La lucha contra barbarie que ha instaurado el Partido Nacional en Honduras cada día se agudiza más, el país tiene una larga trayectoria de lucha desde que la oligarquía hondureña perpetúo en el poder a JOH contra toda voluntad del pueblo, los estudiantes han estado firmes contra las nefastas políticas de quienes tienen desangrado al país, hoy, 24 de junio, han recibido un horroroso y cobarde golpe.
El lunes 24 de Junio de 2019 es una fecha para no olvidar; otra vez, los militares con todas sus fuerzas han levantado sus armas al pueblo y han disparado, por increíble que suene, dentro del campus universitario, violando así, la autonomía de la universidad y atentado contra la vida de los estudiantes.
La situación en la universidad por la tarde parecía una escena de guerra pero con la gran diferencia de que un bando tiene armas y el otro solo libros. Según informes preliminares resultaron heridos de bala más de cuatro estudiantes (de los que está en proceso su identificación) que el único delito que han cometido es repudiar la asquerosa situación a la que llevado al país políticos que representan intereses burgueses e imperialistas que privatizan la salud y la educación, que asesinan y desaparecen a quien sea necesario.
Toda la crisis que sacude al país tiene nombre de Partido Nacional. El pueblo se manifiesta contra esta repugnante situación y en vez de soluciones sólo tienen balas para ofrecer, la violencia contra los derechos humanos está normalizada, como todo gobierno de derecha y fiel a intereses oligarcas, el Partido Nacional ha desplazado la policía militar y los intentos por mermar la lucha estudiantil que se manifestaba en una toma, terminaron en una desagradable escena llena de sangre de estudiantes.
Es hora de correr la voz internacional, Honduras es un estado fallido donde se dispara a la bala viva a quienes luchan por sus derechos. Los estudiantes hoy más que nunca deben sostener la lucha, más enérgica, más organizada; el Partido Nacional que está encabezado por JOH debe salir inmediatamente.
Todas las exigencias de la clase oprimida sólo podrán ganarse cuando se expulse al régimen capitalista de JOH.
Cuando nos referimos a la dictadura a veces resulta difícil comprender que se trata de toda un estructura política que sostienen grupos de poder que por cientos de años han puesto y quitado presidentes a su gusto, no solamente se trata de personajes que llegaron a la silla presidencial por meras aspiraciones. En Honduras no hay lugar en el que no se escuche el tradicional “Fuera JOH” esto como una exigencia inmediata ante la crisis que desangra al país pero, desde un punto de vista más objetivo: ¿realmente basta sólo con sacar a JOH?
Muchos discursos están encaminados a la salida de JOH como una solución a tantas problemáticas que azotan al país, lo cierto es que el poder político en Honduras no se manifiesta solamente a través de la cámara presidencial, en Honduras, como en la mayoría de países, el Estado resulta de la fusión de tres poderes:
• Legislativo: se encarga de elaborar leyes en supuesto beneficio del pueblo, claramente eso no es así, la historia ha demostrado que en el congreso los diputados, que son quienes conforman este poder, solo se encargan de legislar para las clases dominantes, la burguesía, no financia campañas políticas a los partidos tradicionales por gusto, los diputados son en primera instancia hombres y mujeres al servicio de la clase dominante; todas las concesiones sobre la privatización de la energía eléctrica, la salud, la educación, la ley de condena de terrorismo por manifestarse, todo y mucho más, son producto de decisiones tomadas en el congreso por los partidos de la burguesía: el Partido Nacional, el Partido Liberal y otras minorías.
• Judicial: Se supone que administra la justicia en la sociedad, es ejercido por jueces y tribunales, su papel históricamente ha sido proteger a los burgueses y juzgar a los pobres, en las cárceles de Honduras, por muy increíble e indígnate que suene, se han privado de libertad a personas por robarse una gallina como el caso de José Álvarez, un labrador de 25 años de la zona sur del país que fue presentado a la policía y su caso correspondía a una pena de entre 2 a 5 años, como ese caso existen muchos y lo que llama la atención es como ellos (que diseñan la “justicia”) crean la escenario (la pobreza) y son los mismo que castigan a los pobres, a los estudiantes por manifestarse por querer tener una mejor universidad, a los desempleados por querer oportunidades para comer, a las mujeres por decidir sobre su cuerpo etc., no pasa lo mismo con los ricos que han hecho de país, con todo el sentido de la palabra, un estercolero donde las arcas del Estado son ultra saqueadas sin que haya quien los juzgue, tenemos en caso del IHSS, donde muchos quedaron en la impunidad y los pocos que fueron jugados están en batallones con camas ortopédicas, plasmas, buenas comidas y cualquier lujo que se les ocurra. Existen infinidades de casos nefastos de impunidad con los ricos e injusticia con los pobres, es obligatorio comprender que el sistema judicial en Honduras tiene que ser totalmente depurado.
• Ejecutivo: aquí se encuentra el gobierno presidencial, que en la actualidad es liderado por JOH. Ningún gobierno en la historia, a excepción del período de Manuel Zelaya (que culminó por un golpe de Estado imperialista) y el de Francisco Morazán, ha mostrado deseos genuinos por la prosperidad del país, todo lo contrario, cada gobierno casi siempre ha resultado más nefasto que el anterior y justamente por eso es que tenemos que comprender que el marco de este sistema es imposible acabar con todos los males, porque simplemente no está diseñado para que haya justicia y prosperidad para todos.
Botemos a la burguesía parásita
El partido LIBRE, que es la fuerza política más grande Honduras pero en el congreso es minoría respecto al Partido Nacional, que ha colado más diputados por el robo a las elecciones, no debe limitar su lucha en la cámara legislativa o luchar solamente por las elecciones, tiene que estar presente y organizando en la calles un combate contra la estructura misma, hombro a hombro con el pueblo y no solamente con sacos y corbatas desde sus modestas sillas en el congreso.
La democracia representativa de la burguesía se basa en ideología falsa, representa intereses particulares de millonarios, no hay representación de los pobres, debe existir un Estado controlado por los trabajadores, donde la economía del país esté planificada y dirigida por los obreros.
Marx y Engels en el manifiesto comunista decían:
“El gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa.”
JOH sólo es la cara de la burguesía que domina sobre los hondureños desde hace cientos de años, no podemos seguir jugando en su terreno, hace falta una revolución por la toma de los medios de producción, o sea, la toma de las maquinarias, transportes, herramientas, que ahora son propiedad de la grupos muy pequeños pero que reprime a todo un país de 9 millones de habitantes, no es justo que grupitos de poder hagan del país un potrero donde se destruye cuanto sea necesario, es hora de encaminar la lucha a una trasformación de raíz que rompa las viejas relaciones entre ricos y pobres, un gobierno de la oposición bajo este mismo sistema sólo puede garantizar unas pequeñas mejoras, pero en el fondo si no se expropia a la burguesía de lo que le pertenece a la clase trabajadora pero que se le ha negado, el país no puede cambiar.
La lucha se agudiza a un ritmo acelerado, en toda Honduras se vociferan los gritos de la clase oprimida por la emancipación del yugo del sistema; el agitado movimiento de la clase oprimida aglutinado en la plataforma por la no privatización de la salud y la educación ha sido muy efervescente y digno de ser catalogado como unos de los movimientos de masa más extraordinarios desde la sangrienta usurpación del poder por parte de la institución política más asesina de Honduras: el Partido Nacional. Todas las luchas por modestas que parezcan se insertan en una lucha general contra la dictadura burguesa que el capitalismo internacional fortalece. Nuestro papel es integrar todos esos combates a la lucha de clases.
Desde el golpe de Estado imperialista de 2009 al gobierno de Manuel Zelaya, las luchas en las calles por la democracia han sido realmente consecutivas. La instauración de la dictadura ha arrastrado centenares de muertes que al mismo tiempo han levantado de la sumisión a miles que se han puesto de pie alzando su voz contra este sistema rapaz de las viejas políticas que nunca se preocuparon por el bienestar de los pobres.
A casi año y medio de la segunda toma ilegitima de JOH, la lucha por una trasformación revolucionaria de la sociedad ha cobrado más fuerzas, las acciones de la clase oprimida están directamente relacionada a las condiciones de miseria a las que el Estado burgués hondureño, dirigido por Washington, ha orillado a la ciudadanía. Hoy el país cuenta con un deficiente sistema de energía eléctrica, agua potable, alimentos, salud y educación; las circunstancias avalan el gran anhelo revolucionario de la mayoría y el sectores gremiales como el magisterial y medico han dicho presente en la lucha contra los duros golpes de las privatizaciones que pretenden imponer en el sector salud y educación (cabe recalcar que ya privatizaron la ENEE, que era la empresa estatal encargada de la distribución y administración de la energía eléctrica y hoy por hoy no hay quien no se queje de los cobros mensuales que mas que facturas, son balas).
El paro general
Para el día 30 y 31 de mayo, y luego de suspensiones de clases, consultas médicas y de múltiples marchas en las calles (donde se recalca la agitada marcha desde la Universidad Nacional Autónoma de Honduras [UNAH] y la de los obreros el 1 de Mayo) el gremio médico y magisterial convoca a paro nacional, naturalmente esto fue el conato de un nuevo periodo de lucha en las calles. Desde entonces mas de veinte días de lucha han trascurrido por no aceptar los llamados decretos por la «reestructuración» del sistema de salud y educación y desde entonces las movilizaciones han sido muy recurrentes.
El ambiente está más que agitado para comenzar una trasformación radical de la situación deplorable de muchas instituciones que han sido saqueadas por políticos y que por la lógica destructiva del neoliberalismo se terminan privatizando.
Los métodos de lucha
Ingenuos los empresarios asesinos quisieron dar otro golpe, pero no imaginaron todas las acciones de los desangrados y valientes hombres y mujeres que ya no soportan otro golpe. Los métodos de lucha se han enfocado en las tomas y movilizaciones, después del llamado a paro los gremios no han mermado las movilizaciones, unas veces mas combativa que otras pero siempre con mucha indignación. Los estudiantes siempre destacan por su presencia en las manifestaciones, han clamado justicia y lo seguirán haciendo hasta que la dictadura caiga, desde el auge del movimiento universitario en 2016 las tomas no han parado a pesar de tener que hacer algunos sacrificio; cada gota de sangre de nuestros mártires recorre las venas de los estudiantes, desde que comenzó el segundo periodo (23 de mayo) no se ha recibido una tan sola semana completa de clases, de hecho según la normativa universitaria el periodo debería ser cancelado.
El 19 de junio se vivió algo sorprendente, toda Honduras salió a tomarse las carreteras y calles de barrios y colonias, la policía no salió a reprimir como en ocasiones anteriores, pero si hay registro de heridos de balas y muertes, no con exactitud pero según algunos diarios más de veinte personas ingresaron al hospital. Esto de que los policías hayan «mermado» la represión al menos en algunos sectores, hay que dejar bastante claro, tiene que ver con un conflicto interno en sus instituciones, ya ocurrió una vez en 2017, pero volvieron a inclinarse ante la bota del verdugo por intereses particulares, también hay que aclarar que la oposición no supo plantear una buena estrategia para sacar ventaja del momento; como sea, la población ahora los ve con escepticismo. Hay que sacar una conclusión importante de todo esto y es que los policías luego de periodos largos de represión terminan «cediendo», esto en parte está relacionado al agotamiento, es evidente, si las acciones de lucha continúan en las calles los días de la dictadura están contados.
hay muchos sectores que a lo largo de la lucha se han sumando a las acciones y se pueden mencionar muchos, los transportistas de cargamento pesado que hicieron múltiples paros en la costa norte, El sindicato del Seguro Social (SITRAIHSS), El Sindicato de Trabajadores de la UNAH, médicos y enfermeras de entes públicos, algunas unidades importantes de trasporte publico, colegios de secundaria, personas desempleadas que ya no aguantan no poder llevar comida sus hogares, vendedores independientes, entre muchos más. Al ver como se aglutinan tantos sectores debemos plantear una estrategia para vincular a todos los gremios y sectores en la lucha por un cambio de sistema ya que en definitiva es lo único que nos puede sacar de tanta destrucción, la lucha no debe estar enfocada solamente en la salida de JOH, falta sacudir a toda la estructura política que ha implantado el capitalismo; no basta acabar con los síntomas, hay que acabar con la enfermedad.
