los estudiantes a analizar a fondo esta reforma, a organizar foros y debates y a no ceder ante ningún chantaje, presión o ataque de parte del empresariado contra la educación pública. El actual gobierno está sometido a presiones del gran capital y puede hacerles serias concesiones. Nosotros debemos defender las conquistas de la revolución y las luchas de los hijos de obreros y campesinos, no debemos dejar ni una rendija abierta para que se ataque a la educación pública, gratuita, laica, científica y de calidad. Llamamos a organizarnos, aun en medio de las difíciles condiciones de la pandemia, por la defensa de la educación para los hijos de los obreros y campesinos.
Hace 14 días, estudiantes organizados de la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia (ESEO) tomaron las instalaciones debido a los diferentes casos de corrupción que aún con la pandemia se siguen practicando. La antidemocracia en la escuela es el principal señalamiento en esta lucha. Desconocieron a la M. en C. Guadalupe González Díaz como directora de la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia, acusada de atropellos a la comunidad estudiantil y tráfico de influencias. Pasantes y estudiantes que están haciendo su servicio social, siendo alumnos de últimos semestres, son los más afectados ya que, en condiciones de la pandemia por COVID-19, las pasantías se vuelven insostenibles, debido a la falta de garantías de salud en los hospitales.
En una petición, en mayo del 2020, la entonces aún directora M. en C. Guadalupe Gonzáles, se señaló que no se le obligara a los aun estudiantes de la ESEO a realizar prácticas y servicios sociales, ya que no se les garantizaba salvaguardar su salud. En el sector salud, hospitales de todo tipo carecen constantemente de equipo de protección básicos para evitar contagios y los médicos y enfermeros que están haciendo residencias, pasantías, etc. son personal muy marginado que está laborando sin garantías de becas o salarios.
Este problema ha ido escalando. A inicios de febrero de este año, en el proceso de elección de director, donde el Director General del IPN reeligió a la M. en C. Guadalupe González Díaz como Directora de la ESEO, provocó la organización de los estudiantes y la toma de la escuela. Se pide y exige que se abra un nuevo proceso de elección, amplio y democrático, para la participación de la comunidad de la ESEO.
La Secretaria General del Instituto Politécnico Nacional, representada por Guadalupe Vargas, se sentó a dialogar con los estudiantes, después de que estos realizaran una primera movilización hacia Dirección General. Ahí, la secretaria general dijo que hay leyes y un proceso que respetar pidiendo se le diera un “voto de confianza” al Director General siendo el único con la facultad de elegir a los directivos de las unidades académicas. La autoridad se portó intransigente, tratando de obligar a los estudiantes a firmar una minuta con acuerdos superficiales que no los convencieron.
Es muy importante recordar que la lucha estudiantil ha dado lecciones importantes en la lucha por la democratización de las universidades. La huelga estudiantil del 2014, en el IPN, evidenció que los métodos históricos de organización del movimiento estudiantil son el camino para vencer. La Asamblea General Politécnica, durante la huelga, fue el máximo órgano de discusión donde estaban voceros de todas las escuelas. Además, gente que manifestaba su solidaridad tenía el derecho al uso de la voz, viniendo éstos de otras universidades, organizaciones estudiantiles o del movimiento social. Claro que hubo resistencias a la unidad que se fueron venciendo, pues, no había tiempo para las divisiones, al final todos éramos estudiantes y gente del pueblo y combatir los golpes a la educación pública era y es imperante.
Hay que recordar que en aquel 2014 la ESEO no quedó al margen del proceso. Fue participe activo y directo, con un buen nivel de organización interno. De hecho, las y los estudiantes de la ESEO fueron de los primeros en salir a las calles en el Casco de Santo Tomás, las primeras tomas de circuito realizadas por numerosos estudiantes de la comunidad de esta escuela, contribuyeron a animar al conjunto de estudiantes de esta unidad a sumarse a la lucha. Las autoridades buscaron manipular el movimiento, pero debido a que había estudiantes organizados, formados y conscientes (varios de ellos pertenecientes al CLEP), el movimiento pudo avanzar en la defensa de nuestros derechos.