No es una lucha solamente gremial, es una lucha de clases
Bajo la lógica de «dividir es vencer» la dictadura ha usado lo que tiene a su alcance para desmoralizar al pueblo y que éste se paralice, las estrategias han sido enfocadas en que las luchas por la no privatización no es asunto de estudiantes, desempleados o la demás población como tal; no hace falta decir que esto es completamente un disparate absurdo y hasta un insulto a la inteligencia del pueblo, ya que la clase explotada es, en primera instancia, la mas afectada. Son los pobres quienes ocupan el Hospital, San Felipe, Mario Catarino Rivas; los políticos y señores burgueses van al Hospital San Jorge, Clínicas privadas e incluso a Seguros Extranjeros. No se mueren por falta de antídotos o ambulancias, como le pasó a un niño que lo mordió una serpiente en Choluteca, y que pudo haber sobrevivido, de no ser porque la ambulancia que lo podía trasladar estaba en mal estado y porque el hospital no tenía el antídoto. Son los pobres que matriculan a sus hijos en Escuelas, colegios y Jardines de niños públicos, los ricos no, ellos tienen a sus hijos en guarderías en colonias seguras donde no corren el riesgo de que los secuestren porque viajan en «rapiditos», ellos van con niñeras que velan su cuidado; los hijos de la clase trabajadora se enfrentan a la violencia de sus barrios y no solo ha sucedido una vez en la que los chicos de escuelas son prácticamente obligados a formar parte de maras y pandillas desde tempranas edades, los niños de las escuelas publicas en Honduras sufren precariedades inimaginables; a los hijos de la burguesía no les cae el techo en la cabeza como le sucedió a dos niños en Choluteca que resultaron heridos al desprenderse el techo de su aula. ¡Claro que es una lucha de clases! una lucha de los explotados contra los explotadores.
Luchemos contra el capitalismo
Corre por la venas de los explotados la sangre de los que una vez fueron silenciados con las frías balas de los fusiles militares. La sociedad hondureña, a diferencia de etapas anteriores donde la manipulación mediática sobre confundía la conciencia, cada día adquiere mas experiencia; es innegable que los agitados movimientos giran en torno a los anhelos de un cambio radical. Nada ofrece soluciones tan reales y genuinas como el triunfo de una revolución socialista, que los obreros se apropien de los que le ha pertenecido siempre y que les ha sido negado. En el marco de este muy podrido sistema pocas soluciones existen, no se pueden llegar a triunfos reales si la estructura es la misma. Ahora es el momento de instaurar un sistema donde los que hoy no tienen voz la puedan tener, por un sistema de salud amplio con educación de calidad, la dictadura no un personaje, es una mega estructura y es hora de sacudirla hasta derrumbarla.
Después del fraude, dijimos que JOH se imponía pero que era una dictadura débil y que más temprano que tarde se enfrentaría a las movilizaciones de masas. Esta perspectiva se ha cumplido. La profundización de la crisis del régimen se ha agravado, pero el movimiento no debe cometer los mismos errores que en la lucha contra el fraude. Se deben conformar asambleas populares que permitan organizar la lucha pero, que puedan convertirse en órganos, que incluso cuando el movimiento baje puedan mantener la lucha. La otra cuestión es abogar por una huelga general. El paro de transporte estaba teniendo grandes afectaciones económicas y eso avanzaba en debilitar al gobierno, pero se levantó. Si el paro fuera del conjunto de la economía, los días o las horas de JOH estarían contadas. Si la lucha se focaliza solo en tomas barriales, difícilmente avanzará en derrumbar por la vía revolucionaria a la dictadura. Por eso debemos abogar por convertir la lucha en una huelga general.
El imperialismo puede valorar que es más costoso sostener a JOH que dejarlo caer, aunque eso no es del todo seguro. Pero si fuese así, ellos buscarán primero derrotar al movimiento de masas o contener mientras puedan el movimiento y cuando entre en reflujo podría buscar una salida legal como un gobierno interino y nuevas elecciones. Cambiar para que nada de fondo cambie. La única esperanza está en la organización de los obreros, campesinos y estudiantes de Honduras, que solo pueden confiar en sus propias fuerzas.
Escrito por: Bloque Popular Juvenil (El Salvador), Izquierda Marxista (Honduras), La Izquierda Socialista (México)
Miles de centroamericanos, principalmente hondureños, se han venido sumando en la caravana migrante, fueron recibidos el día de ayer, 19 de octubre, en la frontera sur de México con gases lacrimógenos, con cientos de policías militares y aviones volando sobre sus cabezas causando ruidos ensordecedores. Esta es la política migratoria que el imperialismo americano ha forzado a implementar al gobierno mexicano desde hace años. No es incorrecto decir que la frontera americana comienza en el Río Suchiate y no en el Río Bravo. El gobierno y la burguesía de Estados Unidos considera a México su patio trasero el cual tiene que implementar y defender todas sus políticas de “seguridad”.
Los cientos de migrantes centroamericanos, que comenzaron la caravana en Honduras hace una semana rumbo a Estados Unidos, están poniendo sobre la mesa una serie de consideraciones que regularmente se omiten conscientemente por parte de los diferentes gobiernos de la región y en la política imperialista de los EEUU. Comenzó con 150 personas, cansadas de no encontrar una salida digna a su realidad, hicieron un llamado para cruzar de manera abierta los diferentes países donde se arriesgan a ser extorsionados por las policías, a que las mujeres sean violadas y ultrajadas, a ser extorsionados por las pandillas y grupos del narcotráfico. Así, marchando en caravana buscan hacer visible su paso y evitar todas las agresiones. El llamado no cayó en oídos sordos, por el contrario, conforme fue avanzando se sumaron cientos, a la frontera mexicana han llegado más de cuatro mil.
Nuestros camaradas, hermanos centroamericanos, o de cualquier otro país, que emprende la marcha para buscar oportunidades en otros países, alejados de sus familias y amigos, no viven una cosa grata. Muchas mujeres y hombres dejan a sus hijos, familiares enfermos, lo poco con que cuentan. De ninguna manera es un recorrido por placer o aventura, como muchas veces lo quieren hacer ver los medios de comunicación, los cuales nos dicen que “van a la aventura en busca del sueño americano”. Son hombres, mujeres y niños expulsados de su tierra por la violencia, la falta de oportunidades; para buscar trabajo, educación y una vida digna.
Muchos critican en México el hecho de que cientos o miles de centroamericanos estén parados en la frontera del sur y que intenten cruzar el país. Afloran los sentimientos más reaccionarios entre la clase media, la burguesía y algunos sectores desclasados, llaman a nuestros hermanos centroamericanos delincuentes, asesinos, mugrosos, etc. Es parte de la ideología dominante que se extiende de manera sistemática, la cual nos enseña a ser humilde y servil con el poderoso (con la burguesía y el imperialismo); y altanero, prepotente y nada solidario con los más pobres. Es una política que plantea la división entre los de abajo, explotados, para aplaudirles a los de arriba, explotadores.
Es claro que estos sentimientos de racismo no están extendidos en toda la población mexicana, por el contrario, hay una fuerte solidaridad, empatía y apoyo hacia todos los que vienen en la caravana. No es extraño, somos hermanos de sangre, historia, cultura y dolor. Somos los mismos, los pobres, hijos de la violencia, víctimas de un sistema capitalista depredador que fue instaurado brutalmente para arrasar nuestros recursos naturales y explotar al máximo nuestras fuerzas.
Fue hasta 1823, cuando por pugnas entre las castas criollas separaron este territorio entre México y Centroamérica, después los diferentes intereses de los terratenientes y burguesías locales, mantuvieron esas fronteras artificiales. También Centroamérica es una sola tierra y fue un crimen dividirla, las intenciones siempre fueron poder controlar y saquear el territorio.
Las burguesías criollas han sido históricamente cobardes e incapaces para poder desarrollar las fuerzas productivas y llevar adelante las consignas de la revolución democrática nacional, han nacido atada de pies y manos al imperialismo. Son fieles servidores a las políticas rapaces de las élites internacionales que dominan el mundo. Estos son los que verdaderamente han expulsado a nuestra gente y a nosotros mismos de nuestras tierras provocando la violencia y la pobreza, la imposibilidad de que una persona pueda vivir dignamente sus países.
Ellos mismos son los que se asombran al vernos pasar por los diferentes países, los que levantan prejuicios y tratan de decir que los pobres son asesinos y delincuentes. en realidad los verdaderos saqueadores y asesinos que se han quedado con todas las riquezas naturales de nuestras tierras, son esos que hoy valientemente avientan por delante a los ejércitos, a las televisoras y a todos esos incautos que tratan de aferrarse aun a su nacionalismo trasnochado.
Solo recordemos que fue el imperialismo americano y la oligarquía hondureña quienes implementaron un golpe de Estado contra el expresidente hondureño Manuel Zelaya, por el simple hecho de ofrecer mejores condiciones salariales a los trabajadores y bajar los precios de la gasolina, etc. La política que se estableció después del golpe ha empobrecido al pueblo, la derecha ha gobernado militarizando el país y hundiéndolo en sangre, el año pasado apoyaron la entronización del derechista Juan Orlando Hernández en la presidencia mediante un descarado fraude electoral, lo que ha agravado aún más la situación de miseria y explotación. Está es la historia de toda la región, solo hace falta cambiar los nombres de los personajes.
La oligarquía golpista hondureña se mantuvo en el gobierno acosada por un movimiento de masas insurreccional surgido tras el fraude de 2017. En realidad es débil, no cuenta con una base social sólida. El pueblo hondureño votó masivamente por un cambio en esas elecciones que le robaron y por el contrario, con la imposición de los golpistas, ha visto cómo la pobreza y miseria se profundiza aún más bajo el gobierno de JOH. En su avance, la caravana se ha nutrido con migrantes de otros países de la región, pero no deja de retumbar el grito de: ¡Fuera JOH! Hay incertidumbre en el futuro, pero les anima salir de ese bello país hoy convertido en un infierno.
La caravana migrante está poniendo sobre la mesa la podredumbre del sistema capitalista en Centroamérica y en México, también las políticas reaccionarias y totalmente acopladas a la política del imperialismo en la región.
Nosotros como jóvenes, trabajadores, mujeres de la clase obrera, estamos en contra de cualquier política que divida a nuestra clase, ya sea de tipo nacional, religiosa, racial y de género. Nosotros somos internacionalistas porque la clase obrera no puede organizarse de manera nacional para vencer a un enemigo internacional, por lo tanto, no solo estamos apoyando a nuestros compañeros migrantes, que buscan lo que el imperialismo les ha negado en sus países de origen, estamos por abolir todas las fronteras que solo sirven para debilitarnos para enfrentar nuestros verdaderos enemigos, la oligarquía que está en nuestros países y en el imperialismo americano.
México no es un país que pueda ofrecer a los migrantes centroamericanos el paraíso en la tierra, es un país que está siendo arrasado por la violencia más brutal, pobreza que ahora vive nuestro pueblo es resultado de la misma política que avasalló los pueblos centroamericanos en décadas atrás. Los mexicanos más que nadie saben perfectamente bien que significa emigrar para encontrar mejores condiciones de vida, porque en el país hay más de 900,000 desplazados de guerra por la violencia contra el narcotráfico -hay más de 20 millones de mexicanos viviendo en EEUU de forma ilegal-; entienden perfectamente bien lo que es la violencia porque México tiene 30 mil desaparecidos y más de 300 mil muertos en los últimos 12 años. La clase trabajadora mexicana no se come el cuento de que los centroamericanos vienen a quitar el trabajo porque ahora mismo no hay trabajo para los mismos mexicanos, nosotros estamos unidos porque sus demandas son nuestras demandas, porque sus pasos son nuestros pasos, porque su vida es nuestra vida.
Solo en la unidad de los pueblos centroamericanos, el mexicano y pueblos latinoamericanos podrán derribar las condiciones que nos impide ser felices en nuestra tierra y eso tiene que ver directamente con terminar con el capitalismo. La clase obrera es una en cualquier parte del mundo, incluido los Estados Unidos, Canadá y otros países desarrollados. Nosotros somos internacionalistas porque creemos que tenemos más que ver con cualquier trabajador del mundo que con la burguesía rapaz de cualquier país centroamericano y mexicano. Nuestra lucha es la lucha de todos los explotados y con ellos vamos a estar.
La lucha de las masas, abierta tras las elecciones en Honduras, solo es equiparable a la huelga de 1954 y al movimiento contra el golpe de Estado en 2009. Es uno de los más grandes acontecimientos de la lucha de clases en la historia del país. Esto solo puede explicarse debido a las grandes contradicciones concentradas en la sociedad que han colocado al país al borde de la revolución. Pese a todo ese impulso revolucionario, Juan Orlando Hernández, JOH, acaba de juramentarse como presidente aunque acosado por la protesta del pueblo que exige su salida. Este es un gobierno sumamente desprestigiado y débil que se verá sometido a la presión de los trabajadores que pueden hacer que no termine sus 4 años de gobierno.
Una noche antes, Salvador Nasralla, a quien le han robado la elección, realizó una caravana automovilística por las colonias populares de Honduras. La gente salía jubilosa a saludarlo y a gritar: ¡Fuera JOH! Este sábado 27 de enero, una marcha intentó llegar al Estadio Nacional para impedir la toma de posesión de JOH ―Es posible que hubiera más militares y policías custodiando que gente en el estadio. No estuvo presente ningún presidente de otro país―. La manifestación fue detenida por un bombardeo intensivo de gas lacrimógeno. La gente se reagrupó en el centro de Tegucigalpa para hacer una manifestación y se dieron intensos enfrentamientos en distintos puntos de la ciudad. La población de San Pedro Sula se auto convocó a una manifestación por la tarde con asistencia de pobladores de Choloma y Puerto Cortés.
Apoyo imperialista al gobierno de JOH
¿Por qué a pesar de tener un movimiento tan fuerte fue impuesto JOH? Es necesario recapitular lo ocurrido en las últimas semanas. Un punto de inflexión fue el reconocimiento del gobierno de Trump. La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, emitió un comunicado el 22 de diciembre que dice: “Felicitamos al presidente Juan Orlando Hernández por su victoria en las elecciones presidenciales del 26 de noviembre, según lo declarado por el Tribunal Supremo Electoral de Honduras (TSE)”.
El citado comunicado de Heather Nauert llama a que los hondureños se abstengan de la violencia y a que el Estado ―que ha asesinado a decenas de compañeros en dos meses― respete a los manifestantes pacíficos. ¿Si tomas una carretera eres violento y es justificable que te disparen? Los llamados que el gobierno de EEUU hace a revisar los derechos humanos o cualquier irregularidad en las elecciones son mera hipocresía. El gobierno de EE.UU. ha apoyado material y técnicamente a las fuerzas armadas represoras. Parecería que cierra los ojos frente al escandaloso fraude pero lo apoya abiertamente.
La única forma en que el imperialismo podía reconocer el triunfo de Nasralla era bajo el miedo de perderlo todo. El pueblo trabajador no necesita el reconocimiento de los capitalistas. El imperialismo tiene un enorme poder pero la historia nos ha dicho que los trabajadores organizados son capaces de decidir su destino.
¿Cómo se sacó a la dinastía de Somoza del poder en Nicaragua en 1979? Con una insurrección obrera y campesina acompañada de una huelga general. El odiado dictador salvadoreño, Maximiliano Hernández Martínez, verdugo de la revolución de 1932, también fue echado del poder por la huelga general insurreccional en mayo de 1944. Este movimiento animó a los trabajadores de la región y en Guatemala también vimos una huelga general. Al aferrarse Jorge Ubico al poder los obreros y estudiantes formaron milicias populares, con las armas empuñadas por las masas se le echó del gobierno. En estos casos no solo se sacó a un dictador, se dieron importantes transformaciones sociales. Se debe aprender de la historia revolucionaria de Centroamérica.
Titubeos y debilidad de la dirección
En toda la lucha post electoral, Salvador Nasralla, el candidato a presidente de la oposición, ha mostrado permanentemente titubeos y vacilaciones. Firmó una carta de la OCDE donde se comprometía a aceptar los resultados del TSE, cuando se dio cuenta que era una trampa se desdijo de ese documento; cuando la lucha estaba en su clímax fue a Washington buscando el reconocimiento de su triunfo, de nada sirvió, el gobierno de Trump pronto reconoció a JOH como ganador de las elecciones. Fue entonces que Nasralla dijo que se retiraba de la política, incluso señaló que su causa estaba perdida. La enorme presión desde abajo le ha impedido retirase a la vida privada. Esa actitud es lo opuesto que hemos visto del pueblo que no le ha importado sacrificar hasta su vida buscando cambiar profundamente la sociedad, pero esos titubeos sin duda que tienen un efecto inhibidor del movimiento al restar confianza.
El movimiento de masas llegó a alcanzar un carácter insurreccional a nivel nacional y fracturó a las fuerzas represivas estatales. La última decisión estaba en las calles. Era completamente posible derrocar al régimen golpista pero para ello había que ir a la ofensiva. El tiempo estaba en contra del movimiento. La lucha de masas no puede mantenerse en ebullición permanentemente. Si no se tiene conquistas tangibles, tarde o temprano la lucha de masas descenderá. Los capitalistas pueden esperar a que las masas se cansen para retomar el control. Por eso señalamos la necesidad de avanzar en acciones como una real huelga general, la toma de edificios gubernamentales acompañados del establecimiento de asambleas populares y la elección en las mismas de representantes que coordinaran la lucha regional y nacionalmente. Las masas han dado todo pero los dirigentes de Libre y los sindicatos no han sabido canalizar este potencial. Un partido auténticamente revolucionario es como un pistón que puede concentrar toda la fuerza del vapor en un punto, pero sin el pistón el vapor tenderá a disiparse.
Flujos y reflujos
Durante el periodo navideño en fiestas populares, familiares y barriales y en la final del partido de futbol nacional se escucharon canciones y gritos por la salida de JOH. Al iniciar el año, JOH hizo un llamado a un dialogo nacional, esto era una clara trampa para avanzar en su imposición. La Alianza contra la dictadura rechazó un dialogo directo con el dictador, pidió hacer justicia por los asesinados en estas protestas y la liberación de 100 presos políticos; llamó a conformar un bloque opositor ―algo correcto pero que en la práctica ha sido una alianza cupular y se ha traducido simplemente en un bloque parlamentario― y convocó a iniciar movilizaciones desde el 6 de enero y a un paro nacional del 20 al 27 de ese mes.
El 6 de enero hubo una marcha en San Pedro Sula. El día 12 hubo una enorme manifestación con acciones en varias partes del país y una gran participación en Tegucigalpa. Esto reflejaba que seguía existiendo una fuerza importante para continuar la lucha pero también fue claramente menor a las de diciembre, lo cual era una señal de alarma que reflejaba cansancio. En una clara búsqueda de replegar la lucha, el Estado ha actuado con mano dura. Incluso Mel Zelaya recibió gases lacrimógenos por parte de la policía, el diputado Jari Dixon fue golpeado y agredidos reporteros.
De cara a la instauración del congreso se adelantaron las protestas planeadas, el 16 de enero hubo manifestaciones simultaneas en muy diversas partes del país. Ese día otro compañero fue asesinado por la represión estatal. En vez de luchar contra la instauración del parlamento, Libre orientó la batalla a ganar su junta directiva. En los días previos se buscaron alianzas con los partidos opositores, principalmente con el Partido Liberal. El fraude operó más claramente en las diputaciones y alcaldías y la correlación en esta instancia burguesa es claramente a favor del oficialismo. El Partido Nacional (PN) se quedó con 61 diputados y la Alianza de la Oposición con 35 (Libre con 30, 4 de PINU y solo 1 del Partido Anti Corrupción de Nasralla). El Partido Liberal, con 30 parlamentarios, votó junto a la Alianza. El PN, aliado a otros pequeños partidos, obtuvo 67 votos y con eso se apoderó de la Junta Directiva del parlamento presidida nuevamente por Mauricio Oliva, fiel representante del régimen golpista.
La Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) denunció que hay una red de corrupción entre los diputados en el que está involucrado Mauricio Oliva. Esta denuncia fue aplaudida por Luis Almagro de la OEA, quien cuando es conveniente denuncia a la dictadura pero no hace nada serio para evitar que se imponga. Además de esta denuncia de corrupción la agencia de noticias AP ha exhibido al jefe de policía, José Aguilar Moran, vinculándolo con el narcotráfico, diciendo que en 2003 ayudó al traslado de 780 kilogramos de cocaína. Ese es el nuevo gobierno de la dictadura.
Polarización
Las causas de esta lucha revolucionaria en Honduras no se han solucionado, por el contrario, se agravarán. El capitalismo mundial ha mostrado su inviabilidad, no han logrado salir completamente de la gran crisis de 2008 cuando se amenaza con nuevas recesiones. Honduras, además, tiene un capitalismo inviable y dependiente. La burguesía, local e imperialista, es incapaz de solucionar las contradicciones del sistema y los problemas de las masas, por el contrario las agrava. El régimen de JOH no tiene una sólida base social y pende de un hilo. Se sostiene solo gracias a la represión, al apoyo de los imperialistas y la debilidad de la dirección de los trabajadores. Pero si el movimiento no es capaz de tumbarlo este régimen puede recuperase. Frente a la imposición pueden desarrollarse elementos de resignación entre las masas.
Donald Trump es conocido por sus discursos xenofóbicos y políticas de carácter proteccionista que se reflejan en acciones salvajes contra los migrantes latinoamericanos. Eliminó de golpe la protección legal que cientos de miles de migrantes centroamericanos y haitianos tenían, para el caso de Honduras le extendió una vez más dicha protección generando incertidumbre sobre el futuro. Juan Orlando Hernández necesita del apoyo de los imperialistas y será fiel a sus amos, por eso Honduras apoya las locas políticas de Trump contra los palestinos en Israel. Juan Orlando Hernández es una especie de perro fiel de Trump, pero debe tener cuidado que este amo desquiciado puede en cualquier momento dar una patada a su despresiable mascota.
El régimen corrupto de JOH y la clase capitalista que representa, quieren el poder para seguir exprimiendo más a las familias trabajadoras del campo y la ciudad. Los trabajadores ya no soportan vivir como hasta ahora. La situación es inestable, cualquier accidente puede levantar otra tormenta. No soportarán 4 años más del gobierno de JOH. Es necesario prepararnos para las futuras batallas. La gran burguesía actuará más allá de la bota militar. Buscarán, de alguna u otra forma, desarticular y desactivar la organización y lucha de las masas.
Lenin, que sabía sobre revoluciones, dijo que los pecados del reformismo se pagan con ultraizquierdismo. Hay sectores del movimiento que siguen dando la lucha sin claudicar, siendo el ejemplo a seguir. Existe el peligro, de que sectores más consientes vayan demasiado lejos y terminen separándose del resto de las masas. También ante las limitantes de los dirigentes algunos compañeros pueden optar por otros caminos, impulsando acciones heroicas pero individuales que a nada bueno llevarán. La fuerza está en el movimiento de masas, eso es lo que ha hecho tambalear al régimen. La tarea fundamental es la organización de la clase obrera, los campesinos, estudiantes y el resto del pueblo. Para ello los sectores más activos y consientes deben articularse bajo una estrategia y programa revolucionario, que solo el marxismo puede dotar. Es necesario construir una organización de cuadros marxistas que rescaten la experiencia histórica del movimiento obrero y convierta las ideas de Marx, Engels, Lenin y Trotsky en una fuerza material. Eso es lo que buscamos construir como Corriente Marxista Internacional en Honduras e internacionalmente.
Los trabajadores de Honduras deben transformar su historia
Antes de la revolución de 1979, Nicaragua era el centro de la contrarrevolución centroamericana, desde donde los EE.UU. operaban y combatían la lucha de obreros y campesinos en la región. Una revolución acabó de tajo con esa dictadura y toda la enorme fuerza del imperialismo no pudo detener a las masas en acción. Los imperialistas tuvieron que resignarse a ver como su régimen títere era barrido por los trabajadores.
Honduras se convirtió en el centro de la contrarrevolución desde la década de los 80. Aunque hubo luchas importantes de los trabajadores estas fueron aplastadas. En esa década decisiva de la historia centroamericana, Honduras fue a la zaga mientras que en la mencionada Nicaragua se abrió un proceso revolucionario con todo el potencial de acabar con el capitalismo, en Guatemala se intensificaba la guerra civil y en El Salvador se dio un movimiento de masas revolucionario y una guerra civil.
La biblia dice que los últimos serán los primeros. Si echamos la vista atrás, en estos últimos 10 o 20 años, veremos luchas de masas de gran importancia. En El Salvador fue echado ARENA del poder y se formaron los primeros gobiernos de izquierda en su historia, aunque el programa reformista del FMLN ha mostrado sus limitaciones. Costa Rica, que había conseguido en el pasado gran estabilidad, contaba con estado de bienestar donde los trabajadores gozaban de logros sociales, hoy salvajemente los capitalistas los están eliminando. Las masas buscan defenderse. En Guatemala se dieron movilizaciones que echaron afuera a Otto Pérez, aquí se mostró que no es suficiente echar a un régimen podrido. En septiembre pasado vimos una huelga general contra Jimmy Morales y los diputados corruptos. Sin embargo, donde la lucha ha sido más intensa es justamente en Honduras, eso no es casualidad, es reflejo de que aquí las contradicciones de forma más intensa se han acumulado. Honduras tiene el potencial de jugar el papel que Nicaragua tuvo en el pasado, pero para ello debe conseguir triunfos revolucionarios que son completamente alcanzables con métodos revolucionarios.