Durante la huelga en una asamblea decidimos qué acciones tomar para organizar a 44 escuelas y con más de 100 mil alumnos que llegaron a participar en las movilizaciones, una asamblea es el medio de debate y organización más importante.
Posterior a la huelga del 2014, hubo experiencias interesantes. En escuelas como la Superior de Ingeniería y Arquitectura Unidad Zacatenco, se organizó una asamblea con la participación de los tres sectores de la comunidad politécnica: profesores, personal no docente y estudiantes, donde eligieron al director al que se le deslindarían responsabilidades a cumplir después de la huelga. No se realizó el proceso clásico de auscultación; hubo profesores que se propusieron y la comunidad en su conjunto, eligió. Este es un ejemplo de que se puede y se deben realizar procesos democráticos en el IPN y no tomar decisiones de manera vertical desde el Consejo General o los Consejos Técnicos que no consultan ni atienden las necesidades de la comunidad politécnica.
Ante la negativa en Dirección General los estudiantes organizados de la ESEO sostienen un paro en pandemia, cualquier situación que vulnere la salud y la seguridad de quienes ahí participan será responsabilidad completa del Director General del IPN y las autoridades de la institución.
Los estudiantes han buscado alternativas ante sus demandas. El pasado miércoles 10 de febrero hicieron un llamado a una movilización de la ESEO hacia la Secretaría de Educación Pública, en busca de diálogo con instancias superiores. La movilización salió muy bien y los compañeros fueron recibidos, se entregó el pliego petitorio y se firmó de recibido. El personal que atendió a los estudiantes también recibió una copia de las evidencias que respaldan sus peticiones y sostienen el por qué la reelección de la exdirectora es un acto de antidemocracia y corrupción.
Es de reconocer cómo los estudiantes y la juventud en tiempos de pandemia ha puesto en riesgo su vida para defender sus derechos. Esta no es la excepción y ante esto debemos solidarizarnos, mostrando apoyo en forma de víveres o ayudando a resguardar la escuela. Hay que decir que no es la única lucha estudiantil en este momento. Los estudiantes en Colima hoy se movilizan contra el cobro de cuotas de la Universidad Autónoma de Colima con el #SiNoLoUsoNoLoPago. Vemos una serie de procesos de lucha que, aunque cortos, han sido muy significativos en la defensa de la educación pública y gratuita, en plena pandemia de COVID-19.
¿Qué sigue en la ESEO?
1) Creemos importante dar seguimiento a las acciones que se han llevado acabo. Después de ir a la SEP habría que hacer una llamado a una asamblea estudiantil de la ESEO para conocer la opinión de los compañeros y sumarlos a las tareas que la lucha exige.
2) Sostener la apertura de un nuevo proceso de elección de director mediante una consulta general a la comunidad de la ESEO. Se puede organizar un proceso de elección sin depender de una designación desde arriba, eso se ha hecho antes y para nada viola la reglamentación interna,
3) Emplazar a la autoridad a resolver los puntos del pliego petitorio en tiempo y forma, para no continuar exponiéndonos a poner en riesgo nuestra salud y la de nuestras familias de manera indefinida.
4) Difundir la lucha de la ESEO y vincularse con otros procesos estudiantiles como el de colima y con luchas de trabajadores que defienden sus derechos, creando lazos de solidaridad a lo interno y externo.
5) Denunciar cualquier tipo de represalia o violencia contra nuestro derecho legítimo de protesta, de igual manera, denunciar la práctica policíaca de la autoridad del IPN que investiga a los participantes en sus redes sociales y expone sus fotos, su vida académica o política, con el objetivo de intimidar y exponer a quienes participan en la lucha. ¡Ninguna represalia para los estudiantes organizados de la ESEO!