Aun se siente el olor del gas que han hecho respirar al pueblo; aun chorrea la sangre de obreros, campesinos y estudiantes, es decir del pueblo asesinado en las protestas. Esto no se olvida fácilmente. JOH se impuso con un burdo fraude y está desacreditado. La constitución Hondureña, en su artículo 3° da el derecho al pueblo a actuar contra la dictadura.
“Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional”.
Esta lucha ha sido una enorme escuela. Es necesario unificar a los sectores más conscientes de la clase obrera y la juventud en una izquierda marxista, vinculada firmemente a la lucha revolucionaria del pueblo que defienda una táctica, estrategia y programa auténticamente socialista para acabar con este Estado fraudulento y corrupto, y su podrido sistema capitalista. Con la imposición de JOH la perspectiva no es de calma, sino de guerra de clases. Debemos prepararnos para las futuras batallas.
Escrito por: Carlos Márquez, Corriente Marxista Internacional
Salvador Nasralla, el candidato de la oposición, viajó a Washington para reunirse este lunes 18 de diciembre con representantes de la OEA, del departamento de Estados Americanos y organismos de Derechos Humanos, para buscar una salida al conflicto post electoral en Honduras. En otra burda maniobra, el Tribunal Superior Electoral (TSE), en la tarde del domingo 17 de diciembre, declaró ganador al derechista Juan Orlando Hernández (JOH) del Partido Nacional y actual presidente. A todas luces ésta es una elección fraudulenta. La Alianza contra la dictadura ha llamado a movilizarse de inmediato en todas las plazas públicas del país (una acción que quedó rebasada por los acontecimientos), en la noche de este domingo se tomaron carreteras con fogatas encendidas, se pusieron barricadas y se prendió fuego a instalaciones bancarias y judiciales. Manuel Zelaya, coordinador de la Alianza Contra la Dictadura, llamó a Nasralla a regresar de Washington pues allá no se va a resolver nada. Es el pueblo el que va a decidir en las calles quien es el real ganador de las elecciones, dijo. Frente a la nueva contundente acción, Luis Almargo, secretario general de la OEA ha propuesto que se realicen nuevas elecciones como salida al conflicto en un claro intento de desactivar la lucha de los trabajadores. Nasralla dice que puede ganar nuevamente la elección pero JOH se niega a repetirla.
El TSE es un instrumento al servicio de JOH con una blanda oposición interna. Ellos declararon que JOH ganó con una diferencia de 50,446 votos (1.53%) supuestamente, obteniendo 1 millón 410 mil 888 votos (42.95%) frente a 1 millón 360 mil 442 votos (41.42%) de Salvador Nasralla. El conteo parece como si un corredor claramente rezagado, diera un tremendo sprint y ganara de último momento por una nariz. Pero un conteo electoral no se puede comportar de esa forma. La oposición ha denunciado la inexplicable caída del sistema cuando faltaban contabilizar poco más de 5 mil sabanas electorales de las 18 mil 129 mesas escrutadas. Al restablecerse el sistema de manera repentina ya daba ganador a JOH. La Alianza ha denunciado que muchas actas han sido manipuladas y cambiadas.
Después de las elecciones del 26 de noviembre, Honduras ha vivido un movimiento insurreccional del pueblo que se opone al fraude. El Estado ha respondido con represión (ya son 22 muertos en las protestas, incluyendo 3 menores de edad) y estableció un toque de queda que el pueblo desafió saliendo a las calles en las colonias populares y pueblos del país. El 3 de diciembre se realizó una de las manifestaciones más grandes de la historia de Honduras. Ha sido tal la determinación, que la policía se dividió. Todo ese esfuerzo y sacrificio se pueden venir abajo con la declaración del TSE. Estos son momentos decisivos, los trabajadores del campo y la ciudad comprendieron que sin su acción decisiva se impondrá a JOH y la pesadilla continuará.
¿Por qué no ha triunfado el movimiento?
Cabe preguntarnos ¿Por qué un movimiento tan contundente no ha podido triunfar hasta ahora? La respuesta está, en que no se ha tenido la suficiente organización y adecuada dirección para hacer avanzar en acciones más determinantes. La Alianza se encajonó en la lucha legal y se perdieron momentos decisivos, provocando un retroceso en la lucha. El paro nacional del 11 de diciembre fue un síntoma de debilidad, mostró, lo cual puede ser normal, cierto cansancio temporal. Muchas personas no pudieron participar en estas acciones debido a que tenían que ir a laborar, ya que en sus centros de trabajo no se estaban organizando acciones de protesta.
En todo este tiempo, el régimen ha realizado una campaña mediática, para tratar de manipular o desviar la atención de la gente. Por ejemplo, la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad (MACCIH) de la OEA, sacaron a la luz casos de corrupción de diputados. También se dio la noticia de un accidente aéreo, donde presuntamente murió un grupo de hondureños incluyendo la hermana de JOH. Nadie ha visto fotos de la difunta y la voz popular dice que es una mentira. También se ha dado una campaña para criminalizar a los dirigentes locales, por un lado, provocando con infiltrados, acciones de sabotaje y acusando a dirigentes locales para generar temor, buscando su repliegue.
Correctamente se trató de reorganizar una siguiente acción, convocando a un nuevo paro el 15 de diciembre, el resultado fue mejor, pero no del todo satisfactorio. Las tomas de calles fueron anunciadas de antemano y la policía se movilizó previamente para impedirlos y también reprimió las tomas, disolviendo varias de ellas. Al no ser acciones tan masivas, la represión se facilitó, al menos dos compañeros fueron asesinados por la policía. Pese a todo ello se establecieron cerca de 100 tomas carreteras ese día, aunque nada comparable con los momentos álgidos de lucha. Fue después de esas muestras de debilidad que el TSE se animó a declarar ganador a JOH. El reflujo temporal no significaba una derrota, la gente estaba a la expectativa y atenta para actuar en alguna acción que realmente valiera la pena.
El pueblo trabajador de Honduras tiene la experiencia reciente de la lucha contra el golpe militar en 2009. Ahí se formó el Frente Nacional de Resistencia Popular. Un error fue dejar de lado, en la vía de los hechos, a esta organización a favor de la creación de Libre. Este partido se formó por la base del FNRP pero integrando a elementos burocráticos y burgueses del Partido Liberal. Se priorizó la lucha electoral, dejando en segundo término la lucha popular. De tal forma, que ahora que el movimiento requiere realizar acciones más contundentes, no existe la organización suficiente para hacerlo.
Nuevos sectores se sumaron a la denuncia y lucha contra la imposición de JOH como Convergencia Contra el Continuismo, realizando una conferencia de prensa conjunta con miembros de la Alianza contra el fraude. En ella asistieron el reconocido líder sindical Carlos H. Reyes y Berta Oliva, fundadora de Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Sin embargo la entrada del movimiento obrero organizado es una limitante en esta lucha, aunque H. Reyes se pronuncia contra el golpe no vemos pronunciamientos ni acciones contundentes del movimiento sindical. El movimiento obrero organizado debe poner su huella en la lucha primeramente enarbolando la defensa de un claro programa de clase a favor de los trabajadores y en segundo término con sus métodos de lucha: formación de asambleas donde la base pueda opinar y realizar acciones como huelgas que permitan a los trabajadores de los sindicatos poder dejar de laborar para salir a luchar, además de que paralizando a la producción golpeamos realmente a la clase capitalista que soporta al Partido Nacional y a JOH.
El movimiento es muy profundo e inspirador, pero a mediano plazo si no logra organizarse, tenderá a dispersarse abriendo el camino a una derrota de la lucha. En 2009 se estableció una asamblea Popular Nacional en la lucha contra el Golpe de Estado. De igual forma hoy se deben establecer asambleas populares en cada centro de trabajo y estudio, barrió y pueblo, que elijan representantes y se conforme con ellos una nueva asamblea nacional, que dirija el movimiento en las calles y organice un plan nacional de lucha.
La OEA y la UE
Los dirigentes de la Alianza han declarado que les han intentado dividir, pero la unidad se mantiene firme. Sin embargo, se notan diferencias entre Nasralla y Mel Zelaya, el primero ha declarado públicamente que confía en la OEA y la Unión Europea, mientras el segundo hace declaraciones más duras contra el imperialismo. Pero Mel Zelaya ha dicho públicamente a los imperialistas, que él no gobernará, sino que lo hará Nasralla, que si él es el problema se hará a un lado.
La preocupación principal de la UE y la OEA es, que el movimiento de las masas no se desborde y su llamado permanente es a la calma. Poco después de que el TSE declaró ganador a JOH, José Antonio de Gabriel, observador de la Unión Europea en Honduras, dio una conferencia de prensa que a todas luces era un respaldo de este grupo de observadores de lo que dijo el TSE. Después del nuevo levantamiento popular, Marisa dos Santos Matías, eurodiputada del Bloque de Izquierda de Portugal y jefa del grupo de observadores de la UE desmintió que se reconociera el triunfo de JOH y se abalara el proceso.
Los observadores de la OEA sacaron un tibio informe de las elecciones pero: “considera que ha observado un proceso de baja calidad electoral y por ende no puede afirmar que las dudas sobre el mismo estén hoy esclarecidas” (http://www.oas.org/fpdb/press/Segundo-Informe-Preliminar-MOE-Honduras-18dic-FINAL.pdf).
La Secretaría General de la OEA sacó una declaración en la que llama al dialogo sin sectarismos, al respeto al Estado de derecho y a la paz. Pero donde debe reconocer que:
“Intrusiones humanas deliberadas en el sistema informático, eliminación intencional de rastros digitales, imposibilidad de conocer el número de oportunidades en que el sistema fue vulnerado, valijas de votos abiertas o sin actas, improbabilidad estadística extrema respecto a los niveles de participación dentro del mismo departamento, papeletas de voto en estado de reciente impresión e irregularidades adicionales, sumadas a la estrecha diferencia de votos entre los dos candidatos más votados, hacen imposible determinar con la necesaria certeza al ganador”.
A esto se le llama fraude pero la OEA se niega a usar esas palabras. Más adelante dice:
“Por todo lo explicado, y ante la imposibilidad de determinar un ganador, el único camino posible para que el vencedor sea el pueblo de Honduras es un nuevo llamado a elecciones generales, dentro del marco del más estricto respeto al Estado de Derecho, con las garantías de un TSE que goce de la capacidad técnica y de la confianza de la ciudadanía y los partidos políticos.” (www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-092/17).
El llamado a una nueva elección busca encontrar una salida que implique desactivar el movimiento revolucionario de las masas. Correctamente los dirigentes de Libre, llaman a la gente a mantener la protesta social. Zelaya, aunque hace sus críticas, ha dado a Nasralla la decisión sobre aceptar o no esta propuesta a nuevas elecciones. Nasralla, después de su reunión con la OEA, ha aceptado la propuesta de la OEA de convocar a nuevas elecciones.
Intromisión imperialista
Heide Fulton, encargada de Negocios de la Embajada de EEUU en Honduras, ha tuiteado algunas declaraciones que el pueblo ha entendido como injerencia. El 3 d diciembre, en un claro intento de avalar el proceso, dijo: “Felicito al pueblo hondureño por las manifestaciones pacíficas de hoy, y al @TSEHonduras por un proceso ordenado ahora en curso”. “Como la OEA indicó, la participación amplia de la sociedad civil durante el escrutinio ayuda a asegurar que este proceso democrático permanezca en las manos del pueblo”. Mientras Fulton decía esto, Mel Zelaya decía a los manifestantes que eran los sectores más de derecha del imperialismo quienes impedían el triunfo de Nasralla.
El 10 de diciembre, bajo el pretexto del día internacional de los derechos humanos, Fulton sacó una declaración que dice:
“En Honduras, aplaudimos los pasos dados para fortalecer el Sistema Nacional de Protección para Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia en el último año. Alentamos a las administraciones hondureñas actuales y futuras a continuar fortaleciendo los esfuerzos del Mecanismo de Protección para proteger a estas valientes personas cuando son amenazadas, y para investigar y llevar ante la justicia a los responsables de cualquier ataque en su contra.”
“Valoramos el compromiso de las autoridades hondureñas de investigar las denuncias de violaciones de derechos humanos relacionadas con el período postelectoral e instamos a que todas esas investigaciones sean oportunas, exhaustivas y transparentes.”
“También reiteramos nuestro llamado a todos los involucrados en el proceso electoral a apoyar una determinación transparente, imparcial, oportuna y pacífica del resultado de la elección, consistente con la ley hondureña, de una manera que maximice la participación ciudadana y represente la voluntad del pueblo hondureño expresada en las elecciones del 26 de noviembre”.
En la lujosa oficina de Fulton, no entra el gas lacrimógeno, ni las balas que han asesinado a decenas de hondureños en la violenta represión del gobierno de JOH. Los imperialistas lloran lágrimas de cocodrilo, pero no han dudado en apoyar a los gobiernos oligarcas y golpistas. Un ex coronel de JOH ha declarado que este gobierno, con el apoyo de los EEUU, han creado escuadrones de la muerte en este país, dijo:
“(La embajada de EE.UU.) no sólo suministraban armas a los escuadrones de la muerte, también pagaban las casas que servían como casa de seguridad, donde llevaban a las personas y torturaban y ejecutaban y todo esto pagado por la embajada norteamericana” (hispantv.com/noticias/honduras/362586/hernandez-eeuu-nasralla-fraude-elecciones-protesta).
La oligarquía hondureña tiene una larga tradición reaccionaria de colaboración con los EEUU. Honduras se volvió el centro de la contrarrevolución en Centroamérica, después de la caída de Somoza en Nicaragua. Cuando Micheletti dio el golpe de Estado, el estadio nacional se convirtió en centro de tortura contra el pueblo y se asesinaron más de 200 personas bajo el apoyo y silencio cómplice del imperialismo.
En la noche del 17 Dic, Mel Zelaya dijo en la conferencia de prensa, que recibía constantemente amenazas de muerte pero que uno podía dar su vida a favor de la casusa de trasformar la sociedad en Honduras. Instó a la gente a desafiar la represión y a tomar las calles.
El nuevo levantamiento popular
Manuel Zelaya llamó a tomar las calles desde esa noche del 17 y las plazas públicas para este lunes 18. Durante la noche, a lo largo y ancho del país se establecieron tomas de carreteras y barricadas, se quemaron oficinas bancarias y judiciales. Este lunes Honduras amaneció con sus principales carreteras tomadas. La policía ha atacado pero enfrentándose, ahora sí, a una dura resistencia.
Un ejemplo de la brutalidad represiva la vemos en la Salida Danli. La gente realizaba la toma de manera pacífica. Un enorme pelotón de la policía militar llegó y comenzó a disparar cientos de bombas de gases contra la población indefensa. No solo arremetieron contra los manifestantes, atacaron a gente que caminaba por el lugar e incluso a las casas. Lanzaron cientos de bombas y dos de ellas entraron al interior de una casa pobre, con una puerta hecha de palos de madera y muros de lámina. Ahí se encontraba una familia pobre con niños. Una adulta mayor y un bebé recién nacido fueron fuertemente afectados por el gas lacrimógeno y trasladados a un hospital.
En San Pedro Sula, un joven manifestante cayó muerto al ser herido en un pulmón. En esa ciudad se ha denunciado que policías privados de una empresa, dispararon contra manifestantes pacíficos. La gran parte de los asesinados en estas jornadas son jóvenes, que son los más dispuestos y determinados en la lucha.
Toda revolución digna de llamarse así, divide a las fuerzas represivas en líneas de clase. Las masas se enfrentan valientemente a las fuerzas estatales. Hay escenas de guerra civil pero también de gente del pueblo que reclama a los militares por estas acciones e indignadas, les dicen que no les importa perder la vida y que ellos no pueden seguir defendiendo a JOH, cuando viven en la miseria como ellos. Un policía herido fue capturado por la población, le insultaron y reclamaron duramente, pero al que no agredieron y dejaron en libertad.
La policía y el ejército son instrumentos represivos en defensa de los intereses del gran capital, pero en sus bases hay gente que vive en las mismas condiciones de pobreza que el resto de obreros y campesinos y sus familiares muchas veces están en las calles luchando. Los Cobras y otras corporaciones se negaron en días pasados a reprimir, en esta nueva jornada de lucha, distintos mandos policiacos han renunciado a sus corporaciones. Los policías rasos, estando en la calle, se contagian del ambiente revolucionario del pueblo. El movimiento debe organizar comités de autodefensa, a la vez que agita en las bases de las fuerzas armadas para dividirlas. Mel Zelaya hizo un llamado a las fuerzas armadas a ponerse bajo las órdenes del nuevo presidente. Los soldados y policías que se niegan a reprimir, deben formar comités en sus batallones, en asambleas destituir a los mandos represores y sustituirlos por elementos bajo control de la base, se debe aislar a los elementos más reaccionarios de la policía que continúan reprimiendo al pueblo y voltear las armas contra los explotadores y su representante Juan Orlando Hernández.
¿Qué sigue?
El movimiento popular hondureño es inspirador pero debe generar elementos de organización popular. El partido Libre será impactado desde su base y podría girar a la izquierda por presión de su base. Se requiere que en cada barrio, pueblo, centro de trabajo y centro de estudio se creen comités de lucha y asambleas generales que elijan representantes que coordinen la lucha regional y nacionalmente. No olvidemos la experiencia de 2009 y del FNRP. En las siguientes etapas, donde no siempre el movimiento tendrá el auge de hoy, se debe organizar de mejor forma las acciones para que no ocurra lo de los paros del 11 y 15 de diciembre.
Desde las bases se debe dejar en claro los intereses del pueblo trabajador. Se debe enarbolar un programa para que aumenten los salarios, haya pleno empleo, se invierta en la salud y educación publica, exista universidad para todo joven, etc. Para ello hay que acabar con los privilegios de los políticos y capitalistas corruptos. Se deben expropiar sus bienes, obtenidos por la vía del robo y la explotación hacia el pueblo, poniéndolos a funcionar con la economía bajo control democrático de los trabajadores. Para ello debe formarse desde las bases del Libre y del pueblo un fuerte polo de los trabajadores organizado.
El principal protagonista de esta lucha es el pueblo y si se triunfa, será gracias a él y solo a él. JOH se debe ir ya, sin esperar a otras elecciones. Se debe cambiar el régimen y a la sociedad desde la raíz. Nasralla está en Washington, mientras el pueblo está dando una batalla heroica, él ha cedido a que se hagan otras elecciones. Esta propuesta de la OEA fue su respuesta frente al nuevo levantamiento insurreccional del pueblo. La burguesía puede sacrificar a JOH y poner maquillaje al Estado, pero quieren mantener al sistema capitalista intacto. Por eso su llamado a la calma y a respetar la institucionalidad burguesa, por eso el llamado a nuevas elecciones busca que la gente regrese a sus casas. La decisión de aceptar o no una nueva elección, no debe decidirla individualmente Nasralla, se debería convocar a una asamblea con representantes de la base de los partidos de la Alianza y sectores en lucha para tomar o rechazar esta determinación y decidir un plan nacional de lucha.
El pueblo lo que quiere es que salga JOH pero también una vida digna. Desde las cúpulas Nasralla y la dirección de Libre van a ser presionados. Podrían llegar a acuerdos en que se desconozca a JOH, a cambio de atar las manos al nuevo gobierno. Nasralla será presionado por arriba, es deber de los trabajadores que le han votado, impedir que ceda y que aplique un programa a favor de obreros y campesinos.
El régimen de JOH no quiere ceder el poder. Quieren proteger sus privilegios y saben de sus crímenes cometidos que el pueblo exigirá sean pagados. El secretario de gobierno, Ebal Díaz, dijo en su twiter:
“Sr. @Almagro_OEA2015 ud ha violado los procedimientos de OEA y MOE, fomentando más violencia. Ud ha sido (sic) irresponsible, permitiendo a un funcionario de su equipo confabularse con @SalvadorAlianza en intentar robar la elección”.
El imperialismo estadounidense y la OEA, en un caso hipotético de que quieran sacrificar a JOH buscando salvar al sistema, presionarán y no le darán reconocimiento internacional. Pero eso solo ocurrirá bajo el miedo de perderlo todo.
El movimiento de masas ha realizado maravillas y mostrado su determinación y tiene todo el potencial de avanzar y desarrollarse. Para ello se debe fortalecer el movimiento popular basado en las asambleas desde la base. Son inspiradoras las acciones de tomas carreteras y la defensa del pueblo frente a la agresión policiaca, pero no se puede simplemente resistir pues el desgaste y el reflujo inevitablemente vendrá. ¿Cómo se puede avanzar? Nosotros creemos que además de paralizar los caminos, hay que paralizar la economía con la huelga general. En los lugares donde el movimiento tenga la suficiente fuerza se deben tomar los palacios municipales y administrarlos por comités electos en asambleas populares.
Son horas y días decisivos para la historia de Honduras y de América, porque esta batalla impactará a otros países de la región. La clase obrera, el campesinado y los jóvenes en lucha sólo pueden confiar en sus propias fuerzas y en nadie más. La burguesía le teme al pueblo hondureño, porque les ha perdido el miedo, porque no quiere conformarse con migajas y se debe obtener, de una vez por todas, la vida digna que los catrachos se merecen.
Escrito por: Fabio Aguilar, Corriente Marxista Internacional
El día de ayer, domingo 17 de diciembre, el Tribunal Supremo Electoral dio el resultado oficial de las elecciones presidenciales del pasado 26 de noviembre en Honduras, el cual dictaba como presidente reelecto al candidato del partido Nacional: Juan Orlando Hernández (JOH). La lucha de las masas en las calles del país desde que se realizaron las elecciones ha sido masiva y combativa, la gente ha montado barricadas, tomado carreteras, se ha movilizado de manera decidida como el pasado 3 de diciembre, exigiendo un resultado justo que beneficie a Salvador Nasralla y a las fuerzas progresistas de la política hondureña, exigencia que se expresa en la consigna generalizada, incluso a nivel internacional: ¡Fuera JOH!
Pero los oligarcas de Honduras, apoyados por el imperialismo norteamericano, y expresados de manera caricaturesca en la figura de Juan Orlando Hernández representan un sistema capitalista decadente, que para defenderse y seguir reproduciendo ha creado en Honduras, como en los demás países, un aparato político tramposo para salvaguardar los intereses de la burguesía, sistema que no permite siquiera la menor concesión democrática para el pueblo hondureño, por consiguiente, todo derecho democrático, es decir en este caso la defensa de los verdaderos resultados de las elecciones, que en primer momento daban ganador a Nasralla, debe ser arrebatado de la burguesía por los hondureños con la lucha de calles.
En los últimos días, una serie de acontecimientos han ocurrido, creando un clima de convulsión social muy agudo, en el que el papel dirigente de la izquierda hondureña ha sido muy tímido, contando con grandes fuerzas. El amotinamiento de las unidades COBRAS, y de otros elementos de la policía hondureña, junto a su negativa de reprimir las manifestaciones del pueblo, de la mano con las constantes movilizaciones, tomas de calle, enfrentamientos en las barricadas con la Policía Militar, el aguerrido convencimiento de la gente para salir a defender los resultados electorales, incluso con su vida, por un cambio tan necesitado en el gobierno hondureño, han poblado el escenario de la lucha de clases en Honduras en las últimas tres semanas. Mientras tanto, muchos dirigentes de alto mando de las filas de la Alianza de la Oposición, negociaban con el Tribunal Supremo Electoral, un conteo justo de los votos y la verificación de actas no firmadas que habían sido incluidas en el conteo, que como “resultado preliminar” le daba una ventaja considerable a JOH sobre Nasralla.
Esta presión por recontar los votos era una necesidad inmediata que las masas aclamaban, pero Libre y la Alianza deben tener claro que las instancias burguesas del Estado capitalista ―la democracia burguesa―, no resolverán a su favor, nunca lo han hecho, y Zelaya más que nadie lo sabe, pues el imperialismo estadounidense utilizó esas instancias en un inicio, y luego se sobrepuso militarmente sobre estas para darle golpe de Estado en el 2009. La solución la ha tenido el pueblo hondureño en sus manos en las últimas semanas, la lucha de calles lo define todo, el gane de Nasralla ha legitimado las fuerzas del pueblo, algo que no ha sabido aprovechar la dirección en los momentos álgidos de lucha.
El imperialismo estadounidense, por medio de instancias como la OEA, creo todo un plan paras engañar y presionar a la Alianza de la Oposición, y específicamente a Nasralla de romper relaciones con Libre y con Zelaya, pues “estos agitan por un socialismo democrático”, le concedió una negociación a Nasralla con la OEA en Washington. Mientras Nasralla viajaba a EEUU, los resultados que imponía a JOH y toda la violación hacia los derechos humanos que representa fueron emitidos.