Hacemos un llamado a la solidaridad amplia a la lucha de los estudiantes de la ESEO.
¡Solidaridad desde el CLEP y las Juventudes Marxistas!
¡Por una ESEO e IPN democráticos!
En defensa de nuestros derechos: ¡unidos y organizados venceremos!
Por: Comité Lucha Estudiantil del Politécnico y la Izquierda Socialista
El IPN fue creado en la época cardenista como un instrumento del estado mexicano de frente a las necesidades de industrialización del país, a partir de su creación se desató una batalla por dotarse de identidad propia, prácticamente todos sus elementos de identidad; ley orgánica, escudo, incluso mascota, han surgido de la iniciativa de la comunidad, especialmente la estudiantil.
El proceso no fue fácil, pero a partir de 1949, fecha en la cual se publica su primera ley orgánica ha vivido una situación peculiar, por un lado, su vida académica tiene una dinámica propia relativamente independiente, sus estudiantes fuertemente sensibles a las causas mas candentes de la sociedad mexicana del momento histórico que les toca vivir, le han impreso al IPN una trascendencia no sólo académica sino política. Por estos motivos el control político del instituto fue un elemento a tomar en cuenta de cada administración priista.
Siempre hubo un vínculo muy profundo entre el Partido Revolucionario Institucional y la burocracia del IPN, salvo el empresario -Alejo Peralta a finales de los cincuentas-, el presidente de la republica seleccionaba al director dentro de la burocracia del IPN, la cual tenia al cargo como un peldaño más. Los directores pasaban después de su periodo de tres o seis años a alguna subdirección en la Secretaria Educación Pública, a algún cargo burocrático en el gobierno.
El director del IPN no era el representante del IPN ante el gobierno o la Secretaria de Educación Pública, era el representante del gobierno a cargo de vigilar que el IPN funcionara y que ni sus estudiantes o profesores se salieran del control. Con este objetivo se mantenía a la organización cuasi paramilitar del porrismo.
Las cosas empezaron a cambiar con la llegada de Vicente Fox, en el año 2000, a partir de entonces una buena parte de la burocracia priista dentro del IPN comenzó a contemplar la posibilidad de crear en el IPN como un refugio donde se podía conservar algo de poder y prestigio, de ahí provenía la aspiración de modificar la ley orgánica separando al IPN de la SEP por medio de una reforma a su ley orgánica, no obstante el proyecto, impulsado por Miguel Ángel Correa Jasso fracaso en aquel momento.
Las sucesivas administraciones, nombradas por el PAN se conformaron con administrar el IPN buscando adaptarse al proyecto que la derecha en el gobierno impulsaba, el IPN ya no era un puntal de un proyecto gubernamental, sino un estorbo, del cual no se deshacían sino porque hacerlo hubiese significado un riesgo superior dejarlo languidecer por medio del ahogo presupuestal.
La propuesta del “nuevo modelo educativo” del IPN tenía como objetivo por parte de los funcionarios afines al PAN como Enrique Villa o Yolloxochitl Bustamante, ofrecer una versión light de la educación superior; técnicos baratos, profesionales de segunda. Para ir justificando la posible separación de la educación media superior de la superior y la privatización del instituto.
La salida del PAN en 2012 y la irrupción del movimiento estudiantil del 2014, rompió con este proyecto. La administración de Peña Nieto volvió a mirar al IPN como un problema político e introdujo a los siguientes directores como la tarea de pagar el fuego, primero al burócrata externo Fernández Fassnath y luego al interno Rodríguez Casas, una con la visión de reprimir y deshacerse de quien se le opusiera cooptando a la Asamblea General Politécnica, el otro tratando de sobrevivir políticamente por medio de la conciliación.
La Comisión Organizadora del Congreso Nacional Politécnico fue el escenario de la disputa de las distintas opciones que se tienen del IPN, unas con un afán de sincera lucha por la democratización del IPN, otras con una franca apuesta al inmovilismo con la esperanza de tiempos mejores, otros francamente con la idea de aprovechar la coyuntura para convertir al IPN en un feudo amparado con una autonomía a modo.