Al imperialismo yanqui no le conviene que fuerzas progresistas tomen el poder en Honduras, el cual es un bastión suyo político y militar en Centroamérica, y ha hecho todo lo posible porque esto no suceda. En la noche de ayer y el día de se ha agudizado la protesta pero también la represión al pueblo con el objetivo de mantener a JOH en el poder y hasta ahora lo está logrando, el pueblo hondureño organizado y no organizado no debe permitir esto.
Zelaya ha declarado públicamente que la lucha en la calles debe definir quién será el nuevo presidente de Honduras y está en lo correcto. No obstante, en los día anteriores las masas presentan cierta desmoralización y los que atienden el llamado a movilizarse habían bajado en número, pues después de tantos días en las calles, tanta represión, tantos heridos y algunos cuantos muertos, sin un resultado significativo más que puras y largas negociaciones para el reconteo, las masas se crearon la idea de que “de nada servirá seguir luchando si todo se resolverá como siempre”. Esta desmoralización y falta a las convocatorias centrales bien organizadas, es la explicación de por qué el pasado lunes 11 y viernes 15 de diciembre, el llamado a paro nacional no fue atendido como se esperaba, sumado a la filtración de información que llego hasta la Policía Militar sobre los cierres de carreteras y les dio un margen de maniobra más ventajoso para reprimir y dispersar a tiempo todas estas acciones.
Ahora, en estos momentos, en que el imperialismo y la burguesía hondureña han maniobrado y hecho que la democracia que tanto promulgan sea pisoteada para que responda a sus intereses, las masas hondureñas pueden cobrar nuevos ánimos para luchar, y lo han hecho, desde la noche de ayer una serie de tomas de calles, carreteras, barrios, etc., se han llevado a cabo. La chispa de la lucha se vuelve a encender.
La OEA ha declarado y presiona por nuevas elecciones, los dirigentes de la Alianza de Oposición consideran esta propuesta, pero la lucha en las calles ha resurgido, y sería nefasto detenerla con decisiones tibias, cuando recalcamos que la democracia burguesa no favorecerá a la izquierda hondureña.
Ante esto, consideramos pertinente que las bases de Libre y de toda la Alianza de Oposición, así como el conjunto del pueblo, presionen por mantener la unidad en la medida de lo posible, esa unidad que se expresa en todas acciones de calle que se han llevado a cabo en el último periodo. Pero esta unidad, debe transformarse en acciones más decididas y masivas, esto solo es posible con un plan de explicación de amplio y conciso de estrategia y objetivos de la lucha en todas las instancias del pueblo organizado y no organizado. Es decir en las estructuras de Libre y la oposición, pero también en los barrios, centros de trabajo, escuelas, universidades, etc., donde se creen asambleas democráticas que representen el poder popular que yacen en ellas, agitar en estos espacios es tarea de la Oposición, pues solo así reafirmará su papel dirigente de esta lucha.
Dicha discusión nos permitirá reagrupar fuerzas y golpear más fuerte, por ello, debe estar basada en la idea de organizar una Huelga General que derroque a JOH y ponga a Nasralla en el poder, acompañado de un plan de transformación de la política y economía hondureña, que contemple al poder popular como una piedra angular del nuevo régimen, que contemple la garantía de buena salud, trabajo seguro, programas de atención social, educación gratuita, etc., para todo el pueblo trabajador hondureño. Con algunos elementos de la policía y de las fuerzas armadas amotinado es necesario en estos momentos llevarles a los barrios obreros y adonde se encuentra el pueblo en lucha, involucrarles en las asambleas populares para la creación de autodefensas obreras que garanticen la seguridad del pueblo en lucha y representen una ofensiva contra JOH. Los empresarios y funcionarios de Honduras harán muchas maniobras para apaciguar la lucha, pero el pueblo debe confiar solo en sí mismo y avanzar hacia la conquista de sus intereses por los medios que hemos explicado. Solo de esta manera, se lanzará fuera de Honduras a la dictadura golpista y al imperialismo estadounidense, como demanda más sentida, y a su vez, se garantizará una vida digna a los hondureños que tanto lo ameritan.
Si la izquierda llega al poder en Honduras por medio de una lucha audaz, combativa y decidida, imprimiría ánimos tremendos para los países centroamericanos que lucha por su autodeterminación respecto al imperialismo de los EEUU y México que en pocos meses se presenta a un nuevo proceso electoral fraudulento.
Escrito por: Carlos Márquez – Corriente Marxista Internacional
El 26 de noviembre se realizaron elecciones nacionales en Honduras. La elección se ha dividido en dos bandos: quienes apoyan al actual presidente Juan Orlando Hernández (JOH), que busca su reelección, y quienes apoyan al candidato de la Alianza contra Golpe, Salvador Nasralla. En los primeros se posicionan las fuerzas máscara reaccionarias que buscan mantener sus privilegios, empezando por el histórico partido Nacional, principal fuerza política de la oligarquía; con los segundos están las masas de obreros, campesinos, desempleados, estudiantes, amas de casa… que ya no soportan su condición de explotación, pobreza, violencia y falta de democracia y aspiran a un cambio profundo de la sociedad.
Este domingo 3 de diciembre de 2017, se ha realizado una de las más grandes manifestaciones de la historia de Honduras, comparable en magnitud a la realizada el 5 de julio de 2009 cuando el derrocado Manuel Zelaya intentó regresar al país en medio del golpe de Estado que impuso a Micheletti al frente del país.
Los recientes comicios estuvieron llenos de irregularidades y fueron completamente amañados para asegurar el triunfo del Partido Nacional Se apostó a la compra de votos y la amplia abstención pero el pueblo salió masivamente a votar y les derrotó. Sin embargo, apenas unas horas después del cierre de las casillas, Juan Orlando Hernández se declaró ganador sin importar la opinión de la población.
Todo el aparato estatal está al servicio de la oligarquía pero aun con ello no han logrado hasta ahora imponer a su candidato debido a la respuesta de las masas. En última instancia la elección se decidirá en la lucha en las calles.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) tuvo que reconocer inicialmente que Salvador Nasralla llevaba una delantera de alrededor del 5%. El día miércoles 29 de noviembre se cayó el sistema de cómputo donde se hacía el conteo. El argumento es que el disco duro se llenó, algo ridículo e inaceptable para una elección que ha costado millones de lempiras a los hondureños. Cuando el sistema se restableció, JOH apareció en el conteo como puntero.
El pueblo hondureño comprendió la trampa y la respuesta fue un verdadero levantamiento popular que no fue preparado ni convocado por alguna organización central, sino por agrupaciones locales y ante todo por la indignación del pueblo trabajador convertida en acción. La respuesta del Estado fue la represión, es una burla que ahora culpen a la oposición de la división y la violencia. El Estado ha lanzado gases a las manifestaciones y barrios obreros, se ha disparado contra la población y han caído víctimas mortales. Esto no ha detenido las protestas que han abarcado cada territorio de la nación centroamericana.
Como respuesta a este movimiento revolucionario desbordante, Juan Orlando Hernández decretó, en la noche del viernes, un toque de queda donde la gente no puede reunirse, manifestarse o simplemente salir a la calle a partir de las 6:00 pm y hasta las 6:00 am. Buscando intimidar la protesta, las fuerzas armadas actuaron con particular brutalidad esa noche. El Estado detuvo a alrededor de 100 personas, las redes sociales mostraron imágenes de los grupos armados del Estado golpeando de forma sádica a la población en la calle. La joven Kimberly Fonseca fue asesinada después que los militares dispararon al grupo con el que se encontraba. La dramática imagen de su cuerpo tirado en la calle con un río de sangre saliendo de su cabeza es una escena que en sí misma nos muestra la verdadera cara de la supuesta democracia hondureña.
Nasralla está apelando a la OEA, la Unión Europea y la oficina comercial de Estados Unidos para que se corrijan las irregularidades de la elección. El candidato de la oposición proviene de un partido que no se puede considerar ni de izquierda, pero él ha tenido que critica el problema del hambre de la gente prometiendo solucionarlo convirtiéndose en el puente por el que se ha expresado el descontento popular. La elección no se ha ganado gracias a Nasralla sino incluso pese a él. La gente exigirá la solución de sus sentidas demandas si consiguen derrotar al régimen de la dictadura. En un periodo de crisis capitalista global, creemos que sólo es posible solucionar de manera real los problemas sociales de los trabajadores enfrentándose abiertamente al sistema capitalista, poniendo las palancas económicas ―hoy controladas por corruptos oligarcas golpistas y sus aliados imperialistas― bajo control democrático de los trabajadores estableciendo una economía planificada. Para ello es necesario organizar una tendencia revolucionaria que luche dentro del movimiento de masas y defienda un programa socialista basado en la democracia obrera.
Nasralla y la dirección del partido Libre han ido por detrás del pueblo en lucha Lo único que habían realizado fue un mitin el día siguiente de la elección frente al TSE, pero el movimiento por sí mismo se desarrolló y adquirió una dimensión nacional con cientos o miles de acciones espontáneas de la población a lo largo y ancho del país. No fue sino hasta el toque de queda decretado por JOH que la dirección de Libre, a través de Manuel Zelaya, convoca a algunas acciones: desafiar el toque de queda con cacerolazos en los barrios y una marcha nacional el domingo 3 de diciembre.
El pueblo hondureño encontró en el cacerolazo una forma de manifestar su descontento. La respuesta fue masiva. Hay quienes comparan lo ocurrido en la noche del jueves con el festejo de año nuevo, lo cual nos muestra el carácter masivo de esta protesta. El pueblo respondió a los violentos oligarcas golpistas con combatividad y festividad, desafiando al toque de queda en cada barrio obrero del país.
La debilidad del movimiento en las primeras etapas ha sido su relativa dispersión. La marcha del domingo fue un punto de unificación y por eso su carácter masivo. Las manifestaciones se dieron a nivel nacional en las principales ciudades y departamentos como lo son Tegucigalpa, San Pedro Sula o Choluteca. Es posible que hablemos de 300 mil personas en las calles. Es claro que esta lucha está arrastrando a nuevas capas que no intervinieron en 2009. Entre el pueblo de a pie hay un cuestionamiento mayor al régimen y al sistema capitalista.
El individuo puede jugar un papel en la historia. El pequeño dictador, Juan Orlando Hernández, en su obsesión de mantener el poder, ha acentuado las contradicciones, incluso generando descontento en la propia base del Partido Nacional. Él no hace más que representar a un sistema capitalista decadente e inviable dirigido con un régimen podrido pero también tiene sus propias ambiciones personales. Honduras no es capaz de asegurar la mínima democracia burguesa y cada conquista democrática será arrancada por la lucha de obreros y campesinos en las calles.
Nasralla dice que antes de la caída del sistema había poco más del 70% de las actas contabilizadas y llevaba 117,671 votos de ventaja. Después de la caída del sistema se digitalizaron y contabilizaron actas a favor de JOH. Para ello se imprimieron nuevas actas, se contabilizaron actas sin firma y se escanearon nuevas actas desde las oficinas del Partido Nacional que se metieron al sistema de conteo. Para la oligarquía la democracia es simple: si los resultados no te favorecen cambia los resultados.
En medio de la protesta el TSE aceptó contabilizar las actas con irregularidades que son 1,006 de las 12,900 totales. Pero la oposición exige que se contabilicen, con un listado individualizado, 5,179 actas que son las que se anexaron después de la caída del sistema. Además de pedir repetir el conteo en tres departamentos donde el nivel de votación estuvo muy por arriba de la media y el Partido Nacional gana. Estos son Departamentos donde operaron mayormente el fraude. Las peticiones de la oposición son realmente limitadas en medio de una elección tan fraudulenta y manoseada pero hasta esas se niega el TSE a cumplir.
Después de la enorme movilización del pasado 3 de diciembre, el TSE contabilizó a toda prisa las 1,006 actas con irregularidades dándole una ventaja a JOH con 42.98% de los votos mientras que Nasralla consiguió el 41.39%. La Alianza contra la dictadura y la población no aceptará ese resultado. Se pugnará por el conteo del total de las actas señaladas. La lucha ya ha generado fisuras en el aparato estatal, el magistrado del TSE, Marco Ramiro Lobo, ha criticado el proceso y llamado a contar las 5 mil actas. El Estado, debido a la actual fuerza del movimiento de masas, podría intentar alargar el proceso en medio de las impugnaciones apostando a que el movimiento se desgaste y decaiga.