En este proceso Rodríguez Casas optó por permitir la confrontación entre grupos esperando entenderse con el que tuviera en un momento dado la posición de fuerza. Al final fue la pandemia la que termino por aplicar un impasse que perdura hasta los momentos actuales en los cuales se ha ratificado por otros tres años al director en funciones.
La COCNP terminó siendo un foro de denuncias de diversos problemas que vive el instituto, desde la problemática de personal de apoyo y asistencia a la educación, las preocupaciones de los docentes y la situación que aqueja a los estudiantes.
En el sentido resulta evidente que las asignaturas pendientes para la próxima administración están vinculadas con la respuesta puntual y sin pretextos de todas las demandas de los principales sectores y darle cause a los ímpetus democratizadores que recorren a todos los sectores que conforman la comunidad.
En el sentido el Congreso Nacional Politécnico hubiera podido ser una campana de resonancia que, acompañada con una movilización facilitará el rompimiento con la dinámica de las mafias de poder enquistadas dentro del IPN y que solo lo miran con el propósito de medrar con él.
No obstante, también cabía la posibilidad que ante el impasse de la comunidad se aprovechara su realización para avanzar en una privatización disfrazada de autonomía y así asegurar un feudo propio a las mafias ya citadas. Como sea el tema quedará pendiente, no obstante, debe quedar claro que no es el CNP sino la movilización de la comunidad de profesores, trabajadores y estudiantes lo que determinará las verdaderas transformaciones en el IPN.
Así mismo, el director del IPN no es ni será la clave de la transformación del IPN, no lo fue en los pasados tres años, no lo será en los siguientes, la clave esta en la organización y movilización independiente.
El proceder de la gran mayoría de los desdeñados aspirantes a la dirección los retrata de cuerpo entero, adulando al poder y lanzando verdades a medias y mentiras absolutas con el fin de lograr la dirección a como diera lugar.
La comunidad activa del IPN vive en sus organizaciones, en su dinámica académica pero más aún en las luchas de los y las estudiantes por aumento al presupuesto, democracia, calidad educativa y un alto nivel académico y científico. En la acción sindical democrática y combativa en pos de mejores condiciones salariales y de trabajo y en su conjunto una gran reto: romper el tope presupuestal que condena a la supervivencia y no al desarrollo al instituto.
No nos hagamos ilusiones, a transformación del IPN no es posible sin la transformación del País y por tanto es misión de toda la comunidad organizada a sumarse a las mejores causas de los trabajadores, como la lucha por un cambio de rumbo económico con un enfoque en los trabajadores, democracia sindical, etc.
Se ha nombrado a Arturo Reyes Sandoval, un investigador egresado de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, -como ya es costumbre-, y miembro del sistema nacional de investigadores como nuevo director del IPN. Sus vínculos con la directora del CONACyT María Elena Álvarez-Bulla fueron al parecer determinantes en la elección.
Es muy seguro que Reyes Sandoval sea un hombre probado en el terreno de la investigación, pero ello no significa que sea al mismo tiempo un buen administrador o que sea capaz de atender adecuadamente el universo politécnico que es en sí mismo una bomba de dinamita que puede estallar en cualquier momento. No dudamos de su buena voluntad, no obstante, ello no implica que tenga la capacidad de enfrentar los retos que e avecinan. Serán los hechos y no los dichos los que de den o le quiten su legitimidad ante la comunidad.
El nombramiento con alguien de ese perfil y que no tiene ningún vínculo inmediato con el IPN, puede a su vez obedecer al actual lamentable de los diversos grupos de autoridades del IPN que cada 3 años realizan un espectáculo lamentable en la lucha por la sucesión, sin rumbo, sin propuesta, su interés es solamente el cargo como un fin en si mismo.