El imperialismo quisiera que gobernaran Honduras sus históricos aliados, pero su enorme desprestigio los hace dudar de que puedan mantener las cosas bajo control, sobre todo después de ver las enormes protestas. No descartan, por tanto, la posibilidad de que gobierne Nasralla, tratando de atarle las manos para que no vaya más lejos. La OEA ha pedido que se recuenten las más 5 mil actas. Pero para ellos, aun con toda la moderación que Nasralla pueda tener, este no es la opción más viable porque temen a la base que le apoya y no solo quieren sacar a JOH sino que aspiran a solucionar sus problemas. La única garantía de triunfo está en que los obreros y campesinos, junto al resto del pueblo, obliguen al régimen de la dictadura, y sus amos imperialistas, a retroceder.
La determinación de la lucha de las masas está teniendo un efecto en las bases de la policía. El Estado comienza a fracturarse en líneas de clase. En Tegucigalpa una agrupación de la corporación policiaca las Cobras se amotinó exigiendo mejores salarios pero pronto se dijo que ellos no estaban dispuestos a reprimir al pueblo. Ha habido amenazas de represión de la Policía Militar en contra de las otras corporaciones policiacas. Los amotinamientos se están replicando en otras partes del país y ha habido confraternización de los policías con la población. Se está desconociendo a las cúpulas entregando la dirección a los mandos medios.
El pueblo hondureño ha demostrado su gran potencial revolucionario. Su lucha es una inspiración. Deben confiar en su fuerza y en nadie más. La dirección de Libre no llamó a ningún plan de acción claro para los siguientes días. La acción que está en la mente de las masas es hacer un paro nacional durante los siguientes días. Pero lo que se necesita es una real huelga general, donde se tomen los centros de trabajo y se paralice la producción, demostrando el poder de la clase obrera. La dirección de Libre y los sindicatos deben organizar la lucha en ese camino. La huelga general forma parte de la tradición revolucionaria del proletariado Hondureño, hay que rescatar el mejor legado del movimiento de 1954.
La huelga general se tiene que organizar sobre la base de comités en los barrios y en los centros de trabajo, que se coordinen a nivel local, departamental y nacional con delegados electos y revocables. Tales comités de lucha deben dotarse también de las medidas necesarias de auto-defensa ante la brutal ofensiva represiva del estado.
Finalmente la lucha por la defensa del voto debe vincularse estrechamente a la lucha por trabajo, derechos sindicales, vivienda, educación y salud para todos y esas reivindicaciones solamente se podrán conseguir con mediante la expropiación de las cinco familias de la oligarquía capitalista. Esas cinco familias representan el núcleo central de ese 3% de la población que controla el 40% de la producción nacional y que mantiene al 70% de la población en la pobreza. Esas cinco familias son las que están detrás del golpe de 2009 y del actual intento de robarle al pueblo trabajador la victoria electoral, una vez más. La lucha por los derechos democráticos por lo tanto está indisolublemente unida a la lucha por la expropiación de la oligarquía.
Desde la Corriente Marxista Internacional manifestamos nuestra completa solidaridad con el pueblo Hondureño. Su lucha es un digno ejemplo y los ojos de los sectores más conscientes de los trabajadores de Latinoamérica están puestos sobre ustedes. Un triunfo de su movimiento sería una inspiración para los trabajadores del mundo y toda América Latina, tendría un impacto inmediato en la región centroamericana y México, que se enfrentará en unos meses a un escenario electoral con muchas similitudes. Los camaradas de la CMI en Honduras ya estamos participando, en la medida de nuestras fuerzas, en el movimiento de masas.
Hacemos un llamado a organizar la solidaridad internacional y romper con el bloqueo mediático sobre lo que está sucediendo en Honduras. Las organizaciones obreras, juveniles y populares del mundo deben de organizar piquetes en las embajadas de Honduras en todo el mundo para exigir el fin de la represión y el respeto al resultado electoral, además de denunciar a los gobiernos y organismos internacionales cuyo silencio es cómplice del golpe del estado en marcha.
El pueblo hondureño merece vivir dignamente, con trabajo, salud y educación digna. Si se pierde esta batalla la pesadilla continuará. Esta es una lucha decisiva que tiene todo el potencial para ganar. Los golpistas no quieren dejar el poder, hay que obligarlos a hacerlo con la acción revolucionaria de las masas.
El pasado viernes el gobierno tomó la nefasta decisión de suspender las garantías constitucionales, esto en sí mismo no demuestra ninguna fortaleza, sino todo lo contrario: muestran la debilidad y el poco apoyo que el régimen tiene entre el pueblo, por otra parte, nosotros, los trabajadores y jóvenes hemos tomado las calles demostrando nuestra fuerza, cada uno de los puntos de resistencia se ha caracterizado por una entrega valerosa de lo mejor del pueblo hondureño, es realmente en las calles donde se está demostrando quien realmente ganó las elecciones.
Ayer en horas de la noche el toque de queda no fue acatado, el cacerolazo que inicialmente se planteó como una alternativa para protestar sin salir de casa trascendió a manifestaciones nocturnas en los barrios, en distintos puntos las barricadas populares se mantuvieron, la moral de los que hemos resistido es alta, entre consignas dejamos claro el repudio que tenemos al gobierno ilegitimo de Juan Orlando Hernández, la solidaridad de los vecinos también fue evidente, en algunos casos estos acogieron a aquellos que tuvieron que ocultarse de los militares, incluso sabemos de algunos puntos donde sectores honestos de la policía se han sumado a las protestas.
A pesar de esto nuestro movimiento ha tenido bajas: el día de ayer se contabilizaron 7 compañeros muertos, decenas de detenidos, no contabilizamos acá a los provocadores que el gobierno busca infiltrar en nuestras filas, sabemos muy bien que esquiroles a sueldo pueden ser detenidos para luego ser liberados por la puerta trasera de las comisarias para que continúen promoviendo saqueos, la estrategia del gobierno es asquerosa, solamente un movimiento fuertemente organizado de trabajadores y la juventud puede ponerle un alto a esta situación.
Nosotros, miembros de la Corriente Marxista Internacional, estamos luchando hombro a hombro con nuestro pueblo, tanto nacional como internacionalmente, creemos que es necesario crear una red de organizadores golpeando como un puño cerrado a la dictadura, el llamado al paro nacional debe ser retomado y ser extendido a un llamado a la Huelga General, unificar cada una de las barricadas populares en un plan unificado mediante asambleas populares, es en la economía donde podemos acertar el golpe más fuerte a la oligarquía hondureña verdadero artífice del fraude electoral.
La tarea más apremiante es derrocar al gobierno, instaurar un gobierno a favor de los oprimidos que inmediatamente aumente los salarios, reduzca la jornada laboral, incluya a los desempleados a los centros de trabajo, encarcele a los corruptos y renacionalice los centros industriales y de servicio que la oligarquía nos ha arrebatado, la banca, las fábricas y la tierra debe regresar a manos del pueblo hondureño.
Es en este momento en el que no podemos permitir ningún acuerdo bajo la mesa, sabemos que los Magistrados del Tribunal Supremo electoral han claudicado ante el régimen, políticos oportunistas buscarán parar la movilización negociando a nuestro nombre con el objetivo de boicotear nuestra lucha, nuestros dirigentes deben ser duros y empujar nuestra lucha hasta alcanzar nuestros objetivos, debemos confiar únicamente en aquellos que defiendan nuestros intereses e impulsen el proceso confiando únicamente en nuestras fuerzas, las experiencias pasadas nos han demostrado que la única alternativa real es fortalecer la organización popular y la lucha, la experiencia del resto de países latinoamericanos con gobiernos reformistas nos han demostrado que no basta con pequeñas reformas, debemos extender la lucha al derrocamiento del capitalismo y la instauración de un gobierno socialista como única alternativa para solucionar los problemas a los que nos enfrentamos día con día.
Hacemos un llamado a todos aquellos compañeros que quieren luchar por este programa a reunirnos de manera urgente, ya sea contactándonos a través del Facebook Izquierda Marxista, o en la página de nuestros compañeros salvadoreños Bloque Popular Juvenil (B.P.J) para discutir como empujar la lucha, hoy más que nunca es necesario la organización entre los oprimidos en contra de los opresores.
La elección hondureña se está decidiendo en las calles, en todo el país ha surgido una rebelión popular contra el fraude electoral que está adquiriendo un carácter abiertamente revolucionario. El pasado 26 de noviembre los electores fueron convocados a las urnas. El actual presidente Juan Orlando Hernández (JOH) es el heredero directo del golpe de estado de 2009, que derrocó a Juan Manuel Zelaya. JOH cambió la ley para poderse reelegir y como la votación no le favorece ahora, está queriendo cambiar los resultados para imponerse nuevamente en la presidencia. Para ello está usando a las distintas instituciones estatales, incluyendo al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que se ha puesto bajo las órdenes del debilitado dictador. JOH sólo puede imponerse de presidente bajo la derrota del actual movimiento de masas, lo cual no es tarea fácil, porque el pueblo catracho ya despertó y tiene todo el potencial para ganar esta trascendental batalla.
La farsa electoral
El régimen planificó muy bien esta elección, que era completamente fraudulenta desde el inicio. El objetivo nunca fue tomar en cuenta la opinión del pueblo, sino simplemente, dotar de legitimidad al régimen. Se aprobó una ley que permitiera a Juan Orlando Hernández perpetuarse como presidente. Esto no se veía en Honduras desde los años 30´s y 40´s con la sangrienta dictadura de Tiburcio Carías Andino. Se echó a andar una poderosa operación para comprar votos, mientras que en todo el periodo previo, se hizo una campaña de desprestigio permanente en contra de la oposición. El día de las elecciones se hicieron vulgares trampas. El padrón electoral no estaba actualizado y dio la oportunidad a que la gente vote más de una vez o incluso voten los muertos, el oficialista Partido Nacional, rellenó urnas y trató de intimidar a la población para que no saliera a votar, avionetas sobrevolaban el cielo y en la tierra se movilizaba a los militares. Mientras apostaban a provocar la abstención usaron montón de maniobras para obligar a la gente a votar por la derecha, por ejemplo, reteniendo programas sociales o salarios de trabajadores estatales bajo la promesa de liberarlos cuando ganara el Partido Nacional. Todo les resultó en vano.
En todo este plan de la ultraderecha había un pequeño detalle, que ha metido en problemas a los golpistas, había que permitir el derecho a votar a las masas. Estas no desaprovecharon la oportunidad para mostrar su enorme descontento y se tomaron muy enserio esta batalla para echar de una vez por todas a los golpistas. La votación fue masiva, afuera de las casillas estaba mucha gente formada todavía a las 5:00 pm y lo normal es dejar abierta la votación por una hora más hasta que la gente termine de votar, pero nerviosamente el régimen de JOH mandó a cerrar de inmediato las urnas, porque sabía que el voto no le favorecía. Eso sin duda disminuyó la cantidad de votos hacia la coalición opositora, aunque en más de un caso lo que vimos fue que la gente se organizó y obligó a reabrir los centros de votación para ejercer su derecho. Al final ha sido una participación muy alta.
La contundencia de la participación del pueblo hondureño en la elección dejaban en claro que los datos desfavorecían a JOH, él sin embargo se apresuró a declararse ganador. Naturalmente, la coalición opositora salió a desmentir y dijo que basándose en las papeletas de votación, no en encuestas a boca de urna, sino con datos reales, ellos tenían una importante ventaja que le daba el triunfo a Salvador Nasralla.
Las instituciones estatales se han convertido en instrumentos títeres de Juan Orlando Hernández, el TSE se veía en aprietos pues tenía que dar alguna información oficial con su jefe declarándose ganador y sin datos que sustentaran ese supuesto triunfo. Por eso fue hasta aproximadamente la 1:40 de la madrugada del lunes que dieron la primer información y no pudieron ocultar que Nasralla aventajaba dando el dato de 5% de ventaja. Después de eso solo dieron un avance más con una pequeña reducción de la ventaja (44.35% para Nasralla, frente a 40.5% para JOH), se tenía como límite dar un veredicto antes de que terminara el jueves y no hubo ningún anuncio oficial. Esto último se debe a la respuesta del pueblo en las calles, un anuncio del triunfo de JOH sería una llamarada que terminaría de incendiar al país.
Mientras en otras elecciones de la región y del mudo se puede revisar paso a paso como avanza el conteo de la votación, en Honduras hay un silencio cómplice del TSE, que permitirá al régimen falsificar los datos. Se está modificando la información real, se dificulta el ingreso al TSE de las boletas que favorecen a la Alianza contra el golpe, se habla de reimpresión de boletas para cambiarlas por las reales, se han mostrado videos de cómo se están marcando libretas enteras de boletas a favor del Partido Nacional. El sistema con el que se cuentan los votos se cayó repentinamente el día miércoles en la tarde y cuando se restableció, horas después, Juan Orlando Hernández ya estaba en la delantera. Esa burda maniobra nos recuerda el fraude en México de hace 30 años, en ese país ya se usan métodos mucho más sofisticados para hacer fraude pero la política en Honduras actúa bajo los dictados de burdos cavernícolas políticos.
La inmensa mayoría de los medios de comunicación están al servicio del régimen. Después del restablecimiento del sistema, de manera repentina empezaron a anunciar que JOH ya aventajaba la votación y a ocultar la información del malestar popular, poniendo notas irrelevantes en los noticieros y hasta intentaron desviar la atención hacia programas de entretenimiento, tratando de que el pueblo se alejara de la realidad. Nada ha impedido que el pueblo salga a la lucha a defender su triunfo.
A muchos observadores internacionales se les presiona para que no hagan declaraciones. La OEA tiene sus manos metidas en las elecciones y en vez de denunciar el fraude hace llamados a que la gente se quede en sus casas y presionó para que ambos candidatos en disputa aceptaran los resultados del TSE. Nasralla aceptó eso pero se dio cuenta que era una trampa y correctamente rompió el acuerdo. Los observadores de la Unión Europea hacen declaraciones similares, dicen que las elecciones se llevaron con normalidad y el retraso sólo es para dar certidumbre mientras insisten en que la gente permanezca en sus casas. Nadie escucha esos discursos y la rebelión de las masas prosigue.
El TSE ha dicho que no dará el resultado final hasta computar la totalidad de las actas, incluso las que tienen inconsistencias. Eso es un reconocimiento de que las elecciones se decidirán no en el conteo sino en las calles.
Ahora se escuchan voces que hablan de repetir las elecciones. ¿No decían que todo era transparente y estaba en orden? Lo que se quiere es ganar tiempo para desactivar la movilización popular que puede adquirir dimensiones que disputen el poder al Estado de los oligarcas e imperialistas. El movimiento debe desarrollar un plan para avanzar y fortalecer la lucha y el poder popular.
La causa de la revuelta
Después del derrocamiento de Mel Zelaya, las condiciones de vida para las masas, ya de por si malas, se han deteriorado hasta una situación insoportable. Uno de los casos más sensibles es el del sistema de salud, que ha sido saqueado, dejando a la población sin acceso a medicamentos, deteriorando las condiciones laborales de los trabajadores del sector y provocando por ello la muerte de varios hondureños por falta de una adecuada atención médica. Frente a ello, días previos a las elecciones, los trabajadores de este gremio realizaron un paro de labores. En general se ha dado una ofensiva contra el movimiento obrero organizado que resiste y ve este proceso como una oportunidad de responder.
Honduras es uno de los países más pobres de América. Si sumamos la tasa de desempleo y el trabajo informal veremos que estos llegan a ocupar la mitad de la fuerza laboral. Cuando Zelaya gobernó, el salario mejoró significativamente pero con los golpistas se ha dado un retroceso enorme. Se calcula que el 60%, de los poco menos de 9 millones de hondureños, son pobres según cifras oficiales.
El deterioro de los niveles de vida ha venido acompañado de enriquecimiento y obscena corrupción de la clase gobernante y los altos representantes estatales. Este es un régimen salido del golpe de Estado de 2009, se ve obligado a convocar elecciones pero mantiene una estructura autoritaria bonapartista. JOH controla las fuerzas armadas, a los magistrados, al TSE, etc. Durante su gobierno fue normal que una protesta en Honduras terminara en represión, con balas de goma y gases lanzados a la población.
El golpe de Estado derivó en un régimen autoritario basado en el Partido Nacional, pero rompió el equilibro histórico, donde el país mantenía un sistema bipartidista con dos opciones burguesas: Nacionales y Liberales, estos últimos perdieron su base de apoyo y en estas elecciones han tenido un resultado muy pobre, quizás de un 14%. El golpe de estado se dio para intentar frenar el fermento de lucha del pueblo, cuando este se consumó, ocurrió lo contrario y surgió una opción de masas del pueblo trabajador: el Frente Nacional de Resistencia Popular, del cual derivó el partido Libre, aunque incorrectamente asimiló a su interior a viejos políticos liberales.
La dirección de Libre es heterogénea, vemos elementos con una mayor vinculación popular que se manifiestan junto al pueblo en las calles y otros con una tradición liberal que tiende siempre a la negociación cupular. En 2013 las elecciones presidenciales las ganó Xiomara Castro, del partido Libre pero el voto no se defendió con decisión en las calles, sino que, se optó por la vía legal y la negociación. El resultado fue la imposición de Juan Orlando Hernández en la presidencia y una pesadilla para el pueblo hondureño.
Esta elección y este movimiento se han desarrollado no gracias a la dirección, sino pese a ella. Salvador Nasralla era un popular comentarista de deportes en televisión, que empezó a criticar la corrupción, lo cual le ganó simpatías. Formó parte del Partido Anticorrupción, que tiene un carácter burgués, presentándose a las elecciones presidenciales pasadas. Finalmente entró a una alianza con el partido Libre y el pequeño Partido Innovación y Unidad (PINU). La fuerza vertebral de la Alianza contra el Golpe es Libre, que es el único partido que tiene una real base de masas, pero esa alianza permite un giro a la derecha en el programa. La masa sin embargo, quiere la salida de la dictadura y mejorar sus condiciones de vida y eso exigirá, si Nasralla llega a la presidencia.
La violencia es otro elemento que esta sobre la mesa. Después del 2009 Honduras se ha convertido en uno de los países más violentos del mundo. La población humilde vive cotidianamente vejaciones, asaltos y homicidios. En 2016, según el IUDPAS, en Honduras había una tasa de 59 homicidios por cada cien mil habitantes. Estos crímenes se trasladan a activistas sociales. Es bien conocido el caso del asesinato de Berta Castillo, importante activista social del país centroamericano, pero no es el único.
La lucha por salir de la situación de pobreza y violencia, y conseguir una sociedad de libertades son causas profundas que mueven al pueblo hondureño. UNE TV, uno de los pocos medios que no defiende a los golpistas, se presentó a una protesta espontanea en la noche del miércoles y preguntó a la gente presente su procedencia. Eran trabajadores, desempleados, profesionistas y estudiantes, pueblo obrero. Un chico de 22 años fue entrevistado, dijo que luchaba porque su hijo tuviera un país libre y narró cómo su salario no le alcanzaba, como tenía que conseguir dinero prestado si su hijo enfermaba porque no lo podía llevar al Seguro Social, porque no había ni medicinas. Hay enormes presiones y frustraciones en la población que con esta elección salen a la superficie.
Movimiento insurreccional
Al día siguiente de las elecciones se realizó un mitin concurrido frente al TSE convocado por Nasralla y Libre. Este ya mostraba el ambiente combativo y de lucha del pueblo.
Cuando se descubrió el desfalco del Seguro Social en 2015 se realizó un importante movimiento organizado fuera de los partidos, que es conocido como las marchas de las Antorchas, en una forma similar al movimiento de los indignados españoles. Esa experiencia está presente. En esa misma tradición, el martes 28 surgió una manifestación desde la Universidad Pedagógica Nacional. El miércoles cuando cayó el sistema y se anunció que JOH estaba al frente en el conteo electoral el movimiento se generalizó y desbordó.
Las protestan han llegado a los 18 departamentos hondureños. Se han tomado calles y formado barricadas. La violencia ha provenido del Estado. Militares y policías han atacado las manifestaciones desde la noche del miércoles. En el conflictivo barrio el Pedregal se han dado enfrentamientos con armas de fuego. El gobierno de Juan Orlando Hernández muestra su carácter asesino. Al menos 4 pobladores fueron baleados, incluyendo un niño de 12 años, y por lo menos 2 han muerto.
Esta etapa del movimiento ha surgido desde los barrios y pueblos inicialmente. Se mandan mensajes de que han sido tomadas alcaldías como la de la Ceiba, Santa Rosa del Copán, La Lima, algunas otras del departamento de Colón, Guadalupe Carney, Ocotepeque, Salida Sur y La Paz. La alcaldía de Siguatepeque fue incendiada.
Para este viernes 1 de diciembre, se convocó a un paro nacional. La gente no ha ido a trabajar tanto en el sector estatal como en varias empresas del sector el privado. En el momento que escribimos estas líneas las principales salidas y colonias de Tegucigalpa están cerradas: el Carrisal, la Kennedy, salida valle de ángeles, salida al norte, salida al sur, etc. La movilización tiene un verdadero carácter popular, sacando a todas las capas oprimidas de la población a la calle con los obreros y campesinos entrando masivamente en acción.
Este no es un movimiento organizado por Nasralla o Libre, tiene un impulso profundo desde abajo. Tiene un cierto carácter caótico, lo cual lo puede hacer caer presa de provocaciones que puedan facilitar la represión. El Estado ha infiltrado a provocadores que realizan saqueos con toda impunidad de las fuerzas estatales. Esto se hace para desprestigiar y debilitar la lucha.
Es necesario darle un cauce adecuado al movimiento. Desde nuestro punto de vista se debe convocar a una reunión de representantes electos en cada punto de protesta, que pueda planear acciones unificadas que, con contundencia, ayuden a derrotar a los golpistas. Si hay una determinación del pueblo trabajador de ir hasta el final, se provocarán fisuras en las propias filas del Estado y sectores de las fuerzas armadas podrían paralizarse o incluso pasarse del lado de los obreros y campesinos, pues un soldado raso vive condiciones similares a ellos.
El gobierno de JOH pende de un hilo pero la experiencia nos dice que no basta una lucha heroica para vencer. Se debe generalizar el paro, haciendo asambleas o tomas de masas en los centros de trabajo que aun estén laborando. A la par de la toma de alcaldías se deben convocar asambleas en cada municipio con raíces en sus colonias y pueblos. Estas deben organizar la lucha pero también asumir tareas de organización política y económica local. Hay que retumbar desde sus cimientos a este pobre país, con su pueblo digno y empezar a construir un gobierno y Estado de los trabajadores. Hay que generar la fuerza suficiente para echar de una vez por todas a JOH de casa presidencial.
Los dirigentes de Libre deben impulsar la protesta popular, que puede derivar inicialmente en una situación de doble poder, y rehuir a una negociación vergonzosa con el viejo régimen. Hay que echar al basurero de la historia no solo a JOH, sino al Partido Nacional y sus instituciones oligárquicas. Es claro que lo que se buscará desde el imperialismo y la oligarquía es desactivar la protesta social, porque está mostrando al pueblo su poder. Hay que estar atento ante cualquier trampa que pueda venir de argumentos legales. Si se reconoce el triunfo de Nasralla será un triunfo de las masas, pero lo siguiente es mantener la organización popular para que el poder emane realmente del pueblo trabajador en su beneficio. De forma inmediata se deben aumenten los salarios, se debe expropiar las riquezas del viejo régimen oligarca, que han obtenido del robo al pueblo para invertirlo en la salud, en la educación y mejoramiento general de vida del pueblo trabajador.
El régimen está contra la pared. Lenin dijo en algún momento que, un hombre frente al precipicio no piensa, el régimen golpista puede actuar estúpidamente. Tratar de mantenerse por la vía de la violencia podría desatar una guerra civil que no es seguro que pueda ganar la oligarquía. El Estado seguramente estará sufriendo divisiones y podrían algunos sectores apostar a sacrificar a JOH para tratar de salvar al sistema. Un reconocimiento del triunfo de Nasralla podría buscar eso, este podría no ser inmediato y tratar de hacer un recuento de la votación para ganar tiempo y buscar el desgaste de la lucha, esperando mejores condiciones para dar un veredicto. Por eso el movimiento de masas debe apostar a articularse y avanzar en el desarrollo de la lucha y comenzar a establecer un poder de los trabajadores.
Sí la dirección de la Alianza o de Libre, se niega asumir la lucha, estará defraudando vergonzosamente al pueblo digno. La dirección, particularmente de Libre, está obligada a llamar a la lucha, de lo contrario tendrá que ser rebasada. Durante el último periodo hemos visto como el ala de derecha en el partido se va imponiendo y todas las corrientes de izquierda han sido cooptadas o relegadas. Es el momento para que los sectores más a la izquierda puedan recuperar parte del terreno perdido.
Sí el fraude es impuesto, los siguientes años serán duros para las masas trabajadoras. Es el momento de luchar contra la dictadura y contra el capitalismo corrupto degenerado.