Por el momento es lo que otros antes que el han sido: un representante del gobierno federal para administrar al IPN, ya veremos si es capaz de canalizar y dar respuestas a las demandas de una educación pública, gratuita, científica y de calidad con orientación a los trabajadores del campo y la ciudad.
De Arturo Reyes Sandoval no tenemos esperanzas, no confiamos y no creemos en promesas, solo exigimos que se atiendan puntualmente a las demandas de la comunidad advirtiendo que toda agresión o represión tendrá consecuencias enérgicas y contundentes.
Ninguna confianza en la dirección general. La transformación del IPN será a partir de estudiantes, docentes y trabajadores unidos o no será. Unidos y organizados venceremos
Como todos sabemos la Universidad Autónoma de Querétaro ha comenzado con el periodo de exámenes finales, como marca el calendario. A pesar de llevar 9 meses en clases virtuales para evitar la expansión de contagios de COVID-19 se ha mantenido esa modalidad hasta el día de hoy, puesto que dentro de algunas facultades en el Campus de San Juan del Río, se autorizó presentar exámenes finales de manera presencial.
Hay la necesidad de la evaluación del semestre pero solicitamos que se busquen alternativas distintas para su aplicación. La razón de que hasta el 30 de noviembre los municipios en semáforo rojo son Jalpa de Serra, El marqués, Corregidora, Pedro Escobedo, Querétaro y San Juan del Río. Nos parece una irresponsabilidad individual, social e institucional bajar la probabilidad de contagios, que hasta el momento son 21 mil 386 casos en el Estado de Querétaro.
No podemos bajar guardia en las medidas sanitarias, para protegernos a todas y a todos mantenernos en casa es la medida más factible, tener el menor contacto las personas. Y sin en cambio presentarse a exámenes presenciales significaría el traslado hasta la institución, estar con diversas personas en la aplicación del examen, y cada una de esas personas sabe la situación de su exposición.
POR ESA RAZÓN INVITAMOS A LAS Y LOS ESTUDIANTES QUE TRABAJAN, HAN ESTADO FUERA EN EVENTOS, SALIDO A OTRO ESTADO, QUE HAN TENIDO CONTACTO CON ALGUNA PERSONA CONTAGIADA TOMEN LAS CONSIDERACIONES PERTINENTES, MANIFIESTEN A LAS AUTORIDADES DE SU FACULTAD EL RIESGO DE PRESENTARSE HACER UN EXAMEN.
A LAS AUTORIDADES SE LES INVITA A REEXAMINAR LA SITUACIÓN ACTUAL DE CADA UNO DE LOS MUNICIPIOS PARA GENERAR PROPUESTAS DE EVALUACIÓN FINAL, NO EXPONGAMOS A MÁS PERSONAS, CUIDÉMONOS TODAS Y TODOS SEAMOS RESPONSABLES. Y NO PERJUDIQUEMOS A LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL.
Negar hoy en día la existencia de la violencia de género, más que un reflejo de ignorancia es un acto de cinismo. Todos hemos sido testigos, victimas o hasta, en lamentables situaciones, participes de esta cultura tan arraigada de machismo y preponderancia ocasionada por las bases materiales de una sociedad dividida en clases, en la que se ha relegado y oprimido a la mujer.
Debemos erradicar toda violencia contra la mujer
La postura de las autoridades y del Estado ante estos atropellos a nuestros derechos no demuestra más que el inmenso desinterés y antipatía de la cultura burguesa y las limitantes que tiene la justicia dentro del capitalismo. Todas estas negligencias, todo este desinterés e impunidad que el Estado permite ante estos terribles delitos ha colmado con la paciencia y la dignidad, en especial de nuestras compañeras, las cuales se han organizado y manifestado en múltiples partes de la República, evidencia de un Estado ineficiente y un sistema económico-social caduco. Queremos un cambio, las mujeres de este país están exigiendo un cambio, pero ese cambio jamás vendrá del sistema capitalista, de un Estado que antepone los intereses burgueses, la represión policiaca y la propiedad privada, antes que salvaguardar nuestra integridad y garantizar el cumplimiento de la justicia. Ese cambio vendrá de nuestra lucha transformadora.
El caso de la Facico: Un caso más de impunidad, machismo e hipocresía
El caso que se presenta a continuación es uno de muchos que suceden en los interiores de las diversas facultades de la Universidad Veracruzana, la diferencia aquí es que la comunidad estudiantil ya no soportó más impunidad y decidió por fin hacerle frente al machismo y a la cultura de violencia existente en nuestra región.
La Consejería Estudiantil de la Facultad de Ciencias de la Comunicación (Facico) de la Universidad Veracruzana Región Veracruz, realizó un pliego petitorio declarando paro indefinido; en respuesta por las agresiones sexuales y la violencia de género. Apoyado fuertemente por la ineficiencia de la Junta Académica de dicha facultad, al poner un insignificante castigo (expulsión por 6 meses) al agresor sexual identificado como Kevin (N), el cual robó fotos intimas de una compañera haciéndolas públicas en internet, cometiendo el grave crimen de violación a la intimidad sexual.
La tan insignificante sanción que recibió el agresor, además de ser una burla a nuestra compañera y hacia todas las demás que han sufrido casos similares, representa un grave riesgo para futuras victimas ya que podrá volverse a inscribir como cualquier estudiante normal; como si de un castigo de jardín de niños se tratase, el agresor descansará en su casa tranquilamente, mientras espera que termine el plazo de su sanción, mientras que el daño psicológico de nuestra compañera seguirá ahí, no sólo ocasionado por la violación a su intimidad, sino también por el terrible acto de hipocresía y machismo existentes en nuestra universidad.
¿UV líder en la lucha contra la violencia de género?
Sara Ladrón de Guevara, nuestra actual rectora, no para de presumir en diversas conferencias y comunicados los increíbles logros que la UV a alcanzado en materia de género e inclusión; incluso se diseñó un protocolo para atender la violencia de género, el cual los directivos aplauden y celebran como el reflejo de una ardua lucha en contra del machismo… puras mentiras, cuentos e hipocresías.
Lo que aconteció en la Facico sólo es un ejemplo de muchos más, los cuales reflejan la ineficiencia y las limitantes de los protocolos de atención para la violencia de género dentro de las limitantes del capitalismo; un sistema que utiliza al patriarcado como herramienta de sumisión y control de las clases subyugadas. A su vez, todos los directivos de la UV son cómplices de estos crímenes también, al hacerse de la vista gorda e ignorando las demandas de sus estudiantes.
Nuestro papel como estudiantes: ¡Debemos organizarnos!
No sabemos cómo vaya a responder vicerrectoría ante este pliego, ni cuanto tarden. Lo primordial es no dejar que la situación se enfríe, aún hay mucho que hacer para poder lograr que se haga justicia; si las respuestas de vicerrectoría son negativas, buscar y agotar todas las vías institucionales, pero debemos estar preparados y debemos movilizarnos, debemos solidarizarnos con nuestros compañeros de Facico y exigir justicia.
Tenemos todas las de ganar, lo único que falta es organizarnos y tomar la justicia por nosotros mismos, ya que ha quedado en claro que la Universidad Veracruzana es ineficiente y sus protocolos son poco más que un chiste. La única forma de hacer cumplir lo que exigimos es con la movilización.
Nuestros directivos, nuestra rectora y todo este sistema de “justicia” dice defender a la mujer, pero a la hora de cumplir, lo que llevan años predicando, terminan evidenciando su naturaleza hipócrita e inservible.
El poder lo tenemos nosotros los estudiantes, la última palabra será siempre nuestra, pero debemos movilizarnos compañeros, debemos hacer presencia y evidenciar la podredumbre de nuestra universidad y del sistema capitalista.
Cualquier cambio verdadero y útil vendrá de nosotros mismos, con organización y fuerza.